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EL TECHO DEL MUNDO

Cuatro de cadas despues de que Edmund Hillary coronara el monte Everest, seis colombianos intentaran igular su hazaña.

8 de abril de 1996


EN UN PAIS COMO Colombia, en el que los sueños parecen destinados a morir antes de convertirse en realidad, los soñadores y sus grandes empresas siempre son un motivo para intentar mantener vivas las esperanzas. Es por eso que por estos días, cuando un grupo de colombianos hizo público su sueño de llegar a la cima del monte Everest, algunas personas encontraron en ese proyecto más que una simple proeza deportiva, un objetivo nacional, pues al fin de cuentas es la bandera del país la que será izada en el techo del mundo. Este equipo, conformado por Cristóbal Von Rothkirsh, Juan P. Ruiz, Juan F. Gaviria, Marcelo Arbeláez, Roberto Ariano y Gonzalo Ospina, iniciará a mediados de 1997 lo que puede denominarse como una de las máximas aventuras posibles sobre la tierra, escalar el Everest por su arista norte, la cual culmina a 8.848 metros sobre el nivel del mar. Esta empresa es comparable tan sólo con propósitos como la llegada al polo sur o la navegación a vela por los mares del mundo. El Evereset está considerado como el límite supremo de las capacidades físicas y mentales del ser humano.
La arista norte es una de las vías más largas y sus mayores dificultades técnicas están por encima de los 8.000 metros. Cualquier intento de subir a alguna de las 14 montañas que en el mundo superan esta altura, trae una serie de riesgos que van desde constantes aludes de nieve, drásticos efectos de la altura sobre el cuerpo hasta soportar durante mucho tiempo temperaturas promedio de 45 grados bajo cero.
Esta empresa no está respaldada sólo por la ilusión de alcanzar un sueño. El equipo está integrado por hombres que llevan alrededor de dos décadas dedicados al alpinismo en alta montaña. Algunos de ellos, inclusive, hicieron parte del equipo que en 1984 coronó el Broad Peak de 8.047 metros de altura en la cordillera del Karakorum en Pakistán, siendo los primeros suramericanos en lograrlo.
El equipo ya escaló la primera cumbre al lograr vencer la burocracia china y obtener en 45 días un permiso que normalmente tarda 12 años. Durante el tiempo que les falta para partir, el equipo se preparará ascendiendo a las cumbres del Aconcagua, la montaña más alta de América 6.959 metros, y a las cimas del Chimborazo en el Ecuador, a la vez que gestionarán la consecución de los recursos financieros para el proyecto, algo que con seguridad no les será difícil pues este es un acto ejemplarizante y esperanzador para mostrarles a los colombianos la posibilidad de sonar y tornar posibles los imposibles.