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EMBALADA EN EL 93

23 invitaciones a pruebas de América Europa confirman el prestigio del ciclismo colombiano.

28 de marzo de 1983

El ciclismo colombiano se puso de moda. Tres años de vitrina en Europa, como dicen los comentaristas deportivos, están congestionando los buzones de la Federación Colombiana de Ciclismo, a donde han llegado 23 invitaciones de países tan disímiles como Checoslovaquia y Guatemala. Sin duda alguna, las cosas han cambiado. Mientras en 1980 los dirigentes del ciclismo prácticamente tuvieron que rogar a los franceses para que dejaran competir un equipo colombiano en el Tour de L'Avenir, ahora, los aficionados y organizadores deportivos de muchas naciones del mundo quieren ver un equipo colombiano en las competencias que se celebrán este año.
Los nombres de Luis Herrera, Samuel Cabrera Patrocinio Jiménez y Cristóbal Pérez entre otros, son familiares en las pistas europeas y su presencia en cualquier carrera se ha vuelto motivo de disputa entre los organizadores de las distintas pruebas. Esta realidad, segun algunos, prueba que, a pesar de los problemas personales que dividen a los dirigentes de este deporte, los ciclistas colombianos son buenos independientemente de sus jerarcas.
Viajes que se resuelven a última hora ciclistas que terminan las pruebas gracias a los aportes recogidos de un día para otro por particulares y participaciones que se cancelan por la ineficacia de los dirigentes, han caminado de la mano con las proezas de los escarabajos colombianos en Europa y América. Miguel Angel Bermúdez, muy criticado en algunos medios, afirmó que su nuevo mandato sería diferente al de 1981, cuando había estado rodeado de gente que no conocía, y una serie de encuestas adelantadas entre los ciclistas llevaron a la conclusión de que esperaban el retorno de Bermúdez a quien consideraban interesado en trabajar por el bien del ciclismo.
Además del Tour de Francia, el calendario de invitaciones para los colombianos incluye la Vuelta a Normandía (Francia), el Tour de Beauport (Canadá), la vuelta a Eslovaquia, el Giro del Rigioni (Italia), el Coors Classic de Colorado, además del Tour de L'Avenir, el Gran Premio de las Naciones (Francia), el Guillermo Tell y los campeonatos mundiales que se realizarán este año en Suiza. 1983 será, pués, un año importante para el ciclismo colombiano. Varios equipos serán necesarios para participar en estas carreras. Los ciclistas de nivel internacional son muchos. Ninguno es indispensable, pero todos son necesarios para mantener el prestigio adquirido en las carreteras de Europa y América.
La pasada Vuelta de la Juventud aportó nuevos nombres a la ya larga lista de buenos pedalistas colombianos, quienes seguramente podrán mantener por otros años en Europa la fama del ciclismo colombiano.
Eduardo Acevedo, Abelardo Rondón y Juan Carlos Castillo demostraron grandes cualidades técnicas en el giro juvenil y confirmaron que la aparición, cada año, de nuevos ciclistas, no necesariamente responde a una organización eficiente con planes concretos a largo plazo. Los ciclistas colombianos, más que el resultado de una concepcion profesional de este deporte, son el producto de viejos mitos ya consagrados, son hechura de nuestras carreteras y de nuestras montañas. Sin embargo, la fama puede perpetuarse con el apoyo de algunos directivos con visión, empeñados en una causa común, como probablemente lo pueda confirmar este año la participación de Colombia en la Vuelta a Francia. Algunas empresas francesas ayudarán a financiar al equipo,del que se espera que pueda dominar en los terrenos donde un día se consagraron Fausto Coppi, Eddy Merckx y Bernard Hinault. El paso que les faltaba a los escarabajos colombianos se dará en julio del 83 en las carreteras francesas. Mientras tanto, la medalla olímpica en ruta quedará "en salmuera" hasta 1984 en Los Angeles.