Escándalo entre Brasil y la Fifa ‘salpicó' hasta a Europa: problemas para Carlo Ancelotti

La selección de Brasil terminará el año en medio de una profunda crisis administrativa por la destitución de Ednaldo Rodrigues como presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).

Fifa y Conmebol han comunicado a la CBF que no admitirán intervenciones estatales en las decisiones que tengan que ver con el fútbol, algo que, a la larga, podría desencadenar una suspensión y eliminación del clasificatorio al Mundial de 2026, además de prohibirles la participación en la Copa América 2024.

Los altos mandos de la canarinha ha preferido guardar silencio al respecto, esperando qué determinan los tribunales supremos de la justicia brasileña; sin embargo, esta advertencia del ente rector traería como daño colateral la caída del negocio con Carlo Ancelotti.

Y es que en la CBF han dicho hasta el cansancio que el técnico italiano llegará a asumir la selección una vez termine su contrato con el Real Madrid a mediados de temporada, pero en el cuadro merengue siguen insistiendo en que la renovación es posible.

Según indica el Diario AS, el italiano ya ha tomado la decisión de quedarse y se la comunicó a su entorno esta misma semana.

El plazo para hacer pública la decisión de renovar es el próximo 15 de enero, fecha en la que el Madrid comunicará en su página oficial lo que sucederá con el futuro del banquillo. Esto, ante la amenaza de Brasil con la que han tenido que lidiar desde principios de este año, justo después de que Tite decidiera dar un paso al costado.

El problema ahora le cae en las manos a Ancelotti, que, según han dicho en Brasil, ya le dio su palabra a la pentacampeona del mundo, pero el lío legal al que se enfrentan habría puesto freno en seco a los preparativos para su aterrizaje de cara a la Copa América 2024.

O Globo complementa la información que llega desde España diciendo que “todo el contacto del técnico fue con Ednaldo Rodrigues, quien efectivamente consiguió la firma de los papeles, pero ya no dirige la confederación y, como resultado, fue Ancelotti quien ya no tenía garantías” para que el acuerdo se siga al pie de la letra.

Lo más seguro es que Rodrigues no continúe siendo presidente de la CBF después de todo este escándalo, más allá que en Fifa y Conmebol insisten en que es el único nombre con el que cuentan en los documentos oficiales.

Fifa no reconoce a ningún otro personaje como responsable de Brasil, lo que deja prácticamente en el limbo las elecciones que todavía están pendientes de realizarse y son el centro de todo el problema que desencadenaría una intervención del estado para convocar elecciones sin la venia de los órganos rectores del fútbol sudamericano y mundial.

“No pienso nada sobre mi futuro. Me da orgullo que hablen de mí en Brasil y nada más. Esperaré hasta el último día al Real Madrid”, dijo Ancelotti a finales de noviembre, última vez en la que contestó preguntas al respecto de lo que viene para él en 2024.

El buen momento que pasa el Real Madrid y las malas horas por las que atraviesa Brasil, con la presión de la Fifa sobre la nuca, hacen que el escenario de enero se decante más hacia una renovación, que solo cambiaría si el italiano alarga la espera hasta final de temporada.

“A lo malo, la decisión se alargará seis meses, que comparándolo con toda una vida, es poco. El futuro se aclarará pronto, como mucho en esos seis meses”, sentenció al respecto.

Si Ancelotti mantiene su palabra y firma por Brasil, no llegará hasta después de acabar la temporada actual, es decir, a menos de un mes para que inicie la Copa América en Estados Unidos, con muy poco tiempo para trabajar en el proyecto que actualmente está bajo las órdenes de Fernando Diniz como interino.