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FALTA MUCHO

EL PARTIDO CONTRA PARAGUAY DEJO EN EVIDENCIA QUE DURANTE LOS MESES QUE FALTAN PARA FRANCIA 98 HERNAN DARIO GOMEZ TENDRA QUE HACER MUCHOS CAMBIOS SI QUIERE LLEGAR AL MUNDIAL.

27 de mayo de 1996

Desde hace dos años en el estadio Metropolitano de Barranquilla hay un fantasma. Aunque a nadie le gusta hablar de él es un hecho que su presencia todavía se siente por los rincones. Curiosamente para algunos sólo esposible percibirlo cuando está jugando en la cancha la Selección Colombia. Es más, hay quienes llegan a afirmar que no sólo las personas que están en las tribunas murmuran sobre el extraño fenómeno, porque es tan grande su influencia que cuando es transmitido un partido de la Selección los radios y las pantallas de televisión hacen que cualquier persona en el país se acuerde de él. El miércoles pasado, cuando la Selección Colombia disputó su primer encuentro por las eliminatorias para Francia 98 contra Paraguay, ese fantasma lo volvieron a sentir los colombianos. Ese fantasma es ni más ni menos que el recuerdo del fracaso de USA 94.Para muchos el recuerdo de ese descalabro futbolístico fue el culpable de que la semana pasada, a diferencia del primer partido de las eliminatorias anteriores, el Metropolitano sólo llenara sus tribunas en un 85 por ciento, de que una boleta que normalmente valía 30.000 pesos terminara siendo ofrecida por los revendedores dos horas antes del partido en 10.000, y de que los aficionados, que en otras oportunidades no dejaban de gritar durante todo el encuentro, estuvieran la mayor parte del partido sentados en la tribuna con las banderas recogidas.La razón para que los fanáticos no hayan expulsado ese fantasma después de tanto tiempo simplemente radica en que hoy pocos creen firmemente en esta Selección, pues la mayoría de los jugadores que saltaron a la cancha el miércoles pasado fueron los mismos que terminaron con la ilusión de hace dos años. Los mismos que en este último partido contra Paraguay dejaron ver que así como el sistema de eliminatorias permite albergar esperanzas de estar dentro del grupo de los cuatro equipos suramericanos clasificados para Francia 98, también hay motivos para preocuparse.Pronóstico reservadoPara comenzar, nadie desconoce que el triunfo 1-0 sobre Paraguay es muy importante para los jugadores dirigidos por Hernán Darío 'El Bolillo' Gómez, porque al conseguir esos primeros tres puntos se espera que el equipo adquiera algo de la confianza perdida desde USA 94. Esto tal vez es lo único bueno porque, a diferencia del encuentro que los colombianos empataron sin goles contra los paraguayos en las eliminatorias de 1993, en el de la semana pasada, pese a la victoria, Colombia fue muy inferior al onceno que igualó en ese entonces.El equipo fue lento y demasiado pausado, y aunque el entrenador Gómez afirma que esa es una característica no sólo de los jugadores y de la Selección, sino de todo el fútbol colombiano y que por lo tanto no se puede cambiar, es imposible desconocer que otras selecciones de Suramérica, como Argentina o Brasil, que hace muchos años también tuvieron un juego lento, sí pudieron cambiar y hoy están mostrando un fútbol más rápido y práctico. Para llegar a ese punto no tuvieron que abandonar sus convicciones ni su estilo, simplemente buscaron nuevos jugadores que le pudieran dar agilidad, algo que Colombia no hizo durante un año y medio, y cuyas consecuencias estuvieron cerca de costarle los tres puntos contra el equipo guaraní el miércoles anterior.El cuerpo técnico justificó el hecho de que esta Selección estuviera conformada en su mayoría por los veteranos de los últimos dos mundiales porque, según ellos, en el país pocos jugadores nuevos daban la talla para llegar al equipo. Pero la verdad es que en el partido del miércoles fueron precisamente esos veteranos los que fallaron e, irónicamente, dos debutantes en el equipo de mayores, Mauricio Serna y Farid Mondragón, fueron quienes sacaron la cara.Cuando Serna estuvo en el medio campo recuperó el balón con eficiencia y complementó su trabajo entregando bien la pelota, algo que los veteranos, como Carlos 'El Pibe' Valderrama, Wilson Pérez, Fredy Rincón y Faustino Asprilla no hicieron, cuando era de ellos de quienes se esperaban los mejores resultados. Mondragón, por su parte, dio seriedad y seguridad al arco y respondió bien en las repetidas ocasiones en las que los paraguayos lo exigieron.Hace dos semanas uno de los factores que permitía tener cierto grado de optimismo en Colombia era el de que el grupo tenía la ventaja de conocer perfectamente el sistema de juego, y que por lo tanto volvería a adaptarse muy fácil a él en el poco tiempo que tuvieron de concentración. Esto, se suponía, constituía una ventaja sobre los paraguayos, quienes pocos días antes del partido no conocían ni al técnico, Paulo César Carpeggiani, ni habían trabajado juntos anteriormente. El día del partido los papeles se invirtieron y quienes parecían haber trabajado y tener un método de juego desde hace mucho tiempo fueron los paraguayos. Colombia, como local, no logró crear más de dos opciones claras de gol, mientras que los guaraníes llegaron más veces y con mayor facilidad a los terrenos de Mondragón.La vieja guardiaLos veteranos en el equipo colombiano no se encontraron como se esperaba que debían hacerlo. Valderrama, aparte de jugar más lento que de costumbre, estuvo negado durante la mayor parte del partido, lo que por momentos dejó al equipo sin ideas. Pérez no logró nunca darle salida al ataque colombiano, como debía hacerlo, y al reemplazarlo por Andrés Estrada, Gómez descartó a un hombre nuevo como Luis Quiñónez, quien ha demostrado, no sólo que es más rápido que Pérez y Estrada, sino que es capaz de propiciar salidas importantes para el ataque. Fredy Rincón, aunque luchó y trató de maniobrar individualmente, dejó en evidencia que el tiempo que lleva en la banca del Real Madrid lo ha afectado. Asprilla, pese a no haber jugado bien todo el encuentro, demostró que es un factor desequilibrante y que el hecho de jugar en una liga tan competitiva y rápida como la inglesa hace que esté un paso adelante de los demás veteranos, algo que comprobó con el gol que salvó a la Selección de asimilar una derrotaLo preocupante es que el fantasma de USA 94 estuvo siempre al lado de los aficionados porque se dieron cuenta que, al igual que Francisco Maturana hace dos años, Gómez no pudo crear a tiempo alternativas que le dieran a la Selección capacidad para sorprender. Algunos pensaron que al tener a Iván René Valenciano en la delantera esto podría cambiar, pero durante el partido la marca de los paraguayos lo anuló y tan sólo logró inquietar el arco de José Luis Chilavert en un tiro libre que el portero guaraní desvió. La situación cambió un poco cuando, faltando 15 minutos para finalizar el partido, 'El Bolillo' reemplazó a Valenciano por Adolfo 'El Tren' Valencia, quien en este poco tiempo logró darle a la Selección algo de la explosión que no había tenido en el resto del encuentro. Nadie sabe por qué el cambio, que fue productivo, no se hizo antes si Iván René, prácticamente desde el primer tiempo, no había llegado con peligrosidad a la portería guaraní y era necesaria una alternativa. La única explicación que circuló por los corredores del estadio fue que Gómez no quiso indisponerse con la afición barranquillera al cambiar a un hombre que es el jugador insignia de la ciudad.Lo que es un hecho es que con este triunfo no se ha ganado nada, pues todavía quedan 15 partidos más. A pesar de que Paraguay es uno de los rivales más complicados de todo el grupo, la importancia de ese partido consiste en que dejó al descubierto que los cambios que tendrá que hacer Gómez son mucho más profundos de lo que se cree, pues no puede pretender jugar en noviembre de 1997 contra Argentina, en Buenos Aires, de la misma forma en que lo hacía Maturana en 1993, y sobre todo dependiendo de los mismos veteranos que la semana pasada demostraron que ya no son los mismos de antes.