Home

Deportes

Artículo

Joseph Blatter, actual presidente de la FIFA. | Foto: AP

DEPORTES

Caso FIFA: el negocio del fútbol está en jaque

Después de que estallara el escándalo de corrupción en la FIFA varias multinacionales comienzan a reconsiderar el patrocinio a los eventos organizados por la federación.

27 de mayo de 2015

El fútbol se había convertido en una de las industrias más rentables del planeta. Sus ganancias eran comparables con negocios como la venta de carros o producción de energía. ¿Cómo funciona el modelo? Todo depende de marcas gigantes que patrocinan cada detalle del espectáculo. Desde las vallas alrededor de la cancha hasta los comerciales que ven los televidentes durante el partido.

Cada segundo de exposición cuesta millones de dólares, gracias a la masividad del espectáculo del fútbol industrializado. Multinacionales de la talla de Coca-Cola, Adidas, KIA, Visa o Budweiser han invertido fortunas incalculables para aparecer en los partidos de mayor rating y penetración a nivel mundial. La danza de millones no es fácil de cuantificar ya que la FIFA es bastante celosa con estos datos, y después de la actual investigación de la fiscalía estadounidense se dimensiona por qué.

De la mano de Josep Blatter la FIFA se ha convertido en una máquina de producir dólares. Más que un dirigente deportivo el suizo se convirtió en el frío CEO de una multinacional que para muchos es más influyente que la propia ONU. Por ahora, el escándalo no parece tocarlo, pero muchos conocedores insisten en el efecto dominó que traerá la investigación, y de seguro influirá en los patrocinios de las marcas.

El portal Marketing Directo planteó un escenario interesante sobre los daños colaterales que puede traer la investigación que abrió el Departamento de Justicia de los Estaodos Unidos. De acuerdo con la tesis del portal especializado, los mayores patrocinadores de la Copa Mundial de fútbol probablemente miren de cerca sus relaciones con la FIFA después de las detenciones de varios dirigentes en el organismo rector del deporte, “pero es poco probable que tomen ninguna acción inmediata”, indicaron.

Actualmente en la página web de la FIFA, con sede en Zúrich, se pueden encontrar cinco grandes patrocinadores para el próximo Mundial, que se llevará a cabo en Rusia. Adidas, Coca-Cola, Visa, OAO Gazprom, y Hyundai Motor Co (y su filial Kia). Además, multinacionales como Budweiser de Anheuser-Busch InBev NV y McDonalds Corp. también son patrocinadores del torneo en menor escala.

Cada una de estas empresas ya desembolsó una considerable suma de dinero para poder ser ‘sponsors’ oficiales de la competición. Marketing Directo señala, por ejemplo que Adidas “está plenamente comprometida con la creación de una cultura que promueve los más altos estándares de ética”.

Un portavoz de la empresa de ropa deportiva instó a la FIFA “para establecer y seguir las normas de cumplimiento transparentes en todo lo que hacen.” El fabricante alemán de ropa deportiva planea continuar su apoyo al fútbol “en todos los niveles”, dijo.

La pregunta de fondo es: ¿qué tanto están dispuestas las marcas a seguir pautando en la industria fútbol después de tamaño escándalo? “Asociar el nombre con visos de corrupción nunca será rentable”, aseguró Julián Gutiérrez, experto en temas de mercadeo deportivo.

Y es que las acusaciones de la Justicia norteamericana apuntan a sobornos, coimas, blanqueos de dinero, actuaciones más relacionadas con mafias que con un deporte noble y apasionante como el fútbol. Para completar el panorama lleno de antivalores, la respuesta oficial de la FIFA tuvo ribetes de cinismo.

"Un buen día" para la FIFA

El organismo internacional dijo sentirse una "víctima" del caso y se mostró convencida de que este miércoles pasará a la historia como "un buen día" para el organismo.

"Esto es bueno para la FIFA, para su reputación y para la limpieza. No es un día bonito, pero también es un buen día, las cosas avanzan y queremos tener respuestas", dijo su portavoz, Walter De Gregorio, que insistió en subrayar que Blatter no está implicado en ese asunto.

También subrayó que la organización de los Mundiales de 2018 por Rusia y de Catar por 2022 no está amenazada. La federación surafricana de fútbol consideró "infundadas" este miércoles las acusaciones de corrupción en el proceso de atribución del Mundial 2010 a su país. "Exigimos pruebas por parte de quienes tengan indicios", declaró su portavoz, Dominic Chimhavi.

“Sólo el principio”

Marketing Directo señala un punto más que válido en medio de tremenda tormenta. De aquí en adelante se tratará de tener un “equilibrio entre el deseo de una imagen impecable y conseguir acceso a la enorme base de fans mundial de fútbol (lo que) presenta un dilema para las marcas internacionales”.

Es indudable que el nombre de la FIFA quedó manchado para siempre después de estas revelaciones. A pesar de calificarse como ‘víctima’ el organismo tiene que responder por las corruptelas que 14 de sus más altos directivos promovieron durante los últimos 20 años y la consecuencia más notoria estaría en manos de sus patrocinadores.

Y son los patrocinadores los que le dan vida al gigantesco negocio del fútbol. Son las grandes multinacionales las que avalarán o no estas prácticas delictivas que todos parecían conocer, pero pocos quieren aceptar.

El problema es que todos siguen bajo la lupa. Las autoridades norteamericanas anunciaron que “esto es sólo el principio”. "Es apenas el inicio de nuestro esfuerzo, no es el final", dijo la fiscal federal del distrito de Brooklyn, Kelly Currie, en la misma conferencia de prensa en que la secretaria estadounidense de Justicia, Loretta Lynch, aseguró que los implicados "corrompieron" los negocios del fútbol a escala mundial.

Lynch también explicó que la Copa América Centenario, que se disputa el próximo año en Estados Unidos, ha motivado también esta acción judicial: "Las investigaciones revelaron que lo que debería ser una expresión del deporte, fue usada como un vehículo para una red mayor de llenar los bolsillos de ejecutivos con sobornos que totalizan 110 millones de dólares".

Con información de AFP