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Muchos piensan vender con la combinación de sexo y goles. Pero en Brasil hay gran preocupación por el turismo sexual.

BRASIL 2014

Fútbol y sexo: pasión brasileña

Muchos piensan vender con la combinación de sexo y goles. Pero en Brasil hay gran preocupación por el turismo sexual.

27 de mayo de 2014

El Mundial da para todo, hasta para vender condones. Hace un par de semanas Playboy lanzó una edición conmemorativa de seis preservativos con los colores de selecciones que disputarán la Copa Mundo.

Los hinchas de México, Brasil, Alemania, España, Argentina y Estados Unidos también podrán jugar de locales en la cama y ponerse la “camisinha”, como llaman los condones en Brasil. Los preservativos, parte del “Play Pack Edition Fest“, vendrán en cajas metálicas y paquetes de tres a 24 unidades, con preservativos clásicos, texturados y extra sensibles.



Pero no son los únicos sobre el mercado del sexo seguro futbolero. La marca Prudence lanzó una línea de preservativos con los colores de la camiseta de la selección brasileña y sabor a Caipirinha, el famoso cóctel brasileño que se fabrica con cachaza (aguardiente de caña), azúcar, zumo de limón y hielo picado.



La línea de cosmética erótica INTT por su parte vende un gel para masaje comestible, que lleva los colores “verdeamarelos” y se llama “Hexa Brasil”, en alusión al hexacampeonato del Mundo que los brasileños esperan lograr en este torneo. ¿El lema de la empresa? “Hoy es día de juego… y habrá tercer tiempo”.



Mientras que la cerveza Brahma lanzó un comercial para adelantar el Día dos Namorados, el San Valentín brasileño que normalmente es el 12 de junio, pues este año coincide con la inauguración del Mundial.



Clases de inglés y tarjetas de crédito en los prostíbulos


En todo caso, con más de 600.000 turistas esperados para el Mundial, entre ellos muchos hombres no son pocos los que creen que el sexo va a ser uno de los grandes negocios del mes futbolero.

En Belo Horizonte, donde jugará Colombia contra Grecia el 14 de junio, Aprosmig (Asociación de prostitutas de Minas Gerais) anunciaron hace unos meses que sus asociadas se iban a equipar con datafonos para facilitar los pagos en la Copa Mundo. Como explicó Cida Veira, la portavoz del grupo, “los clientes que quieren extender su programa pero no tienen efectivo se pueden quedar más tiempo sin interrupción”.

En esta ciudad 300 prostitutas también están viendo cursos de inglés pues como explicó Vieria “no es sólo por la Copa, lidiamos con 'gringos' día a día en la calle y discotecas, lo que queremos es calificar y capacitar al movimiento para que estén mejor atendidos".

El boom sexual: una inquietud
Pero más allá de las ofertas comerciales, el boom del turismo sexual por el Mundial en Brasil es una verdadera inquietud. Para prevenir enfermedades de transmisión sexual en el Mundial la ONU donó más de dos millones de condones a Brasil.

Bajo el título de "Proteja el Gol", el organismo usa la pasión del fútbol para educación sexual y tiene al defensa brasileña David Luiz como embajador de buena voluntad. El Ministerio de Salud de Brasil también ofrecerá la posibilidad de hacer pruebas gratuitas y rápidas de diagnósticos.


El gobierno lanzó una campaña nacional y apoya a decenas de ONGs que luchan contra el fenómeno. Por su parte la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (Catwlac) puso en marcha “¡Di no al turismo sexual: Comprar Sexo No es un Deporte!” para prevenir la trata de mujeres. La fundación resaltó que después de Tailandia, Brasil es el segundo destino mundial de turismo sexual.

Pero la pelea es difícil, pues la combinación de sexo y fútbol es un gancho muy poderoso para los publicistas. Hace unos días la valla de un burdel que insinúa cómo una mujer practica sexo oral a un futbolista generó escándalo en Brasil. El dueño Oscar Maroni se defendió, diciendo que “lo que yo hago es incentivar mi producto. No sólo va a aumentar el turismo sexual, también va a aumentar el gastronómico, por ejemplo".

En febrero a Adidas le tocó sacar del mercado varias camiseta mundialistas. Una de ellas tenía inscrita la frase "I love Brasil", pero dentro del corazón había un triángulo similar al de una tanga. En otra camiseta se podía ver una mujer en bikini junto a la leyenda "Looking to score" ("buscando anotar"), un doble sentido futbolístico y sexual.