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| Foto: Giro de Italia

CILCISMO

¿Por qué Fernando Gaviria va a ser mejor velocista del mundo?

El ganador de cuatro etapas y la 'maglia ciclamino' en el Giro del Centenario tiene todas las condiciones para dominar el ciclismo mundial durante la próxima década. La más importante: su sed de triunfo.

28 de mayo de 2017

A sus 17 años, Fernando Gaviria se coronó campeón mundial juvenil recibiendo la camiseta arcoíris que acredita a los mejores del mundo. Como lo hace la mayoría de ciclistas, decidió enmarcar su ‘maillot’ para colgarlo en su casa pero no lo hizo en el centro de la pared. Cuando le preguntaron la razón de esta decisión respondió sin sonrojarse: “es que le estoy guardando espacio a la de mayores”.

Esta siempre ha sido la mentalidad del embalador colombiano que impactó al mundo del ciclismo después de ganar cuatro etapas y coronarse campeón de puntos  en la edición 100 del Giro del Centenario. Convirtiéndose en el primer colombiano en alcanzar tales hazañas dignas de algunos de los mejores embaladores de la historia como Mark Cavendish, Mario Cipollini, Alessandro Petacchi o Freddy Maertens.

Gaviria siempre se ha destacado por tener un deseo arrollador por ganar.  Fue por está ambición que decidió llevar la contraria a le de los demás colombianos y no intentar ser un escalador sino un velocista, a sabiendas de que serían muchas más las carreras que podía ganar si lograba consolidarse en esta especialidad.

En su niñez en La Ceja, Antioquia, siempre estuvo ligado al deporte. Su padre José Hernando es educador físico y le inculcó la práctica de actividades deportivas a sus hijos Fernando y Juliana.

A pesar de que José Hernando fue ciclista y alcanzó a participar en un Clásico RCN, los primeros pinitos de los hermanos fueron en el patinaje donde demostraron habilidad, potencia y velocidad. Y sin importar que Fernando solo quisiera montarse en el caballito de acero, su papá lo motivó para que se probara en otros deportes.

Según Luis Eduardo Contreras, médico de cabecera de Gaviria en la Liga de Antioquia y amigo personal de la familia, esta decisión fue muy acertada.

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“Hay estudios que indican que la especialización temprana no es buena para el desarrollo de los deportistas. Según varias investigaciones científicas el 60% de los medallistas olímpicos han practicado varias disciplinas antes de dedicarse al deporte en el que ganaron sus preseas”, dijo el médico que ha acompañado al corredor en varias competencias alrededor del mundo.

Era tanta la insistencia del pequeño Fernando al ver a su hermana compitiendo en la pista de ciclismo que su padre accedió a regalarle su primer bicicleta. Sin embargo, el éxito no fue inmediato y en sus comienzos era un corredor desordenado al que le ganaba el ansia de victoria.

A pesar del  caos que habia en su primeros pedalazos demostró condiciones para las pruebas de semifondo del ciclismo de pista pues era capaz de rodar durante más de 30 kilómetros y  generar altas velocidades en los remates de las competencias.

Con el pasar de las carreras fue demostrando que tenía condiciones superiores a las de sus rivales y las medallas se empezaron a apilar en las atiborradas vitrinas de la familia, esas mismas en las que ahora podrá estar la ‘maglia rosa‘ del día en que el colombiano fue líder del Giro.

Pero los triunfos no eran exclusivos a Fernando pues Juliana también logró incontables victorias. Y es que no hay duda que los Gaviria tienen la genética para ser rápidos. Su tío Óscar también era velocista y ganó varias clásicas regionales al mejor estilo de su sobrino.

Para John Jaime González, entrenador de Indeportes Antioquia, las condiciones de los veloces hermanos son innatas. “Ser rápido en la bicicleta es algo genético, lo tienes o no. Por más que uno quisiera sacarle velocidad de rematador a Nairo Quintana,  eso no lo puede lograr ni el mejor entrenador del mundo. Igual que si yo quisiera que Fernando escalará las grandes cumbres, no sería posible así dedicará todo su interés a este objetivo”.

González ha sido el entrenador de cabecera de Gaviria desde sus 16 años, llevándolo a ganar campeonatos nacionales y a convertirse en la principal carta de Colombia en el Mundial Juvenil de Ciclismo de Nueva Zelanda 2012.

En esta competencia llegó pisando fuerte y como él siempre lo tuvo en mente logró imponerse en el Omnium, que es una competencia que consta de siete pruebas de medio fondo y en el Madison, en la que se consagró junto con Jordan Parra en esta emocionante carrera de relevos.

El año siguiente volvería al Mundial pero de mayores e irreverente, como siempre, decidió poner su rodillo al lado del medallista olímpico y favorito para esa competencia, Bryan Coquard, demostrándole que no le tenía miedo y que iba por la victoria, a pesar de solo tener 18 años.

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Esta irreverencia es solo un síntoma de la profunda confianza que tiene en sí mismo. Fernando tiene la mentalidad de ganar todas las carreras aptas para sus condiciones, sin importar qué rival se le ponga al frente y las circunstancias adversas que se le puedan presentar.

Después de ser campeón del Omnium en juvenil y mayores, Gaviria tuvo su primera oportunidad internacional en la ruta que era la modalidad de ciclismo que más disfrutaba. Este debut fue más que soñado, como lo ha sido la vertiginosa carrera del corredor del Quickstep.

En el Tour de San Luis 2015 tuvo la posibilidad de correr con el equipo de Colombia. La intención era ver cómo era su recuperación en la ruta y ver si podía desenvolverse en un final al esprint. Esta noticia la recibió con mucha alegría pues finalmente podía mostrarse con ciclistas de alto nivel.

El júbilo fue mayor cuando se supo que Mark Cavendish también iba a estar en Argentina. Nada menos que el mejor esprinter de la última época, 48 victorias en grandes vueltas así lo acreditan.

Al conocer la noticia, Gaviria supo que tenía oportunidad de oro de lucirse al lado del mejor del mundo.

En carrera la mejor forma de respetarlo fue venciéndolo, y en dos ocasiones. Nadie podía creer que un jovencito desafiara la superioridad del británico que pocas veces dejaba pasar la victoria en etapas para velocistas.

El único que no estaba sorprendido era el mismo Gaviria que sabía que gracias a esta actuación iba a llamar la atención de los ojeadores de los equipos europeos, con lo que se acercaba a cumplir su sueño de correr las grandes carreras del viejo continente y continuar su carrera en la ruta.

Y dicho y hecho, los mejores equipos del mundo se fijaron en este joven pero singular colombiano que a diferencia de los escarabajos tradicionales no dominaba en la montaña sino en el plano. Con sus 1,80 metros de altura y 70 kilógramos tenía el paquete físico perfecto para un velocista. Ettix -hoy Quickstep-, el mejor equipo del mundo en esta clase de corredores, no dudó en hacerle un seguimiento.

Joxean Fernández, más conocido en el mundo del ciclismo como Matxin, quedó deslumbrado por la exhibición de Gaviria y desde ese momento lo tuvo en la mira para el equipo Lampre.

Luego el español paso a ser scout para el Ettix y ahí se incrementó su interés por contar con Gaviria en la escuadra belga. En estos casos es común que los ciclistas sean sometidos a diferentes pruebas. Gaviria no fue la excepción y por pedido de ‘Matxin’ cumplió con las evaluaciones de resistencia y velocidad en Bélgica.

En la resistencia no tuvo un rendimiento destacado pues venía de estar entrenando para carrera de pista. Pero en la velocidad rompió todas las marcas al punto de superar al Cavendish y generar marcas superiores a los 1.500 watts, algo que muy pocos en el mundo pueden lograr.

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Una biela de poder atada a la bicicleta enviando infinidad de datos a los computadores demostró que Gaviria era un corredor de otra categoría, por lo que el mejor equipo del mundo en la especialidad no esperó más para ficharlo.

Matxin se convenció que su escuadra era la ideal para las condiciones de Fernando y tras los estudios avaló su llegada. “Él hizo unas pruebas fuera de serie dignas de los mejores del mundo. Desde ese momento supimos que era especial y no dudamos en ofrecerle un contrato”, dijo el español cuando fue consultado por Semana.com.

Su entrenador no se sorprendió al conocer las cualidades de Gaviria evidenciadas en números: “Nosotros hemos trabajado para esto y sabíamos que su paso a Europa estaba asegurado. Todos los equipos le hicieron ofertas pero él sabía que el Ettix era el mejor lugar”, dijo John Jaime González.

Desde su llegada al equipo sorprendió a los entrenadores de la escuadra belga. El viento y el pavés eran las principales dificultades que podía tener en su proceso de adaptación en la ruta. Pero Gaviria no tuvo ningún problema y dejó con la boca abierta a sus manejadores desde sus primeras excursiones en territorio europeo.

Una etapa en el Tour a la República Checa y otra en el Tour a Gran Bretaña fueron sus primeros triunfos al servicio del Quickstep en el 2015. Allí pudo contar con los consejos de Cavendish y hasta con ayuda en los embalajes como fue el caso de la victoria en territorio británico.

Según los especialistas, Gaviria no es tan parecido a Cavendish, el colombiano es más completo. Para su entrenador se parece más a Peter Sagan pero teniendo más velocidad. “Fernando es más completo que el típico esprinter. Él no tiene problemas para pasar un puerto de segunda categoría y creo que esa ha sido una de las razones de su éxito en el Giro porque al haber pasado los puertos montañosos con menos dificultad que los otros velocistas ha tenido más piernas para las llegadas”.

Mientras que para Matxin es un corredor único en su clase, que no se parece a Cavendish, a Sagan, ni a nadie. “Fernando cuenta con unas condiciones que no tienen igual. Si se lo propone puede ganarlo todo clásicas, etapas, lo que quiera”.

Y es que las clásicas son las carreras que más llaman la atención de Gaviria. Su principal objetivo son los monumentos, que son las cinco carreras de un día más prestigiosas del calendario internacional.

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El primer acercamiento a esta clase de recorridos lo hizo en la Milán-San Remo en 2016. El manager del equipo, Davide Bramati, se la jugó llevando al colombiano a esta carrera en contra de la voluntad del dueño del equipo, quien consideró que un joven colombiano de 21 años no estaba preparado para la dureza de esta prueba.

Gaviria volvió a asombrar pues se mantuvo hasta la definición pero cuando ya se iba a terminar la carrera sufrió una dura caída y se perdió la posibilidad del triunfo. Sin embargo, probó que tenía la categoría  para ganar en San Remo en el futuro.

En el 2017 regresó como favorito y tuvo una destacada actuación llegando quinto en una jornada en la que una fuga de tres corredores definió la victoria. Actuación que avecina que ganará este monumento en varias ocasiones durante su carrera.

Otra victoria histórica en este año fue en la Paris Tours. Gaviria hizo un esprint de 800 metros y aguantó su ritmo explosivo sin que nadie pudiera acercársele.

Patrick Lefévère, patrón del Quickstep, alabó al colombiano tras esta brillante demostración. “¿Para qué quiero a Sagan, si Gaviria es más joven y va a ser mejor, va ser capaz de ganar más aún, y encima no es un señorito que exige traer a sus amigos al equipo. Gaviria puede ser un nuevo Boonen, ganar en Roubaix y en San Remo. Todo lo que quiera. Es un fenómeno. Un sprinter que vale para algo más que ganar etapas y que no depende, como la mayoría, del funcionamiento de su tren”.

Esta es otra de las sublimes cualidades de Gaviria. Es capaz de ganar de distintas maneras y se adapta a la condiciones que pueda encontrarse en el camino sean favorables o no. En el caso del Giro ha ratificado este talante. Por ejemplo en la etapa 3 hizo un ataque aprovechando el viento con su equipo que remató después de haber ayudado en la fuga.

En la etapa 13 demostró su poderío remontando y dejando atrás a ocho corredores en los últimos 300 metros antes de la llegada, encontrando callejones sin importar el haber perdido el contacto con su escudero Maximiliano Richeze. Una acción que alabó todo el mundo del ciclismo.

Inclusive Mark Cavendish elogió lo hecho por el colombiano y agradeció que no iba a estar en el Tour de Francia.

Para su entrenador en Colombia, su rendimiento en el Giro no es sorprendente. “Él se preparó para lograr todos esos triunfos", dijo el estratega que lo ha llevado por el camino de la victoria durante los últimos años de su carrera.

¿Cómo lo logra? Todo vuelve al inicio, su deseo de ganar es tan fuerte que él no ve obstáculo que no pueda superar. Siempre corre seguro de sus habilidades y su fortaleza mental es propia de los grandes corredores de la historia.

Es por esto que Matxin, scout del Quickstep, considera que él será el precursor de un antes y un después del ciclismo colombiano. “Va marcar la historia del ciclismo de Colombia. Él le va a enseñar al país lo que es ganar clásicas y clasificaciones de puntos en las grandes vueltas”.

Y así lo ha hecho,  el colombiano conquistó la ‘maglia ciclamino’ que lo acredita como el mejor de la clasificación de puntos de la carrera. Para hacerlo, además de dominar en las llegadas y las metas volantes tuvo que superar un recorrido de 21 días con montaña, la primera ocasión que debía afrontar esta clase de prueba.

Lo logró sin ninguna clase de problema y hasta le alcanzó la energía para divertir a los aficionados montando en una sola rueda en la escalada a Oropa, una de las más duras del Giro.

Jajajaja que grande @FndoGaviria pic.twitter.com/fYo7FOgEBJ

Es esta personalidad y estas condiciones las que hacen que su éxito en el futuro esté asegurado. No cabe duda que serán muchas las alegrías que el escarabajo que corre como un bólido le va a dar al país.