Los desafueros de futbolistas colombianos en el exterior

Hace cuatro meses el delantero colombiano Duver Riascos, entonces jugador del Tijuana de México, vivió uno de los momentos más amargos de su carrera futbolística al fallar un penal definitivo en el último minuto ante el Atlético Mineiro, el cual le habría dado a su club el pase a semifinales de la Copa Libertadores, finalmente conquistada por el conjunto brasileño. 

Hace ocho días, el jugador experimentó una sensación similar en su club actual, Pachuca, donde los hinchas lo han cuestionado por su falta de gol esta temporada. Esta vez el desencanto se tradujo fuera del terreno de juego. En su cuenta de twitter Riascos publicó: "Me chupan un hue… todos los habladores de peste me vale ver... lo que piensen jajajaja si se mueren también me da igual muerdanse el codo".

Ante las críticas de algunos de los más de 17.000 seguidores de la cuenta de Riascos, el futbolista decidió convocar una rueda de prensa en la que manifestó: “A toda la afición ‘tuza’ y todos los aficionados del fútbol, a la respetable prensa, a través de la presente quiero ofrecer una disculpa pública por los hechos suscitados el domingo en mi cuenta de Twitter”.

El hombre de Buenaventura reconoció que no respetó los códigos de ética de la Federación Mexicana de Fútbol “ni el reglamento interno de la gran institución a la que pertenezco”. 

Por este motivo, la Comisión Disciplinaria de la federación dio a conocer una sanción de dos mil 320 días de salario mínimo, lo que equivale a más de once mil dólares. 

“Estoy apenado y a pesar de haber sido insultado por otras personas eso no me acredita para poder hacerlo yo también”, agregó el ex jugador de América y Deportivo Cali, quien se comprometió a ser un ejemplo para la niñez y la juventud y “ayudar a cubrir las expectativas que todos tienen por mí y por el equipo en Pachuca”.

Días después, el mediocampista del Inter de Milán Fredy Guarín protagonizó otro desaire con la respectiva afición "tifosi". Al salir sustituido en el momento en que su equipo perdía 0 – 1 en casa ante la Fiorentina, los hinchas lo silbaron, y el hombre de Puerto Boyacá no tuvo reparos en agitar su mano mirando a la tribuna. 

Luego del partido, en donde el Inter finalmente remontó con goles del argentino Cambiasso y el brasileño Cícero, Guarín declaró: "Era un momento difícil y no quise insultar a nadie, sino que buscaba que sean el jugador número doce. Somos un equipo nuevo y los seguidores son muy importantes para nosotros, en especial en casa. Si alguien entendió mal, pido disculpas".