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HAPPY HORA

La mayor asistencia a una pelea y una ganancia millonaria, dos nuevos récords del Happy Lora

8 de diciembre de 1986

A demás de ser el único campeón mundial de boxeo que tiene Colombia, de ser un deportista juicioso, de hablar de corrido y de ser un proyecto de show-man ya tentado por la televisión, Miguel Happy Lora va a conseguir el próximo sábado 15 de noviembre un nuevo récord personal: el del boxeador que más público ha llevado a una pelea en Colombia.
El pequeño gigante, campeón mundial de los pesos gallos por el Consejo Mundial de Boxeo, logrará ese nuevo punto en el Estadio Metropolitano de Barranquilla, tras una estruendosa promoción en la que los organizadores parece que todo lo han, sabido hacer: desde invocar el patriotismo para lograr una reducción en los impuestos municipales, hasta entregarle al evento el ambiente hostil infaltable para subir la temperatura del interés.
Se estima que a las graderías del nuevo estadio de Barranquilla (que desde el jueves 13 por la mañana comenzará a ser acondicionado para la pelea) llegarán sesenta mil personas que pagarán entradas desde los seis mil hasta los 15 mil pesos. Tales precios superan a los de las más famosas corridas de toros y, en Colombia, sólo han sido sobrepasados por los shows de El Puma y Raphael en ciertas discotecas de Medellín. A pesar de esos precios, las primeras boletas en agotarse fueron las de ocho mil pesos para arriba.
Aparte de ese número de espectadores en vivo y en directo, por televisión la pelea llegará a unos diez países (Japón, Italia, Argentina, México, Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana, Perú, Estados Unidos...), debido a que también en materia de comunicaciones los manejadores del show deportivo han sabido moverse en el exterior y, además, por el prestigio que tiene el retador, Alberto Dávila.

UNA BOLSA PARA TODOS...
Ese número de espectadores en el Metropolitano, de acuerdo con quienes mantienen estadísticas frescas, hará que la pelea sea la más asistida en América Latina y todo el dinero que suponen las entradas y los derechos de televisión, repercuten en lo que ganarán los dos púgiles por subirse al cuadrilátero.
Happy Lora se hará a cien mil dólares (21 millones 500 mil pesos) y Dávila se llevará a su sede en Estados Unidos, sesenta mil dólares (12 millones 900 mil pesos). La bolsa, que es baja si se compara, como mero ejemplo, con la que obtuvo Rodrigo Valdés al enfrentar a Carlos Monzón en Mónaco (250 mil dólares), es altísima si se tiene en cuenta que la categoría gallo no cuenta mucho en ese universo de dólares que es el mundo del boxeo.
Aparte de los ingresos directos por presentarse en el cuadrilátero, saludar a la tribuna, escuchar los himnos y fajarse a golpes, los púgiles recibirán otras contraprestaciones económicas: Happy, por ejemplo, llevará en su pantaloneta la mención comercial de Coltefinanciera y las vallas publicitarias que rodeen el ring, serán también comercializadas por los empresarios de la pelea. .
Desde el punto de vista deportivo, de acuerdo con los expertos, toda la expectativa alentada desde los escritorios de los manager se verá correspondida porque se trata de dos boxeadores buenos y con ganas. De Lora, se sabe, tiene velocidad y fuerza para merecer la corona, y de Dávila se conoce su gran condición física y su hoja de vida llena de triunfos: fue campeón mundial en su categoría y debió abandonar el cetro por una dolencia en la columna vertebral y desde hace cinco años no pierde una sola pelea.
Tales ingredientes deportivos y aquellos factores de promoción publicitaria y de monto de dinero, hacen que la del próximo sábado pueda ser --esa sí--llamada la pelea del siglo, no porque se esté jugando un título en las más altas categorías, sino por los récords de asistencia y de billete que se estarán rompiendo en Colombia.