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HERRERA, MODELO 86

Con grandes progresos físicos y técnicos, Luis Herrera puede mejorar en el 86 Lo que hasta ahora ha hecho en el Tour de Francia

23 de junio de 1986

Pocos días antes del inicio de la prueba, alguien había dicho que Luis Herrera no estaba en su mejor forma. Que la tendinitis lo había atacado en las prácticas. Que éste no sería su año. Algunos incluso llegaron a pensar que el bretón Bernard Hinault, cinco veces ganador del Tour de Francia, podría ser el primer extranjero que se llevara el Clásico RCN.
Pero el propio Herrera se encargó de desmentirlos a todos, desde las primeras de cambio. En efecto, durante el prólogo de 7 kilómetros 600 metros celebrado en terreno completamente plano en Medellín, "El jardinerito" no se contentó con marcar un buen tiempo, sino que impuso el mejor, con un segundo menos que Hinault, que había sido señalado esa mañana como el archifavorito para ganar esa primera prueba.
La sorpresa fue general. A Herrera se le conocen desde hace años sus grandes habilidades en la montaña. Su coronación el año pasado como rey de esta modalidad en el Tour de Francia fue apenas la confirmación de lo que muchos sabían de antemano: que Herrera era el mejor escalador del mundo. Pero que le ganara a Hinault en un recorrido contrarreloj en terreno plano, eso sí no estabA entre los cálculos.
De ahí en adelante lo demás fue lo previsto. El ciclista fusagasugueño barrió en la primera etapa de gran montaña, entre Medellín y Riosucio corriendo con la misma suficiencia de siempre en el terreno de ascenso, a pesar de que contó con muy poca colaboración de sus compañeros del equipo Varta-Café de Colombia, que no le aguantaron el paso. Dos días después, en la contrarreloj de montaña entre Cali y el kilómetro 18 de la carretera a Buenaventura, Herrera "voló". Acabó con todos los pronósticos e impuso 39 minutos y 15 segundos, un minuto y 56 segundos menos que el venezolano Elio Villamizar, segundo en la etapa, y 2 minutos y 44 segundos menos que Hinault, quien ese día sacó la cara y ocupó el terce lugar.
EL NUEVO HERRERA
Pero como bien lo explicó el comentarista deportivo del diario El Tiempo José Clopatofsky, lo anterior no corresponde únicamente a la confirmación de la clase de gran ciclista de Herrera. Hay algo más."El modelo 86 de Luis Herrera", según Clopatofsky. Un deportista nuevo, mucho más completo, mucho mejor preparado y mucho más maduro.
El secreto de esta nueva cara parece radicar en la preparación física, técnica y anímica del escarabajo. En el terreno físico, Herrera ha llevado a cabo un duro entrenamiento cuyo objetivo central ha sido aumentar de peso y de masa muscular, para hacer de él un atleta más compacto, y en una palabra, más fuerte. En el terreno técnico, el preparador del equipo Varta-Café, Jorge Tenjo, ha concentrado el trabajo en mejorar las condiciones de Herrera en el terreno plano y las pruebas contrarreloj. Alrededor de 30 sesiones en velodromo han servido para que el ciclista haga grandes progresos en cuanto a su potencia y su ritmo. Finalmente, en el terreno anímico, Tenjo habla específicamente de madurez, ya que Herrera es hoy un hombre menos tímido, de mejor humor, que soporta con relativa facilidad el asedio de las multitudes y que sale bien librado de los interrogatorios de la prensa, todo lo cual lo ayuda a sentirse bien.
Como si fuera poco, Herrera está corriendo en una bicicleta de carbono, especialmente diseñada para él. El manubrio, fabricado por la firma Mavic, responde al milímetro a sus características anatómicas. Por otra parte, el corredor se ha acostumbrado a trabajar con la rueda lenticular para las contrarreloj y eso puede significar una mejora sustancial en esas competencias, cuando llegue la hora de pedalear en Europa.
LO QUE SE PUEDE ESPERAR
Europa. Precisamente ese es el punto. Una vez aceptado que Luis Herrera es hoy en día mucho más profesional, mucho más ciclista que el año pasado, la pregunta es, ¿qué podrá hacer en el Tour de Francia? Lo único que se puede decir con certeza es que está en capacidad de hacer cosas muy grandes.
Si el año pasado se ubicó con gran comodidad entre los 10 primeros de la clasificación general y se quedó con la camiseta de puntos rojos del rey de montaña, este año, según algunos, puede incluso llegar a disputar los tres primeros lugares. Claro que todo puede pasar: una caída, una enfermedad, un error, y por eso es difícil hacer predicciones. Parece incluso que, por aguero, los comentaristas deportivos, los preparadores y directivos y el propio Herrera, hubieran hecho un pacto para no hablar de ganar el Tour.
Por aguero y también por el deseo de no crear de pronto falsas expectativas.
¿Qué tiene Herrera en su contra? Que los europeos siguen siendo los grandes conocedores de las largas etapas en terreno plano, del viento de costado, del frío, de la lluvia y del tristemente célebre pavé, que el año pasado sacó de la pelea a Pacho Rodríguez, después de que éste fuera tercero en la Vuelta a España. Y también, que Herrera no cuenta, dígase lo que se diga, con un equipo en capacidad de dar la pelea y respaldarlo en los momentos indicados. La presencia de un técnico europeo como Geminiani puede significar mucho, a favor y en contra.
A favor, porque se trata de un viejo zorro de las estrategias. En contra, que ya en el 83 se demostró que los ciclistas colombianos no son fáciles de manejar por parte de un técnico europeo. Algo de lo anterior se vio en la reciente Vuelta a España, donde la actuación colombiana fue inferior a las expectativas, en buena parte debido a desobediencias en el terreno técnico y estratégico, según lo declaró el propio Jorge Tenjo.
Sin embargo, lo que no se puede discutir es que Herrera se está mostrando en excelentes condiciones. Su triunfo contundente en el RCN así lo indica. Y por eso, no hay duda de que este año, por primera vez, existen verdaderas posibilidades de pasar de una vez y para siempre a la historia de los grandes del Tour de Francia.-