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IL CAPO CANNONIERE

Gabriel Batistuta se consolidó este año como uno de los mejores futbolistas del mundo y entró en la historia de este deporte.

18 de enero de 1999

El asunto no deja de ser irónico. La semana pasada la Fifa anunció a los candidatos para el galardón del mejor futbolista del año y los tres opcionados para llevarse el trofeo son el brasileño Ronaldo,el croata Davor Zuker y el francés Zinadine Zidane. Nadie duda de la calidad que tiene este fabuloso trío de goleadores a pesar de que ellos, al igual que sus equipos _Real Madrid, Juventus e Inter_, atraviesan esta temporada por un momento difícil. Lo cuestionable del asunto, para algunos, es que considerando que todos los nominados son delanteros el honor de ser reconocido como el mejor del mundo debía recaer en un jugador que ni siquiera está en la prestigiosa lista y que, sin lugar a dudas, ha demostrado con sus goles ser el mejor delantero del planeta en la actualidad: Gabriel Omar Batistuta.
Aunque es evidente que el parámetro para la nominación de la Fifa lo dio el pasado Mundial de Francia 98, en el cual la obstinación del seleccionador argentino, Daniel Pasarella, evitó que Batistuta pudiera brillar, lo cierto del caso es que no deja de tener cierto sinsabor ya que, por encima de Ronaldo, Zuker y Zidane, el delantero gaucho ha demostrado ser mucho más eficiente haciendo su trabajo: meter goles. Tanto, que los italianos le llaman 'Il capo cannoniere', o 'El jefe cañonero'.
El argentino está pasando un momento mágico. En la actual temporada del calcio italiano lleva 13 goles en igual número de partidos, y ninguno de penal, cinco más que sus más inmediatos perseguidores Hernán Crespo del Parma y Marco Delvecchio de la Roma. Pero esto es sólo el comienzo. Hace algunas semanas Batistuta inscribió su nombre con letras de oro en la historia al superar el récord de su compatriota Abel Balbo como máximo goleador extranjero, quien dejó su cuenta en 110 goles. Hasta la semana anterior 'Batigol' sumaba 137 goles en los siete años que lleva jugando en Italia. Sus anotaciones en la actual temporada han sido fundamentales para que la Fiorentina marche primera en el exigente balompié itálico. Y como si todo lo anterior fuera poco, encabeza el ranking de goleadores mundiales que realiza la Federación de Historia y Estadísticas de Fútbol.
Batistuta está primero en la lista con 13 goles _sólo se cuentan los partidos de este año con la selección nacional y las competencias internacionales a nivel de clubes_, superando, entre otros, a Suker, el chileno Marcelo Salas y Ronaldo. Después de ver este panorama resulta aún más desconcertante la exclusión del argentino del listado de candidatos a mejor futbolista del mundo. Sin embargo, a pesar de que la Fifa no lo haya tenido en cuenta, lo cierto del caso es que él no necesita del reconocimiento del máximo organismo del fútbol para seguir haciendo crecer su historia que comenzó hace 29 años en un pequeño pueblo argentino.


No quería ser rey
En Reconquista, el lugar en donde creció y vivió su adolescencia Gabriel Omar Batistuta, aún les cuesta trabajo creer que ese muchacho de aspecto desgarbado y fofo al que sus amigos apodaban 'El gordo' sea el máximo goleador extranjero del calcio y de la selección argentina por encima de Diego Armando Maradona. Aquellos que lo conocieron en sus primeros pasos aún no entienden cómo aquel muchacho que le dedicó más tiempo al baloncesto y que sentía una gran pasión por la caza es el futbolista suramericano más importante en la actualidad en Europa.
Batistuta llegó tarde al fútbol y en su familia no existían antecedentes que hicieran prever que sería futbolista. Cuando empezó a recorrer las canchas su mayor ilusión era ser un futbolista más en la liga regional de Reconquista. Allí, sin muchas ganas y empujado más por sus amigos de barrio que por sus convicciones, empezó a jugar. Un buen día su equipo enfrentó a la selección juvenil de Argentina en la que estaban jugadores como Redondo, Lalo Maradona o Fabri. Batistuta los dejó viendo un chispero y con gran desparpajo consiguió dos majestuosos goles. Un cazatalentos de Newell's Old Boys recomendó ficharlo. De ahí en adelante todo se sabe. Se marchó a River Plate, luego a Boca Junior y más tarde a la Fiorentina Desde ese entonces el fuego de sus goles sigue sin apagarse como lo muestran sus estadísticas (ver recuadro)
Desde entonces mucho ha cambiado en la vida de Batistuta, un hombre que no se siente el héroe en Florencia, donde los tiffosi lo agobian a cada instante, o en Argentina, donde sus andanzas deportivas alcanzan tintes históricos. Su vida fuera de los estadios no responde al prototipo de la megaestrella que es. Pero así lo ha decidido él, quien sabe que las únicas hazañas importantes se escriben sobre la hierba. Y allí Batistuta es el último gran héroe.