Home

Deportes

Artículo

Josep Guardiola en el evento de la entrega del Balón de Oro de la FIFA | Foto: EFE

FÚTBOL INTERNACIONAL

“Intentaré hacer en el Bayern lo que hice en el Barcelona”

Pep Guardiola, considerado el técnico de fútbol más revolucionario del planeta, habla de su filosofía para alcanzar el éxito.

17 de enero de 2013

Hace unos días, en Zúrich, Pep Guardiola,  considerado el técnico de fútbol más revolucionario del planeta, habla de su filosofía para alcanzar el éxito. El exentrenador del Barcelona –equipo con el que obtuvo 14 títulos casi de manera continúa- ahora será el técnico del poderoso Bayern de Munich. Aquí están sus conceptos en una entrevista publicada en la página oficial de la FIFA.

Pep, ya se ha vuelto costumbre verlo en la Gala del Balón de Oro. Este año, incluso, pese a llevar más de seis meses fuera del circuito profesional. ¿Ya se ha habituado a este tipo de acontecimientos? 

Bueno, uno no se hace entrenador para venir a estos eventos. Sí es un orgullo y un honor estar aquí por tercera vez consecutiva. Pero ni mucho menos uno piensa que es merecedor de esto, ni que es mejor que cualquier otro. Simplemente tuve la suerte de dirigir a un equipo muy bueno y eso me da la posibilidad de estar aquí.

Cuando se fue del Barcelona manifestó sentirse vacío ¿Cómo se encuentra en la actualidad? 

Estoy bien. Llegó un momento en que uno decidió que basta. La familia también se merecía mucho más de lo que le di en los últimos años. Y ahora estamos viviendo una aventura, otra manera de vivir seguramente distinta. Pero aunque no lo parezca tengo sólo 41 años, que para ser entrenador es joven, y este año volveremos a entrenar.

La elección de Nueva York como hogar, una ciudad no tan emparentada con el fútbol, le habrá dado un poco de aire y tranquilidad. ¿Es así? 

Cuando uno es futbolista siempre piensa en fútbol. Y cuando es entrenador aún más, siempre está presente. Pero sí es verdad que social y culturalmente Estados Unidos no es un país de soccer. Sí hay otros deportes que están más integrados a la ciudad. Allí viven 14 millones de habitantes y cada uno va a lo suyo. Bueno, nosotros vamos a lo nuestro (sonríe): a vivir, a conocer esa vida, y a disfrutar las millones de cosas que tiene para ofrecer.

Entonces Guardiola puede caminar tranquilo por allí…

¡Y en Barcelona también! Siempre voy a caminar tranquilamente, aunque es verdad que allí pasas completamente desapercibido.

¿Qué cosas ha extrañado del fútbol en esta etapa?

El juego en sí. De todo lo que rodea al fútbol, poco. Cómo un equipo juega, cómo puedes ganarle, las particularidades tan precisas referidas a qué jugadores tienes y puedes utilizar para poder ganar un partido. Esa es la única razón por la que al menos yo estoy en este invento. Si no fuera esto… (Piensa) Todo lo demás, no es una cosa de la cual necesite constantemente. Puedo vivir perfectamente sin ello, y digo más: se vive mucho mejor sin ello. Pero el juego en sí, es apetecible.

¿Qué tiene que tener un proyecto para seducirlo?

Como todos los entrenadores, que alguien te quiera. Es tan simple como eso. Las pretensiones, por muy bien que hayan ido, no cambian. Sentirte querido es lo más importante de nuestras vidas, por nuestra gente y por un club, lo mismo. Que te demuestre que te quiere e imaginar que puedes pasártelo bien. Como dije cuando llegué a Barcelona: no voy allí pensando en ganar títulos en el mes de mayo sino en pasarlo bien y a que los jugadores intenten hacer lo que tú crees que es mejor para ganar los partidos. La idea es disfrutar del juego.

Por lo pronto, tantos éxitos han dejado el listón bien alto para su regreso. ¿Es una presión extra?

¡No te lo cambio! Prefiero seguir así, habiendo hecho lo que he vivido que al contrario, que empezar en un sitio donde tienes que ganártelo. Es un poco distinto: cuando empecé en mi casa el 86 u 87 por ciento no me querían. Ahora, debido a lo bien que ha ido todo, habrá algún equipo que tendrá más interés en mí. Estas cosas pasan y en la vida no las controlas: hicimos lo que hicimos entre todos, entre tantísima gente, y me llevo los recuerdos de todo lo que viví en estos años. Aunque puedan decir lo que quieran decir, lo que viví me pertenece a mí y nadie me lo puede quitar.

Durante estos meses han sobrado rumores sobre un eventual retorno: muchos clubes, las selecciones de Brasil y Argentina. ¿Le llegaban hasta Nueva York? 

Hace años era imposible, pero hoy día hay una máquina que se llama ordenador, Internet, donde estás conectado constantemente. Sólo es comunicarte con tu gente, hablar y saber qué pasa. Y no hablo de interés sobre lo que se dice de uno, sino de lo que pasa en el mundo… las informaciones llegan.

¿Y qué le generaban en la distancia? 

Me incomodaba por los entrenadores que estaban trabajando al momento. A mí no me gustaría estar en un sitio entrenando y que los clubes mismos generaran informaciones estando yo allí. Pero en esto sí que he estado alejado de todo, sigo estando alejado y estaré alejado por respeto a la gente que está haciendo su trabajo. Dicho esto, uno piensa que le dan la oferta no por lo bueno que es, sino por lo que ganó. Nosotros ganamos mucho y por esto me quieren ahora un poco más que cuando empecé, que sólo creían tres o cuatro personas en el Barcelona. Los demás no lo pensaban así.

¿Y respecto a las selecciones? ¿Dirigiría a alguna?

Yo pienso que la selección debe ser dirigida por alguien del país. No pienso que lo que pueda aportar sea diferente a lo que pueda aportar alguien de allí. A nivel mediático, la prensa es más receptiva. El trabajo de selección es un período muy corto y es muy importante que la relación entre un seleccionador y los medios de comunicación cree una paz general. La selección es algo muy identificado con un país, que la gente lleva en la sangre, y ante la mínima dificultad siempre se condicionaría. Es mucho mejor la gente que ama a su propio país, que conoce la idiosincrasia y las claves que tiene cada país, cada selección… siempre es mucho mejor.

En una entrevista pasada nos dijo que “la táctica son los jugadores”. Teniendo en cuenta ese principio, ¿se puede trasladar el juego del Barcelona a otro equipo? 

Es que el principio del Barcelona era muy simple: jugar con el balón, hacerlo todo con él. Todos los futbolistas que hay en el mundo un día se dedicaron a jugar al fútbol porque en cualquier sitio de su pequeño pueblo o gran ciudad, donde sea, pegaron una patada al balón y les gustó. El sistema del Barça, aunque la gente diga que es muy complicado, es tan simple como eso: tenemos el balón y a ver si nos lo quitan; nos lo pasamos lo más posible y a ver si hacemos el gol. Eso es lo que yo recibí de mis predecesores y lo que intenté transmitir cuando estuve. Lo que hacen ahora no lo sé, pero imagino que es similar por la forma en que les veo jugar. Por tanto, lo que es evidente es que cuando uno va a entrenar al sitio que sea tiene que transmitir aquello que siente. Y lo que intentaré hacer en el futuro es lo que he hecho cuando jugaba, lo que sentía, o como hace 5 años que entrené: atacar lo mejor posible, coger el balón y que se la pasen los jugadores de la misma camiseta.

En ese contexto, imaginamos el orgullo y el placer que sentirá al ver el Barcelona de Tito Vilanova… 

Sí, por supuesto. Es el mejor regalo, el mejor premio que uno puede recibir personalmente: que todo siga bien. Cuando uno hace las cosas bien, pueden seguir yendo bien y es un gran honor para mí. Que después de lo que yo recibí, poder retransmitirlo en la medida que pude y que las cosas sigan funcionando tan bien es el mejor premio.

Hablando de Tito Vilanova, ¿cómo le afectó personalmente su recaída de salud?

Mucho. Pero sé que será fuerte y que está en muy buenas manos médicas, con un club que le protegerá y sobre todo con su familia que está a su lado, y que seguro estará dispuesta a luchar para sacarlo adelante.

Terminó la primera ronda de la Liga y Barcelona le ha sacado muchos puntos al Real Madrid. ¿Está cerrada ya? 

Tendrían que pasar demasiadas, pero demasiadas cosas como para que Barcelona perdiera esta liga. No me lo parece, la distancia es casi inalcanzable. No porque el Madrid no pueda ganar todos los partidos, pero no me parece que el Barcelona pueda perder tantos también. Es demasiado. Son jugadores acostumbrados a ganar y que tienen muchas virtudes. Me parece que la Liga está muy definida.

Ya que hablamos de la Liga, sabemos que usted es un admirador personal de Marcelo Bielsa al que alguna vez calificó como “el mejor del planeta”. ¿Qué puede decirse de él en la actualidad, con el Athletic de Bilbao en horas bajas?

Es difícil hacer un análisis cuando no se está, aunque creo que el legado que dejará será muy pero muy grande. Lo que hicieron el año pasado fue enorme, el partido que tuvimos con ellos fue de los mejores que hayamos enfrentado. Han perdido piezas muy importantes y es un club donde fichar cuesta, porque su mercado es muy reducido. Si me preguntan la opinión personal respecto a él, no es que sigue siendo la misma: es superior. Está intacta mi admiración. En cómo afronta las dificultades: admiro su valentía y cómo se pone al frente cuando va mal. Su manera de buscar soluciones a través de su metodología y de su trabajo. Intento aprender mucho, porque sé que el deporte no es estar siempre en grandes momentos. Y admiro la fortaleza que tiene cuando las cosas no van bien. Creo que para el fútbol español y el fútbol en general es un regalo que Marcelo siga estando con esa energía.