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| Foto: Bayern Múnich

FÚTBOL

De la mano de James, el héroe de la clasificación

El 10 de la Selección fue determinante para que Colombia volviera a un mundial. Su contribución va más allá de los números.

11 de octubre de 2017

James Rodríguez puede ser el mejor jugador de la historia de Colombia. El 10 que casi veinte años después llegó para llenar el vacío del Pibe Valderrama, hasta entonces el mayor emblema del fútbol nacional. Pero el sucesor superó a quien era una leyenda. Y ahora, a sus incontables gestas, habrá que sumarle una más. Fue el principal héroe de la clasificación colombiana a un Mundial.

El 10 marcó el gol del empate frente a Perú, con pie derecho, que a la postre le dio la clasificación a Colombia. El volante apareció en el momento en el que la Selección más lo necesitaba y ratificó que es el jugador distinto del plantel, conduciendo al equipo a su sexto Mundial.

Su aporte no fue solo el gol. En la noche del martes sudó hasta empapar su camiseta, corrío como si fuera un  atleta, bajó a defender, se tiró al piso cuando hubo que hacerlo, metió pierna al rival cuando la situación lo recomendaba, además de su acostumbrada labor como conductor del equipo. 

Una muestra que cuando quiere, puede aportar en estas dos fases del juego –ofensiva y defensiva- lo que le va a servir para ganarse un puesto en el Bayern Munich en el proceso que va a iniciar con el técnico Jupp Heynckes cuando regrese al equipo bávaro.

James fue el máximo goleador y asistidor de Colombia en las eliminatorias. En total acumuló 6 goles y 4 asistencias en los 13 partidos que jugó del clasificatorio. Mientras que se debió ausentar en cinco encuentros por culpa de las lesiones.

Todo esto lo hizo al margen de su complicada situación en el Real Madrid, que fue el equipo en el que estuvo en gran parte de las eliminatorias, exactamente 14 encuentros. Cada vez que James se ponía la camiseta amarilla se olvidaba de sus problemas en el club merengue y sacaba a flote su mejor juego.

Y es que cada vez que se enfunda la 10 de la Selección, Rodríguez es un jugador fuera de serie y su aporte es clave para el buen desempeño del equipo que cada vez que James marca ha sumado. Cuando James celebra se lograron cuatro triunfos y dos empates para un total de 14 de los 27 puntos de Colombia.

Con solo 26 años, el volante del Bayern Múnich ya es el tercer máximo anotador de la Tricolor con 21 goles, incluyendo el logrado en el estadio Nacional de Lima,  solo  superado por Arnoldo Iguarán y Radamel Falcao García.

Pero el aporte de James no se queda en las estadísticas y su liderazgo en el grupo se hizo evidente con el pasar de los encuentros. James asumió la responsabilidad de llevar la cinta de capitán desde el retiro de Mario Alberto Yepes y solo la cedió a Falcao García en los dos últimos juegos con Paraguay y Perú.

El bagaje de James se nota sobre el grupo y su experiencia jugando con el mejor equipo del mundo en los últimos años sale a relucir sobre sus compañeros menos experimentados. Esa jerarquía se nota contra los rivales más encopetados pues ya no se asumen esos encuentros con el temor de otras generaciones.

James también debió batallar con las críticas después de los resultados complicados y al ser el jugador más importante del grupo tuvo que asumir la responsabilidad cada vez que el equipo recibía un revés.

El caso más recordado fue cuando hizo una pistola en una concentración en Bogotá en uno de pasajes más complicados con el Real Madrid, reflejando la incomodidad que le generaba su rol bajo el mando de Zinedine Zidane.

A pesar de estos malos momentos logró recuperarse y superar los cuestionamientos sobre su desempeño con la Selección y en el partido más importante dejó su marca para protagonizar una anhelada clasificación al sexto Mundial de la historia de Colombia. Si hace cuatro años la clasificación a Brasil llevó el sello de Falcao García, esta vez tuvo la impronta de James.