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James Rodríguez mientras celebra un gol con Luka Modric (c) y Daniel Carvajal (d). | Foto: AFP

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Las estrellas del Real Madrid se inclinan ante James

Nunca antes en la historia del equipo blanco un jugador colombiano había acaparado tantos elogios como el 10 de la Selección.

7 de abril de 2015

No hay antecedentes en la centenaria historia del Real Madrid de un jugador colombiano que acaparara tantos elogios como en la actualidad lo hace James Rodríguez. Para la muestra el siguiente reportaje escrito por Diego Torres, uno de los mejores periodistas de fútbol en idioma español, cronista del diario El País de España. Se titula: “El vestuario del Madrid prefiere a James antes que a Isco”, en referencia al debate abierto si en la línea titular debe estar el cucuteño o la joya del balompié ibérico.

El texto de El País es categórico sobre el nivel actual de Rodríguez. Léalo aquí:

“Los días de máximo brillo de Isco Alarcón en el Madrid coincidieron con la época más oscura del equipo. En las semanas que van de enero a marzo, cuando los aficionados asistieron con preocupación a la pérdida de 11 puntos en Liga y al ajustadísimo pase a cuartos de la Champions tras caer frente al Schalke (3-4), las actuaciones del jugador malagueño merecieron la exaltación de la hinchada lo mismo que de los medios de comunicación. En la intimidad del vestuario, sin embargo, la competencia de Isco como volante interior fue cuestionada por Cristiano, Ramos y Ancelotti, entre otros.

 Ahora que en la calle se debate quién será el titular en los partidos importantes —si James o Isco—, en Valdebebas prácticamente no existen diferencias. Allí, técnicos y jugadores acercan posturas. En las condiciones especiales de este Madrid, obligado por la estrategia del club a formarse con un 4-3-3 con Bale, Benzema y Cristiano, el colombiano James es más necesario que su colega.

“James será la revelación de la temporada”, decía Ancelotti en octubre, seguro de las posibilidades que le brindaba el mediapunta. El entrenador advertía que James era un futbolista “ordenado” y “claro” cuando entraba en juego en el mediocampo. Encontraba a sus compañeros con facilidad, jugaba a dos toques, entendía los tiempos del partido. Su condición de mediapunta no le impedía operar con oficio más atrás.

Esta no es la opinión que Ancelotti tuvo de Isco cuando le conoció en 2013 ni ahora, después de examinarle durante año y medio. El técnico le pidió en privado que jugara más rápido y le acusó en conferencia de prensa sin nombrarlo tras la derrota (1-0) en San Mamés, cuando dijo que algunos de sus jugadores habían tardado demasiado en filtrar pases. “El pase no llega porque tocamos demasiado el balón y el delantero no tiene tiempo para desmarcarse”, criticó Ancelotti.

Bale y Cristiano viven de las transiciones vertiginosas. Cualquier pérdida de tiempo en la maniobra de ataque puede alertar a las defensas rivales y restarles espacios. Por este motivo han reprochado a Isco que trasladara excesivamente el balón en lugar de buscar la profundidad que le ofrecían con sus desmarques. Cristiano, que además cultiva con James una relación de amistad impulsada por Jorge Mendes, el agente común, tiene más razones para inclinarse por el colombiano.

La reacción de Isco a las críticas internas fue poco menos que ignorarlas. El jugador parece convencido de que debe seguir la misma línea manierista que tanto gusta al público. Los técnicos madridistas observan que su tendencia natural a la virguería es perfecta para jugar por detrás del delantero centro en un esquema de 4-2-3-1. Entre líneas, en el último cuarto de cancha, en espacios cortos, entretener la jugada resulta demoledor para el rival. Pero hacer lo mismo en el mediocampo puede ser destructivo para el propio equipo.

Incluso Ancelotti considera que Isco tiene potencial para convertirse en el mejor especialista del mundo en un 4-2-3-1 por detrás del punta. Pero en el 4-3-3 las funciones que se exigen a los volantes son distintas. En los primeros tres cuartos de cancha es preciso evitar regates, economizar gestos, jugar a uno o dos toques, y acelerar la transición. Esta regla sirve para todos los esquemas y, principalmente, para el 4-3-3. Para esa misión, James está más preparado. Sus estadísticas en Liga le avalan. Isco ha metido tres goles y ha dado ocho asistencias mientras que James, que ha jugado 200 minutos menos, ha metido ocho goles y ha dado nueve asistencias.

“Ahora trabaja muchísimo”, ponderó Ginés Meléndez, el director técnico de la federación, admirado ante la versatilidad de Isco en el Madrid. “En la selección sub-20 hizo maravillas jugando detrás de Morata”.

Isco demostró coraje, clase y voluntad de progresar adaptándose a un puesto para el que no tiene las mejores condiciones. Pero sigue siendo un mediapunta puro. Diego Latorre, que fue figura en el Boca y por sus aptitudes se le parecía, se pone en su lugar: “Isco es un jugador hábil, imaginativo en el último tercio.

Como centrocampista padece un desgaste mayor porque funciona como lateral adelantado. Hoy lo sostiene su juventud y su afán de hacerse un lugar. Pero para rendir al máximo debe estar en tres cuartos de cancha, físicamente fresco, recibiendo el balón con parte de la jugada solucionada”.

Ancelotti intenta presentarse sereno cuando en público le preguntan cuál será el resultado de su veredicto, si James o si Isco. Desliza que puede que hoy (miércoles) contra el Rayo en Vallecas sean titulares los dos. No resta méritos a ninguno. Pero a la hora de las grandes citas, contra el Atlético en Champions, su decisión, salvo accidente, está tomada.

Famoso por su proverbial paciencia, Ancelotti ha perdido los nervios en contadas ocasiones desde que dirige al Madrid. Con sus jugadores es especialmente considerado. Pero la indolencia de Bale, en unos casos, y los raptos improvisadores de Isco, en otros, han promovido algunos de sus cabreos más sonados en el banquillo. Contra el Schalke las cámaras no lo detectaron, pero cuando Lerroy Sané hizo el tercer gol del equipo alemán, Ancelotti señaló a Isco por un descuido en defensa. Contra la Real Sociedad en el Bernabéu, las cámaras de televisión sí registraron al entrenador desencajado, gritándole al muchacho cosas que el destinatario solo pudo intuir:

—¿Ma che cazzo fai?

Isco acababa de lanzar un córner artísticamente al enemigo. El vecino más ilustre e ingenioso de Arroyo de la Miel es un ídolo del pueblo. Pero el preferido de los profesionales es James”.