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Nelson Oliveira, goleador y figura de Portugal. | Foto: Juan Carlos Sierra

ANÁLISIS DEL SUBCAMPEÓN

Jóvenes, discretos, pero enormemente preparados

Portugal había entrado de puntillas en el Mundial Sub-20 de Colombia. Sin grandes estrellas curtidas en la elite, superó el escepticismo reinante con un sólido espíritu de grupo, que les llevó a las puertas de la gloria mundial.

22 de agosto de 2011

De la "generación de oro" de Luis Figo a la "generación coraje" de Nelson Oliveira distan veinte años y muchas diferencias. El talento puro contra la disciplina espartana. El juego de ataque frente a la robustez defensiva. El entusiasmo de la afición contra su apatía inicial.

Más diferencias. El equipo liderado entonces por Figo ganó en los penaltis a la selección de Brasil, la misma que dos décadas después tuvo que emplear 110 minutos para acabar con la resistencia del compacto bloque liderado por el formidable delantero Oliveira.

Discreto, pero firme en sus pasos, la selección de Idilio Vale no entusiasmó a primera vista. Fue conquistando a los exigentes aficionados portugueses como se logra a los grandes amores: poco a poco.

Pasó primera de grupo con dos victorias y un empate y venció a la débil Guatemala en los octavos de final por un pírrico uno a cero. A continuación, el triunfo sufrido ante dos rivales de enjundia, Argentina y Francia, ilusionó a los más escépticos.

"No tiene el talento de la de Figo y compañía, pero ha demostrado carácter y que están muy unidos (...)", comentó el legendario futbolista Paulo Futre, quien recalcó "el mérito tremendo" de esta selección.

La opinión de la antigua estrella de Atlético de Madrid es compartida por la mayoría de entrenadores, técnicos y aficionados lusos.

Un pequeño país de apenas 10,6 millones de habitantes logra competir con naciones con muchos más recursos humanos y económicos, a pesar de los numerosos obstáculos que encuentran los jóvenes futbolistas para progresar en el país.

Los principales clubes de la Liga portuguesa, en oposición a Brasil, apenas dan oportunidades a los jóvenes. Los extranjeros copan la mayoría de las fichas del Porto, Benfica y Sporting de Lisboa.

El ariete Oliveira, el central Roderick y el portero Michael, los tres del Benfica, el medio Sérgio Oliveira y Alex, del Oporto, y el lateral Cédric Soares, del Sporting, son talentos emergentes sin casi oportunidades en sus primeros equipos.

Oliveira, cuya potente zancada y clase recuerdan al holandés Marco Van Basten o al mejor Fernando Torres, es el caso más paradigmático. Considerado el segundo mejor jugador del mundial, detrás del brasileño Henrique, su presencia regular en el primer equipo de "las águilas" es una incógnita.

"No vamos a confundir el Mundial con los campeonatos que se juegan en Europa, son distintos en intensidad y excepto Portugal, España, Brasil y Argentina, los otros equipos son débiles", razonó recientemente el entrenador de Benfica, Jorge Jesús. Los jóvenes tendrán que esforzarse para convencerle.

A parte de Oliveira, a quien ya representa el conocido agente Jorge Mendes, otros destacados futbolistas deberán de demostrar su potencial en pequeños equipos.

Los portistas Alex y Sérgio Oliveira se buscarán la vida en el Santa Clara (segunda división) y Beira Mar, respectivamente; Danilo, medio originario de Guinea Bissau, marchó al fútbol griego por las pocas oportunidades de jugar en Portugal; y Michael (o "Mika") será el tercer portero en el Benfica.

Mientras, los elogios a la "generación coraje" no han hecho más que sucederse desde la última madrugada.

El seleccionador de Portugal, Paulo Bento, destacó su "calidad" y deseó que los clubes lusos apuesten en Sérgio Oliveira y compañía, mientras que el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, les envió un mensaje de felicitación. "Son un estímulo para los jóvenes deportistas portugueses", concluyó el jefe de Estado. EFE