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Mariana Pajón no se decide aun si se quedará en Medellín o en Miami para afrontar los últimos entrenamientos rumbo a Río-2016. | Foto: EFE

JUEGOS OLÍMPICOS

“Van a ser los mejores Juegos Olímpicos de la historia para Colombia”

Mariana Pajón cree que la delegación para Río-2016 hará vibrar como nunca antes al país. Llegará con la marca de favorita, tras coronarse campeona mundial en su natal Medellín.

9 de junio de 2016

Cuando James Rodríguez cayó mal en el partido contra Estados Unidos, y la imagen de su hombro descolocado sobrecogió a los millones de espectadores colombianos, el país cayó en la incertidumbre. El destino del ‘10’ de la selección era incierto y hasta último minuto se mantuvo en vilo su participación en el duelo ante Paraguay. Pero el cucuteño, con esa tenacidad que lo caracteriza cuando viste el emblema tricolor, no solo salió a la cancha: se la devoró. Dio un pasegol y marcó la segunda anotación. Fue el mejor jugador del partido. Colombia celebró por todo lo alto la victoria de la selección y la vuelta triunfal de James solo una semana después de un retorno no menos espectacular: el de Mariana Pajón a lo más alto del podio del BMX.

No muchos recuerdan que la bicicrocista antioqueña, medalla de oro en los pasados Juegos  Olímpicos de Londres 2012, cayó estrepitosamente en la parada por Copa Mundo de BMX de Papendal, Holanda. Tuvo que retirarse del certamen aquejada por el dolor. Los fanáticos colombianos tenían el corazón arrugado, y no era para menos: faltaban menos de tres semanas para que se disputara la parada final, que justamente se realizaría en su natal Medellín, en la misma pista que lleva su nombre.

Algunos medios deportivos especularon con una inminente tragedia. Que Mariana corriera en la tierra que la vio convertirse en la mejor bicicrocista del mundo era casi un hecho para muchos. Que pedaleara por el título en las pistas que doblegó cuando ni soñaba con ser campeona olímpica era tan representativo que parecía un apremio inexcusable del destino. La noticia de su retiro en Papendal no solo nubló el panorama, sino que hizo que muchos imaginaran lo peor: que la anfitriona no estaría para la carrera.

“¡Pero es que yo tenía que correr aquí en mi tierra!”, dice Mariana al auditorio convocado por Directv para presenciar quizá la última rueda de prensa de la deportista antes de Río-2016. Y agrega “¡Y no solo correr! Sino dar el 100 por ciento, porque era mi ciudad. Así estuviera lesionada, lo tenía que hacer”. Como James, que llamativamente soltó que jugaría “hasta cojo” en la selección, Mariana corrió advertida por sus terapeutas, y voló por las rampas de su pista, dio lo mejor de sí y se adjudicó por octava vez el campeonato del mundo de BMX.

Para Mariana, después de lo alto del podio en Londres 2012, su victoria en Medellín ha sido el momento más especial de su carrera. “Ese momento que pasé la meta fue increíble”, recuerda la antioqueña con su voz suave y delicada. Y es que para Mariana, lo que muchos veían como una innegable contrariedad, para ella no era más que un obstáculo que el destino ponía en su camino. “Para mí, no hay momentos difíciles. Hay grandes retos”.

Aquella carrera en Medellín no solo fue importante porque la medallista olímpica pedaleaba ante su público. También consistía en la última parada que entregaba puntos para la clasificación a Río-2016, donde se espera, quizás con más ilusiones que nunca en la historia deportiva de Colombia, que Mariana revalide la gesta dorada y sea el motivo por el que, como hace cuatro años, en el país se prenda la fiesta.   

Los olímpicos de Río están a solo ocho semanas y la delegación colombiana lo sabe muy bien. Por eso, ya se encuentra realizando los últimos ajustes de cara a una participación que muchos creen que será memorable. Y es que es imposible no emocionarse cuando Mariana Pajón eleva las expectativas: “van a ser los mejores Juegos Olímpicos de la historia para Colombia”

“Vamos a ir a dar el 100 %, a disfrutar los juegos y a brindarle muchas alegrías al país”, agrega la bicicrocista, que cree que el país vive la primavera más dulce en su historia deportiva. “Nos juntamos muchos deportistas que teníamos el mismo objetivo. El apoyo ha mejorado mucho. Los atletas ahora pueden vivir mucho mejor del deporte que antes”. No obstante, no todo es color de rosa, pues para Mariana, “aún falta mucho por mejorar”. “Faltan procesos desde el inicio, desde que los niños están en semilleros”, explica Mariana. “Ojalá no nos apoyaran solo cuando estamos altos, cuando cosechamos títulos mundiales”, complementa.  

Para la llegada de la llama olímpica a Suramérica -por primera vez en la historia-, aún faltan muchas emociones. La Colombia de James ya está en los cuartos de final de la Copa América y su juego despierta esperanzas de llegar más lejos. Entretanto, Mariana Pajón no se decide aun si se quedará en Medellín o en Miami para afrontar los últimos entrenamientos rumbo a Río-2016. Solo sabe que, pase lo que pase en los olímpicos, estará satisfecha de haber entregado lo mejor este año. De haberse sacrificado como pocos para despertar, más que emociones, verdadera unión en una Colombia que a veces se ve fragmentada.

“El país se construye desde el deporte. Cuando uno de nosotros compite afuera, es el momento en que más nos unimos. Es el momento en que entonamos el himno como nunca, y que celebramos todos juntos, sin importar quién esté al lado”. Así que cuando Mariana salga a pedalear bajo el sol carioca con la bravura que la caracteriza, y sea cual sea su posición en la meta, el país entero vibrará orgulloso con ella porque, como el dolido James, y quizá como la mayoría de nuestros atletas, es una verdadera luchadora de mil batallas.