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KING NUNCA PIERDE

Aunque parezca mentira, con la derrota de su pupilo Mike Tyson, el promotor Don King tiene otra mina de oro.

19 de marzo de 1990

En el fondo, todo el mundo quería que cayera. Por eso, el pasado 10 de febrero millones de televidentes en el planeta se movieron entre la alegria y la sorpresa cuando el hombre de hierro, el indestructible Mike Tyson, beso la lona en Tokio y perdió el título mundial de los pesados ante el desconocido norteamericano James "Buster" Douglas. Corría el décimo asalto del combate y un Tyson disminuido y confuso no pudo soportar la dosis de golpes de todas las gamas que solto su contrincante. Es mas, cuando en el octavo asalto Mike tiro a Douglas, en la única demostración a lo largo de la contienda de su fulminante pegada, no tuvo arrestos para finalizar la faena en el siguiente round.
Y fue precisamente a raiz de la caida de Douglas, en el octavo asalto, que se formo un mini escandalo propiciado por Don King, manejador de Tyson, quien afirmó que el arbitro mexicano, Octavio Meyran, habia favorecido al retador con un conteo lento. Al comenzar la semana pasada, King, el hombre del "peinado electrico", protestó ante la AMB, el CMB y la FIB--las tres organizaciones que rigen el boxeo profesional en el mundo-el resultado del combate. De entrada, la FIB se pronunció en favor del fallo y reconocio a "Buster" Douglas como el nuevo rey. La AMB y la CMB, que reciben cuantiosas ganancias por cuenta de las promociones de King, tomaron las cosas con calma y en principio se abstuvieron de dar un veredicto, hasta tanto no se revisaran con cuidado los videos del combate. Pero las cosas cambiaron pronto y el pasado miercoles, al tiempo que el gran promotor retiraba la protesta, las dos organizaciones reconocían la victoria de Douglas.

Superado este punto, lo que falta por aclarar son las repercusiones de la derrota de Tyson tanto para el como boxeador como para su manejador y para la división de los pesos en general.

FUTURO DE HIERRO?
En lo que tiene que ver con Mike Tyson, este pagó un precio bastante alto por su indisciplina. Dias antes del combate de Tokio, fue enviado a la lona por uno de sus sparrings durante una sesion de entrenamiento. Sus manejadores no ocultaron que el gran Mike no estaba en el tope de sus condiciones, pero minimizaron el episodio, pues el retador no parecía peligroso y la pelea no era otra cosa que un entrenamiento para el combate contra Evander Holyfield, pactada para el próximo 18 de junio. Lo cierto es que, desde su pelea con Michael Spinks, Tyson ha presentado problemas de indisciplina. fuera de los problemas emocionales que se evidenciaron a raíz del rompimiento con su esposa, Robin Givens, y con el intento de suicidio al estrellar su auto contra un arbol, Tyson se ha mostrado como un boxeador dificil de manejar. La muerte de su antiguo entrenador, Gus D'Amato, el hombre que lo saco de la carcel y lo moldeo para campeón mundial, lo desequilibró.
Tyson perdió a la unica persona en quien confiaba.

Luego vinieron los problemas con sus entrenadores y, finalmente, la caida en brazos de Don King. Ahora Mike Tyson debera enfrentarse al hecho de que no es un superhombre.
En realidad, se trata de un boxeador innato, con una pegada privilegiada pero cuyo exito depende unica y exclusivamente del grado de preparacion con el que enfrente sus combates. No se trata de un hombre que sepa evadir golpes, que camine el rin con la sapiencia de un Ali o un "Sugar" Ray Leonard. Su estilo es mas bien el del peleador callejero. Lanza golpes demoledores con ambas manos, pero demostró ante Douglas que no es muy bueno asimilándolos "Buster", con una excelente preparación y con una táctica inteligente, desnudó las carencias de su rival Douglas, al contrario de otros boxeadores que de entrada han subido a cuadrilatero a correr, evadió los golpes pero no rehusó el intercambio. Es mas, se acercó para aprovechar lo huecos que dejo la débil defensa de Tyson, lo fue minando con golpes en el abdomen y lo remato con una seguidilla a la cabeza. Fue toda una labor de demolición.

Para el ex campeón las cosas no pintan fáciles. Tras ser considerado como el más grande, deberá superar el trauma de un K.O. fulminante. Si se toman en cuenta los problemas psicológicos que lo aquejan, es probable que Tyson no vuelva a ser el de antes y que la actitud arrogante y demoledora que demostraba al subir al ring se torne en desconfianza e inseguridad. Por otro lado, de ahora en adelante sus futuros contrincantes no le tendran tanto miedo y sabran que se enfrentan a un hombre de carne hueso, que puede ser derrotado, y no a una maquina de tumbar gente. En cuanto a las repercusiones positivas, si el asunto se maneja con el debido tino por parte de sus asesores y entrenadores, Tyson puede cobrar conciencia de sus vacios y enfrentar con más seriedad sus próximas peleas. Tyson es un boxeador superdotado en cuanto a la pegada se refiere, pero eso no basta si no va acompañado de una exigente preparación física que lo respalde. Si los golpes recibidos el pasado sabado no lo afectaron más de la cuenta y no le dejaron secuelas diferentes a un ojo hinchado, Mike tiene boxeo para rato, claro esta que, dadas sus condiciones y sus caracteristicas de boxeador callejero, no es posible pronosticarle un futuro que vaya mas alla de los 30 años. Su efectividad radica en una inmensa fortaleza mas que en una reconocida habilidad en el ring, y esta comprobado que un hombre de 30 tiene mas problemas para alcanzar su estado óptimo que uno de 23. Lo más seguro es que el "hombre de hierro" recupere la corona en la revancha contra Douglas, que al parecer ya esta pactada para junio proximo. Pero habra que esperar hasta ese dia para saber si Mike sigue siendo el mismo.

PERDER ES NEGOCIO
De todas formas, sin importar cual haya sido el resultado del combate, el unico que nunca pierde es el promotor Don King. Odiado por muchos y querido por pocos, el hombre del pelo cuercoespin, quien se jacta de no visitar a un peluquero desde 1972, ha doninado la escena del boxeo mundial en las últimas dos decadas con inmenas ganancias. Ha manejado los destinos de más de 250 campeones mundiales, entre los que estan el gran Ali, George Foreman, Larry Holmes y Leon Spinks, verdaderos pesos pesados de los tinglados. Se sabe, por ejemplo, que en el combate Spinks y Tyson se echó tres millones de dolares al bolsillo sin haber arriesgado nada.
Este hombre, que pasó cuatro años de su vida en una carcel acusado de homicidio involuntario, es una especie de Midas del boxeo. Tiene toda una organización que gira alrededor de veladas boxisticas en el mundo entero y, por sus desavenencias con las grandes cadenas norteamericanas, decidió el mismo manejar los derechos de television por circuito cerrado. Esto, que a primera vista parecia una locura, fue un reto que terminó exitosamente para Don King, quien ahora es el que dicta las reglas para las transmisiones.

Para King, el mito de la invencibilidad de Tyson se estaba convirtiendo en un problema. Las peleas de su pupilo ya no despertaban mayor interés y para los anunciantes no era muy buen negocio pagar cifras millonarias para anunciar en un espectaculo que podía durar menos de 10 minutos.
Entonces, como lo hizo con Ali, decidió convertir a Tyson en un trotamundos. Por eso lo llevo a Tokio, donde el hombre de acero cuenta con una gran fanaticada. En realidad aunque a primera vista la derrota de Mike le dañó el negocio de la pelea contra Holyfield, lo cierto es que para King la caida de su mimado se ha convertido en un-gran negocio. Y tal vez por eso retiró-las protestas ante las rectoras del boxeo. Ya esta cuadrando la revancha con Douglas por una cifra super millonaria y, en caso de que Tyson recupere la corona, la pelea con Holyfield batirá todos los records de dinero en la historia del boxeo mundial.

Porque lo cierto del caso es que con un Tyson imbatible la maxima división había perdido interés. Ahora las cosas han cambiado. Hay nuevos ingredientes, nuevas emociones y una tajada de dinero muy grande que King no dejará de aprovechar. Y es que, aunque suene paradojico, con la derrota de Tyson ganó todo el mundo. Ganaron los empresarios, ganó el público, ganaron los apostadores y ganaron los otros boxeadores de los pesos pesados. Solo falta saber si Tyson también ganó algo, aparte de los millones que ya tiene en el bolsillo.-