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LA CICLOMANIA

En el fondo de cada colombiano hay un ciclista latente

26 de noviembre de 1984

El ciclismo, uno de los deporte más duros y que exige mayores sacrificios, se ha convertido e el pasatiempo por excelencia de gra cantidad de colombianos. En el fondo de cada colombiano hay un ciclista latente, pero ya no basta sentarse junto a un transistor y seguir la transmisión radial de la Vuelta a Colombia del Tour del Porvenir. Cada día son más y más los que quieren conseguir una bicicleta de carreras. Lo que era una curiosidad técnica exclusiva de los ciclistas, es ahora un elementc más en los garajes y en los patios de las casas. Colombia está viviendo el boom del ciclismo. Las calles y las carreteras inundadas de bicicletas así lo confirman.
LAS TRIBUS CICLISTICAS
Salir a las ciclovías de las ciudades colombianas puede dar una idea de la gran variedad de subespecies que conforman la fauna ciclística. Solamente en Bogotá, la calle 84 con carrera 71 es un punto ideal para ver todo tipo de bicicletas. De norte a sur y en el sentido inverso transitan despreocupados aquéllos que salen a dar una vuelta o los que quieren llegar a la Plaza de Bolívar. Junto al semáforo, descansan sentados los que cada mañana "suben a Patios", uno de los lugares mágicos de la mitología del ciclismo.
Son siete kilómetros de ascenso entre aquella esquina y el retén que marca el límite entre el Distrito Especial y Cundinamarca. Llegar a Patios es como hacer la primera comunión y a partir de ese instante, cualquiera se siente con derecho a comulgar con rutas más difíciles.
Los trepadores tienen su uniforme completo: camiseta, pantaloneta, zapatillas. Casi todos tienen alguna aspiración deportiva: sueñan con Luis Herrera y quisieran poder escalar aquellos 7 kilómetros en menos de 15 minutos aunque se conforman con lograrlo en 20. Muchos de ellos están afiliados a algún club y suelen participar en las múltiples clásicas y competencias que organiza cada asociación.
Aunque más de un veterano ha intentado aquella ruta, son los jóvenes quienes desafían los peligros de una carretera que, desde hace más de un año, está en reparación y que ha cobrado varias vidas, algunas veces por imprudencia de los ciclistas que bajan "sin frenos", otras veces a causa de conductores que se cierran y mandan al ciclista a los abismos. La ciclovía, es frecuentada por aquéllos que han escogido la bicicleta como ejercicio de fin de semana. No hay límite de edad ni de vehículo. Se ven vetustas monaretas, bicicletas de jardinero, Benottos auténticas y chiviadas, bicicletas de cross con llantas de colores y, de vez en cuando, las sofisticadas Raleigh, Pinarello y Colnago que pueden costar fácilmente más de 100 mil pesos. Los que salen a la ciclovía usan más que todo sudaderas y muchos de ellos lucen la ropa de moda (Flashdance y Breakdance) que corta muy bien con los colores de las ciclas de cross, las gafas negras y los audífonos de los walkman moda, un poco en decadencia. Viejos amigos se reúnen para conversar y qué mejor manera de hacerlo que pedaleando lentamente. Ninguno de ellos se ve obligado a esconder la barriga o las canas. El boom de las ciclovías no discrimina a nadie.
La otra gran tribu que merece mención aparte es la de los cicloejecutivos, que es muy fácil de identificar. Tienen las mejores bicicletas: marcos Pinarello de tubería Columbus con repuestos Mavic o Campagnollo, bicicletas Vitus de titanio y fibra de carbono, tubulares Wolber, todo de primerísima calidad. Viajan en sus automóviles equipados con soportes que les permiten llevar hasta cuatro bicicletas sobre el techo de sus breaks, todo tipo de repuestos y bebidas por si acaso pinchan o lesda mucha sed. Los panorámicos traseros de sus autos llevan enormes calcomanías con las marcas más famosas y, acompañados de sus esposas e hijos que los siguen en su auto, se lanzan por las carreteras sabiendo que en cualquier momento difícil contarán con el "apoyo moral y material" de su familia.
CUANTO CUESTA MONTAR EN BICICLETA
Un buen marco, apto para practicar en carretera, se puede conseguir por 15 mil pesos. A partir de este precio se llega a los de más de.100 mil, que sólo son aconsejables para la práctica competitiva, ya que son muy delicados y no resisten golpes fuertes.
Estos marcos ultralivianos, además de su altísimo costo, exigen un mantenimiento especializado que sólo se puede permitir un ciclista patrocinado o un aficionado con bastante solvencia económica.
La feria de los accesorios llenaría catálogos enteros. Existe gran cantidad de marcas en el mercado con precios para todos los bolsillos. Para orientar un poco a quienes están pensando en armar su bicicleta, SEMANA averiguó algunos precios. Unos buenos cambios se consiguen por 6 mil pesos, llegando a costar los más finos entre 12 mil y 15 mil. Las marcas más famosas son Campagnollo y Mavic, aunque los Shimano y los Suntour son bastante buenos y más económicos. Un juego de frenos para bicicleta de carreras puede costar entre 4 mil y 10 mil pesos; la "pacha" (el juego de piñones de la rueda posterior), alrededor de 2 mil 500 pesos; un buen par de tubulares, cerca de 3 mil pesos, aunque también se consiguen los "semitubos", unas corazas mucho más delgadas y más resistentes a los pinchazos por 1.500 pesos el par mas los 600 pesos de los neumáticos; el "centro" oscila entre 5 mil y 8 mil pesos; las "puntillas" alrededor de 5 mil; un manubrio con su caña 5 mil el sillín con forro y su respectiva caña entre 3 mil 500 y 4 mil pesos; la cadena entre mil y 2 mil pesos; un par de rines con sus rayos, pueden costar 3 mil 600 pesos; las "cajas" (donde empatan el marco, el tenedor y la caña del manubrio), 4 mil pesos; los accesorios de carretera como caramañola, bomba de aire y tubular de repuesto alcanzan a sumar entre 4 y 5 mil pesos. El atuendo, que incluye camiseta, pantaloneta de lycra, zapatillas, medias especiales y guantes, cuesta alrededor de 5 mil y 6 mil pesos, Esto significa que con unos 70 mil pesos se puede armar una bicicleta fina, aunque por 30 mil pesos o menos ya es posible conseguir una bicicleta decente de segunda mano.
Este deporte, que parecía exclusividad de sufridos jóvenes de las clases populares, tiene practicantes en todas las clases sociales. El ejemplo de los ciclistas colombianos que han competido en Europa ha sacado a la calle a millares, como pudieron comprobarlo quienes salieron a celebrar el pasado domingo el día Nacional de la Bicicleta. -