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David Ferrer. | Foto: .

DEPORTE

La revolución de los "pobres" del tenis

Roger Federer se ha embolsado casi US$80 millones en su carrera. ¿Qué pasa con los ingresos de los jugadores? ¿Quiénes realmente pueden vivir del tenis?

Alianza BBC
Juan Paullier BBC Mundo, Wimbledon
29 de junio de 2013

El suizo, quien esta semana se despidió de Wimbledon sorpresivamente en segunda ronda, ha ganado casi US$70.000 por partido disputado, y a eso habría que sumarle los contratos de publicidad.
Pero con 2.037 jugadores en la clasificación de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), bien podría decirse que apenas los 50 mejores logran vivir cómodamente del deporte.

Aunque algunas cifras suenen astronómicas, y el contexto de crisis mundial no ayude a sentir lástima por quienes pueden llevarse decenas de miles de dólares (o cientos) en unos días de trabajo, no son pocos los jugadores que en los últimos tiempos alzaron la voz por lo que, consideraban, eran bajos ingresos.

Los jugadores clamaron y, apoyados por algunos de los grandes nombres del circuito, los torneos escucharon, y el dinero fluyó.

Es así que los cuatro torneos de Gran Slam han ido anunciando este año significativos aumentos de premios centrados, especialmente, en una clase de tenista que no suele aparecer en la prensa: los que algunos llaman "tenistas de la primera semana".

En Wimbledon algunos de esos jugadores hablaron con BBC Mundo para explicar por qué se merecen ganar más de US$30.000 por perder un partido.

La entidad que organiza Wimbledon, All England Lawn Tennis Club, anunció en abril un incremento promedio del 49% para los torneos de hombres y mujeres, para alcanzar un total de £22,6 millones (unos US$34,8 millones).

Es la mayor bolsa, y el mayor incremento, en la historia del tenis, pero no son pocos quienes recuerdan que Wimbledon tuvo ganancias de £35 millones (US$53 millones).
 
El mayor aumento, de entre 62% y 64%, se dio para los perdedores de las tres primeras rondas (el 88% de los que compiten), aquellos que no llegan a la segunda semana del evento, en un intento de ampliar la cantidad de jugadores capaces de ganarse la vida con este deporte.

Un perdedor en la primera ronda de este año de Wimbledon se llevó £23.500 (unos US$36.000), mientras un año atrás se llevaba US$22.000.

No son cifras despreciables, pero los jugadores argumentan que viajan todo el año, deben pagar pasajes, hoteles, entrenadores, preparadores físicos, masajistas o psicólogos, gastos que en otros deportes están cubiertos por el equipo.

Y si no se tiene dinero para eso, es más probable que uno esté menos preparado, y las victorias sean más escasas.

Diferencias

Los tenistas suelen ganar menos que otros deportistas profesionales como porcentaje de los ingresos que un torneo o deporte genera.

Es un punto que remarca el argentino Horacio Zeballos, de 28 años y 52 del ranking mundial, quien esta semana quedó eliminado en primera ronda.

"El 100, 150 del mundo del tenis tendría que vivir bien, el 100, 150 del béisbol, del básquetbol, del fútbol americano ganan el triple. Lo justo no es que sólo vivan del tenis 50 personas, sino también los que están 250-300 del ranking mundial", le dice a BBC Mundo.

En su carrera Zeballos ha ganado casi US$1,7 millones, incluyendo singles y dobles.

Pero recuerda que en cada país cuando uno gana dinero en un torneo le sacan un porcentaje en impuestos. En Wimbledon, es en torno al 20%.
 
El colombiano Santiago Giraldo asegura que el incremento de premios era "justo y necesario".
"En los Gran Slams era más que justo y necesario el incremento. No digo que estemos mal pagados pero si se considera el porcentaje de las ganancias que tienen los deportistas en otros deportes, los premios eran bajos", dice el colombiano Santiago Giraldo (25 años, 39 del mundo, US$1,8 en ganancias).

"En cualquier otra carrera –agrega– si uno está entre los 100 mejores uno está bien pero no pasa en el tenis. Tenés que estar toda la vida entre los 40-50 para estar tranquilo económicamente", quien reconoce que él ha tenido la "bendición" de contar con un patrocinador, Colsanitas, desde los 12 años.

"A gritos"

Para el ex número uno venezolano Nicolás Pereira, actual comentarista de ESPN, el incremento de premios era algo que "se venia pidiendo a gritos".

"Es el atleta peor pagado en comparación con la popularidad y las ganancias del deporte. Del 50 al 250 del ranking son tratados de manera injusta", le dice a BBC Mundo.

En esa franja se ubica el argentino Martín Alund (27 años, 101 del ranking, US$336.000 en ganancias).

Alund cumplió el sueño esta semana de jugar en la cancha central de Wimbledon pero, aunque le sacó un set al 4 del mundo, no pudo con el español David Ferrer.

"Sin duda es bueno para un tenista como yo. Recién este año puedo hacer un poco de diferencia. Si quedo afuera de (los cuadros principales de) Roland Garros y Wimbledon, saldría perdiendo plata", explica.

Alund no puede costearse viajar todo el tiempo con su entrenador y cuando viene a las giras europeas prefiere quedarse con su novia y ahorrar al evitar pasajes de vuelta a Argentina.

Jugó esta semana en la central del All England, pero la próxima volverá a su normalidad: disputar un challenger, el nivel inferior al de los torneos ATP.

Será el de Todi, en Italia, donde los premios totales a repartir son inferiores al dinero que se llevó por perder aquí en primera ronda.

El estadounidense Denis Kudla (20 años, 105 del ranking mundial y US$300.000 en ganancias), quien se despidió del torneo en segunda ronda, le dice a BBC Mundo que "puede vivir del tenis pero que es bastante difícil".
 
El argentino Martín Alund evita volver a Argentina para ahorrar en pasajes.

Sin contar el costo del entrenador, gasta unos US$2.000 por semana en viajes, traslados y alojamiento, entre otros.

"Deberíamos ganar más, nos merecemos más, jugamos cinco sets, te sientes mal pagado", asegura.
"Los jugadores hicieron su caso muy convincente y los Gran Slams respondieron de una manera concluyente. Ofrecen más oportunidades de ganarse la vida con el deporte", explica Neil Harman, corresponsal de tenis del diario británico The Times.

Y agrega: "Los top 20 ganan mucho, pero aparte de ellos, no es una existencia particularmente fácil".