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LA SEGUNFA OPORTUNIDAD

EN U NUEVO INTENTOPOR INTRODUCIR EL FUTBOL A ESTADOS UNIDOS, EL PROXIMO SABADO SE INAGURA LA LIGA PROFESIONAL DE SOCCER EN ESE PAIS.

29 de abril de 1996

El 'show' empezará con un año de retraso. Nadie está seguro de si la espera valdrá la pena o si el espectáculo tendrá éxito. Lo único cierto es que desde el próximo fin de semana los estadounidenses intentarán por segunda vez en la his-toria introducir a su país el deporte más popular del mundo: el fútbol. El sábado 6 de abril en la ciudad de San José, California, con el partido entre el equipo local San José Clash y el visitante Washington D.C United, se pondrá en marcha la Major Soccer League _MSL_, un multimillonario intento por revivir el fútbol _soccer_en la tierra del Tío Sam.La liga estadounidense debió haber empezado a funcionar al finalizar el mundial USA-94 o a más tardar en los primeros meses de 1995. Este había sido el compromiso con la Fifa de Alan Rothenberg, organizador del mundial y creador de la MSL, pero algunos problemas (ver SEMANA #706), principalmente el no haber conseguido rápidamente estrellas extranjeras que garantizaran la asistencia del público a los estadios, hicieron que la liga sólo pudiera comenzar este año. Según los dirigentes, durante los primeros dos años, los más difíciles, el 60 por ciento del público provendrá de las colonias de inmigrantes que irán a ver a los futbolistas de sus países, de allí la importancia de conseguir extranjeros que jugaran al comienzo de la liga.Por eso, durante los últimos seis meses, los organizadores de la MSL se dedicaron a solucionar este inconveniente y contrataron a algunas figuras (ver recuadro), como el arquero mexicano Jorge Campos, el ex volante del Milan de Italia Roberto Donadoni, los colombianos Carlos 'El Pibe' Valderrama, Leonel Alvarez y Anthony de Avila, cuyo traspaso del América de Cali al Metro Star de Nueva York era casi fijo al cierre de esta edición. Con ellos dentro de las canchas y con una chequera envidiable, los 10 equipos que componen la liga tratarán de atraer al público estadounidense, acostumbrado a ver partidos que terminan con marcadores abultados, en los cuales los pases y las jugadas importantes se hacen con las manos.La primera vezA pesar del entusiasmo, en este momento las apuestas en Estados Unidos no están encaminadas a adivinar cuál equipo puede resultar campeón, sino a tratar de establecer si este nuevo intento por meter el fútbol a la tierra de las hamburguesas tendrá éxito o no.Y es que esta no es la primera vez que los estadounidenses ensayan introducir el soccer en su país. En 1968 intentaron crear una liga profesional, para la cual importaron en los años 70 a algunos de los mejores jugadores de la época _Pelé, Beckenbauer, Cubillas y Menotti_ con el fin de promocionarla. Pero el tratar de vender un deporte completamente desconocido en ese entonces, con estrellas que aunque famosas en el resto del mundo pocos estadounidenses identificaban, hizo que en 1982 la North American Soccer League _NASL_ terminara sus actividades por falta de público, pues a pesar de que las comunidades de extranjeros asistían con regularidad a los estadios, no fue suficiente para sufragar los gastos de esa liga.A raíz de este fracaso los dirigentes del mundial USA-94, encabezados por Rothenberg, cambiaron las estrategias usadas en ese primer intento por difundir el soccer. Para esta segunda oportunidad decidieron crear una afición propia para el fútbol y comenzaron a estimular este deporte desde la base, un objetivo que no se tuvo en cuenta en la vieja NASL. El primer paso fue promover la creación de ligas infantiles, las cuales aumentaron en más de un 170 por ciento desde 1982, cuando la NASL cerró sus puertas, hasta 1993.Según un estudio del consejo de la industria del soccer en Estados Unidos, en la época del Cosmos de Pelé menos de un millón de personas practicaban el fútbol. A mediados de 1994 la cifra ya era de 18 millones de estadounidenses, de los cuales 11 eran menores de 18 años. De acuerdo con ese informe, después de finalizar USA-94 el soccer se había ubicado como el cuarto deporte más popular entre los jóvenes después del baloncesto, el volibol y el softbol, por encima, inclusive, del béisbol y el fútbol americano. Además tuvo un crecimiento del 77 por ciento en los últimos 10 años, mientras que los demás deportes sólo aumentaron en un 3,4 por ciento durante el mismo lapso, lo que demostró que el soccer era la disciplina de mayor proyección en Estados Unidos.Basados en lo anterior y teniendo en cuenta que USA-94 fue un éxito económico y en número de asistencia de espectadores a los estadios, Rothenberg y los demás directivos de la liga están seguros de que, a diferencia del primer intento, esta vez el soccer sí florecerá definitivamente en Estados Unidos porque, aunque la MSL no tiene las impresionantes figuras que tuvo la NASL, en los últimos 10 años se ha logrado que los estadounidenses entiendan el fútbol, dejen de verlo como un juego de parque y lo acepten como uno de multitudes.Al estilo americanoPero a pesar de lo alentador que pueda parecer el panorama, no todo será color de rosa para el renacer del soccer en Estados Unidos. Durante los primeros dos años los organizadores tienen calculado perder cerca de 50 millones de dólares mientras los estadounidenses se acostumbran a ir con regularidad a los estadios para ver fútbol. En esta primera etapa tienen pensado atraer a unos 12.000 espectadores por partido, 20.000 cuando se jueguen clásicos y 50.000 cuando el encuentro sea contra equipos extranjeros. Rothemberg estima que la asistencia tendrá un incremento constante durante la próxima década, hasta lograr un público proporcional al de los espectadores de las grandes ligas de béisbol, 55.000 personas en promedio por partido.La MSL tendrá un presupuesto de 75 millones de dólares _administrados por la liga_ y una organización diferente de las conocidas, al menos en Suramérica y Europa. Siete de los 10 equipos serán administrados por empresarios privados que, por precios que oscilaron entre los cinco millones y los 10 millones de dólares, compraron el 51 por ciento de cada una de las franquicias por un período inicial de cinco años.Los equipos operados privadamente son el New England Revolution, de Boston; el Columbus The Crew, de Ohio; el Colorado Rapid, de Denver; el Kansas City Wiz, de Kansas; el Galaxy, de Los Angeles; el Metro Stars, de New York, y el United, de Washington DC. Los tres restantes, el Clash de San José, el Tampa Bay Mutiny, de Tampa y el Burn de Dallas, no encontraron capitales privados interesados y serán administrados directamente por la liga. Sin embargo las reglas serán las mismas para los 10 clubes. Cada equipo tendrá un tope salarial de 1.130.000 dólares para gastar en sueldos y podrá contar con dos figuras extranjeras y obligatoriamente con dos jugadores de la selección nacional estadounidense. Los salarios, entonces, rondarán entre los 30.000 y los 175.000 dólares al año, tope salarial por jugador, aunque se sabe que Roberto Donadoni y otras figuras cobrarán dinero extra a los grupos inversionistas.El torneo será organizado al estilo de la NBA, es decir que los 10 equipos que participan estarán divididos en dos zonas de cinco, las llamadas Conferencias Este y Oeste. Cada uno jugará 32 partidos _16 como local y 16 como visitante_, sin contar las finales o play offs, que serán disputadas por los tres mejores equipos de cada conferencia, de donde saldrán los campeones del Este y el Oeste, que definirán el campeonato el 20 de octubre en Boston. Los encuentros se jugarán miércoles, jueves, sábados y domingos y, a diferencia de los partidos de la NASL de los 70, la naciente liga tendrá la ventaja de que todos los partidos serán televisados por Espn, Univisión y la ABC _esta última encargada de llevar la final a todo el país_ las cuales se turnarán las transmisiones de los encuentros.Adiós a los penalesPero como lo que buscan los organizadores es ante todo evitar que la naciente liga corra la misma suerte de la desaparecida NASL, los dirigentes están dispuestos a ofrecerle al público estadounidense lo mismo que tienen en los demás deportes de su país: show y marcadores abultados. Para tal fin no agrandarán los arcos como se había sugerido, sino que impondrán una novedosa variante: eliminar el cobro de los penales.De ahora en adelante en la MSL los árbitros sancionarán las faltas en el área chica con algo denominado shoot-out, es decir que el delantero enfrentará al arquero con pelota en movimiento y en carrera desde una distancia determinada por el juez, y tendrá un tiempo máximo de definición de 30 segundos, al cabo de los cuales si no ha logrado anotar un gol el juego será reanudado con un saque de portería. Para algunos esta novedad es una absurda variante a una de las reglas más viejas del fútbol, sin embargo para los dirigentes es una forma práctica de asegurarles a los estadounidenses un espectáculo con muchos goles.Saber si esta variante técnica tendrá éxito o no es uno de los grandes interrogantes de la nueva liga, pero no es la única. Para algunos la mayor incógnita consiste en saber cómo se adaptarán los extranjeros a sus respectivos clubes en la MSL, ya que las estrellas, casi todas de origen hispano, se encontrarán con entrenadores americanos que no hablan español y no tienen experiencia en el fútbol de alto nivel profesional. Pero esto no es todo, pues la selección de los jugadores de cada uno de los equipos fue bastante particular. Como un supermercadoCada uno de los clubes comenzó por asegurar a sus dos jugadores extranjeros y a sus dos integrantes de la selección nacional. Con esos cuatro jugadores confirmados, debieron conseguir a los 20 restantes para completar los respectivos planteles. Para eso la MSL hizo el llamado player draff, en el cual cada equipo debió elegir 16 jugadores entre un grupo de más de 200 que fueron previamente seleccionados por Rinus Muchels, ex entrenador de la selección holandesa de los años 70 y luego quedaron en observación durante 15 días por los 10 técnicos en una prueba llamada Combine.Cada uno de los entrenadores asistió a estas pruebas con libreta en mano y fue anotando de acuerdo con sus necesidades los posibles candidatos. Luego, en el draft desarrollado el pasado 6 y 7 de febrero en Nueva York, y con sólo cinco minutos para decidir, los estrategas debieron elegir a sus jugadores. Por estos días la liga cuenta aproximadamente con 260 futbolistas, 46 de ellos latinoamericanos. Para el día de la inauguración de la MSL cada equipo tendrá entre 26 y 28 jugadores, de los cuales sólo deberán quedar los 18 permitidos por el reglamento para el próximo 15 de abril.Aunque pocos desconocen que la estrella de la mayoría de las figuras extranjeras de la liga ya está llegando a su fin, sobre el papel todo parece indicar, a pesar de las dudas y a diferencia del intento anterior, que esta vez los dirigentes tienen todo perfectamente calculado para que renazca definitivamente el soccer en Estados Unidos. Sólo el tiempo dirá si la magia de un fútbol, que ya no es un deporte extraño en ese país, logra conquistar a los estadounidenses.