¿Mundial o Copa América?

Hace 500 años los europeos devastaron con la espada y la cruz las tierras de América. Saquearon el oro, la plata y las esmeraldas. El fútbol da revanchas y en Brasil, las selecciones latinas parecen gritar juntas “América para los americanos”.

¡España, Italia, Inglaterra, Croacia, Bosnia fuera! ¡Colombia, Uruguay, Chile, Brasil, México, Costa Rica, Argentina adentro! El naufragio europeo es histórico. Alguna vez se dijo que la Eurocopa era como un Mundial, sin Brasil y Argentina. Pues la Copa Mundo 2014, atestada de goles y emociones, es como una Copa América, con un par de invitados especiales: Holanda, Alemania y Francia

Desde ya América Latina aseguró un cupo en la semifinal. El vencedor del duelo Chile y Brasil se enfrentará en cuartos con el que gane Colombia – Uruguay. El rendimiento de los equipos de la Conmebol ha sido de 77 por ciento frente a un 46 por ciento de la Uefa. También se rompió el récord de Suráfrica 2010, cuando seis selecciones pasaron a segunda ronda (Uruguay, Argentina, Paraguay, Brasil, México y Chile). Este año sonsiete.

Ayer, en la rueda de prensa postpartido, el volante inglés Jack Wilshere dijo que “no es una disculpa, pero las selecciones suramericanas están más cerca de casa y los europeos no hemos rendido de la misma manera. Probablememte un equipo del continente sea campeón este año”.

Tal vez los latinos vengan con un hambre voraz, a lo Suárez, mientras que los europeos solo tienen apetito. Pero Latinoamérica es dueña del aliento, del fervor de las graderías. Por cercanía, pero sobre todo por pura pasión, miles de colombianos, mexicanos, argentinos, chilenos y uruguayos se tomaron los estadios. “Nos sentimos en casa”, “somos locales” son frases que los jugadores latinos repiten todo el tiempo.

Más de 200.000 boletas fueron vendidas a latinoamericanos y, excluyendo a Brasil, cuatro países del continente (Colombia, Chile, México y Argentina) están en el top 10 de las naciones que compraron más entradas. Según The New York Times una prueba del crecimiento de las clases medias.

El ‘Poder Latino’ tiene además un aliado privilegiado: el ‘torcedor’ brasileño. “Hay que ser solidarios, la Copa se queda acá”, le decía Joao a Semana.com en un bar de Belo Horizonte, donde la clientela local cantaba “se vive, se siente, Colombia está presente”. Y en los partidos, donde siempre hay un buen tercio brasileño, el apoyo ha sido total. O casi, pues a veces sale de las graderías un sentido “América Latina, menos Argentina”.

América siempre ha sido para los americanos. En Uruguay 1930, el local ganó, que repitió 20 años después en Brasil. En Chile 1962 y en México 1970 la ‘Verde amarela’ de Pelé reclamó el título. En Argentina 1978 Mario Kempes tiñó la copa de albiceleste y en México 1986 Maradona se encargó de hacerlo. Y en USA 1994, el último Mundial de este lado del charco, Romario y su combo levantaron el trofeo.

Claro el filtro en segunda ronda es terrible. Y por las llaves la lucha entre suramericanos será a muerte. Ojalá no pase, como escribió Eduardo Galeano en Las Venas Abiertas: “en América Latina tenemos la chispa pero otros encienden el fuego”.