Home

Deportes

Artículo

Los favoritos también sufren

Brasil, Argentina, Francia, Alemania, Inglaterra e Italia son los candidatos para ganar el Mundial. Pero cada uno de estos equipos tiene su talón de Aquiles.

13 de mayo de 2006

Tres semanas faltan para el Mundial de 2006 y poco o nada queda por descubrir. Que Brasil puede meterle cuatro goles a cualquiera no es secreto; que Alemania es favorito por ser dueño de casa, tampoco, y que Argentina depende mucho de lo que puedan hacer Messi, Crespo y Riquelme, ni hablar. Pero por cada punto a favor hay otro que revela flaquezas. ¿Qué podría impedirles a los grandes ganar el torneo alemán?

Salvo que algo extraordinario ocurra, uno de estos seis equipos estará levantando la Copa del Mundo el próximo 9 de julio en Berlín. Son los de siempre: Brasil, Alemania, Italia, Argentina, Inglaterra y Francia, este último nuevo inquilino después de su triunfo en 1998. Que siempre hay una selección sorpresa en semifinales es otra verdad de a puño. Ocurrió con Bélgica en el 86, Suecia en el 94 y Turquía y Corea del Sur en 2002. República Checa, Holanda, Ucrania, España o el mismo Costa de Marfil podrían colarse a esa fiesta de cuatro, pero no son considerados favoritos de primer orden.

Los lios del local

Los problemas de Alemania son muchos e incluyen varias aristas. No gana, tampoco gusta; la labor de su técnico, Jurgen Klinsmann, es muy discutida; ante la falta de talento local, muchos nacionalizados integran el plantel (dos polacos, un brasileño, un ghanés); el antes capitán, Oliver Kahn, es hoy suplente; los resultados de los últimos amistosos –derrotas ante Eslovaquia, Turquía e Italia– no invitan a soñar.

El líder del equipo es Michael Ballack, pero muchos dudan de que con él alcance para llevarse la Copa. Sebastian Deisler, compañero de Ballack en Bayern Munich, soñaba con jugar su primer Mundial tras su ausencia en 2002, pero su rodilla y su cabeza tuvieron otros planes para él. Bernd Schneider, motor del Bayer Leverkusen, no pasa por un buen momento. Lukas Podolski, Kevin Kuranyi y Miroslav Klose, encargados de hacer los goles, no inspiran mucha confianza. El primero es muy joven, y su equipo, el Colonia, acaba de irse a la segunda división; Kuranyi está saliendo de una lesión y Klose debe demostrar que no sólo puede hacerle goles a Arabia Saudita.

No todos bailan samba

Al favorito de todos, Brasil, pocas cosas podrían salirle mal, en apariencia. Está en un nivel arriba del resto, pero también tiene pequeños factores que juegan en su contra. El dueño del arco es Dida, pero el portero no exhibe con su club, Milán, la seguridad de pasadas temporadas. Errores tontos le han restado credibilidad. El entrenador del equipo lo mantiene porque, a pesar de todo, sigue siendo ágil, y su presencia física inspira respeto.

Los laterales, Roberto Carlos y Cafú, no son los mismos de cuatro años atrás. En el centro de la zaga, Lucio es uno de los mejores del mundo, pero sus posibles acompañantes, Juan o Roque Junior, no exhiben la misma calidad que el jugador del Bayern Munich. Arriba parece marchar todo bien. Y cómo no, si están Robinho, Kaka y Ronaldinho. El asunto pasa por la forma actual de Ronaldo y Adriano. El del Real Madrid se ha lesionado más de lo normal durante la temporada y el del Inter presenta un bajón de rendimiento preocupante. Después de ser la tromba que sorprendió en la temporada 2004-2005, en esta campaña anduvo mal de puntería, lo que le pasó factura a su club que soñaba con ganar el Scudetto o la Liga de Campeones.

Una bota mal calzada

Los 58 millones de italianos se creen técnicos frustrados con licencia para decirle a Marcello Lippi qué debe o qué no debe hacer. Esta vez los licenciados del fútbol han tenido que sacar también su diploma en medicina, todo por cuenta de una lesión de tobillo sufrida por la máxima estrella del equipo, Francesco Totti.

El número 10 de la Roma no quiere correr el mismo riesgo de Alessandro del Piero, que durante dos Mundiales y dos Eurocopas fue visto como el gran salvador de los tricampeones, pero nunca pudo responder a dicha expectativa. Totti ya tiene dos fracasos encima (Mundial 2002, Eurocopa 2004) y con 29 años esta puede ser su última oportunidad. Claro que para ello tendrá que llegar recuperado ciento por ciento de su lesión, sufrida en febrero, en un juego del Calcio.

Otra baja es la de Christian Vieri, goleador del equipo en 1998 y 2002. Su baja de forma es evidente y una operación de rodilla –otra más de tantas– tiene su participación en veremos.

Jugando al ‘baby’ fútbol

¿Qué se puede pensar de una selección que deposita parte de sus esperanzas en un joven de 17 años que costó 17 millones de euros y que no ha debutado en primera división? Que está loca o muy necesitada.

A Inglaterra se le dañó el caminado cuando en diciembre se lesionó Michael Owen, y se le complicó aun más cuando hace menos de un mes se lastimó Wayne Rooney. Así, en cuestión de semanas, uno de los países con el mayor poder ofensivo del mundo quedó reducido a lo que puedan hacer el joven del Arsenal Theo Walcott y el alto, voluntarioso y torpe Peter Crouch. Owen ya volvió a jugar –apenas 30 minutos en la penúltima fecha de la Liga Premier–, mientras que Rooney, de lograr estar a tiempo para el Mundial, llegará bajo de forma.

El otro problema de los británicos está en la portería. Con Seaman ya retirado, la responsabilidad del arco de la selección recayó en David James, quien cada tanto, para no perder la costumbre, regala goles infantiles en el Manchester City. Hoy el titular es Paul Robinson, ex Leeds y hoy con Tottenham Hotspur. No será Gordon Banks, pero sí superior a James.

Otro rubro que juega en contra del campeón de 1966 es que Sven Goran Eriksson dejará de entrenar a la selección después del torneo, sin importar el resultado, así que el sueco tiene ya poco que perder.

De 0 a 100 en cuatro años

Sólo tres campeones defensores han quedado eliminados de un Mundial en primera fase: Italia, en 1950; Brasil, en 1966, y Francia, en 2002. Para Raymond Domenech y sus franceses este es el torneo de la revancha, pero nada será fácil, más allá de que su grupo de primera ronda sí lo sea.

Zinedine Zidane está a semanas de decir adiós al fútbol y, a sus 34 años, no se puede mentir, vive más del recuerdo que de buenos partidos. De faltar el ex Real Madrid, la responsabilidad cae entonces en Thierry Henry, a quien le quedó grande dicho reto en el Mundial pasado.

‘Zizou’ no encuentra el socio ideal en la zona de creación. Ludovic Giuly juega bien con sus clubes, pero es discreto con la selección, mientras que el 10 del Lyon, Florent Malouda, es otro que no cuaja con los bicampeones europeos.

La presión celeste y blanca

Hace cuatro años partieron como favoritos y pocos días después estaban de regreso a casa en medio del desconcierto. Esta vez los argentinos han optado por el perfil bajo, como si eso fuera posible. Tienen a ese niño genio llamado Lionel Messi, pero suena poco probable que un joven de 18 años lleve a un país tan apasionado y con tantas celebraciones aplazadas a lo más alto. De lograrlo, no se le podría poner un mejor apodo que el ‘Pelé gaucho’. Además, apenas empieza a recuperarse de una lesión que lo tiene alejado hace dos meses de las canchas.

Como están las cosas, el faro futbolístico recae en Juan Román Riquelme. Tachado de frío e intrascendente por algunos y de conductor impecable por otros, Riquelme peca en ocasiones por su parsimonia. Nunca se sabe si dará un pase magistral o uno inocente y al costado. Tévez y Crespo dependen mucho de cómo se levante el 8 del Villarreal el día del partido.

Hasta hace tres años, Walter Samuel era el mejor defensor central de la Serie A, hoy no convence ni en su club, el Inter. Así las cosas, Roberto Ayala deberá compartir funciones con Gabriel Heinze, que acaba de salir de una lesión de más de seis meses.

La guinda del pastel es el grupo de los gauchos, siempre proclives a caer en zonas complicadas. En el Mundial del 78 les tocó eliminarse con Italia, Francia y Hungría; en 2002 sus rivales fueron Nigeria, Inglaterra y Suecia. En esta oportunidad la suerte tampoco los acompañó al haberlos emparejado con Holanda, Serbia y Costa de Marfil.