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Mauricio Soler, ganador del Premio de Montaña del Tour de Francia en el 2007

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Mauricio Soler, el campeón que siempre le gana a la adversidad

El ciclista, ganador del Premio de Montaña del Tour de Francia en 2007, continúa en estado de coma inducido tras sufrir una aparatosa caída en la Vuelta a Suiza. Su salud ha dado muestras de mejoría.

17 de junio de 2011

Desde la tarde del jueves 16 de junio, cuando se reportó el accidente del ciclista colombiano Mauricio Soler durante la sexta etapa de la Vuelta a Suiza, cuyas lesiones obligaron a inducirlo en un coma artificial, la expectativa por su evolución médica no para.
 
Casi 24 horas después del accidente, Soler ha dado muestras de mejoría según informó en un comunicado Alfredo Zúñiga, médico del equipo Movistar al que pertenece el ciclista.
 
Según el galeno, el pedalista permanece "estable dentro de la gravedad" y ha experimentado una ligera mejoría en su estado. Soler permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Saint Gallen (Suiza).
 
"Las noticias de hoy son buenas. Mauricio sigue ingresado en la UVI y su evolución está siendo favorable", señaló Zúñiga. Sobre el edema cerebral, que es lo más preocupante, ha experimentado una ligera mejoría "y por eso tenemos que ser optimistas, aunque con las debidas reservas porque la evolución en este tipo de procesos es impredecible", agregó.
 
Según Alfredo Zúñiga, el periodo comprendido entre las 48 y 72 horas posteriores al accidente es clave y las primeras horas son aún más críticas. Pero él las ha superado.
 
"También la evolución del neumotórax ha sido favorable. Tiene, además, múltiples lesiones y fracturas, pero en lo que los médicos están centrados ahora es en el tema del edema. Está en las mejores manos y la atención de todo el personal del Hospital está siendo fenomenal", concluyó el médico.
 
Por su lado, el director de Coldeportes, Jairo Clopatofsky, procuraba el viernes que el consulado de Suiza en Bogotá agilizara la expedición de una visa para Patricia Flórez, esposa del corredor. Se espera que Flórez viaje acompañada de un hermano del deportista, anunció la Federación Colombiana de ciclismo.
 
De Ramiriquí al Arco del Triunfo
 
Soler es oriundo de Ramiriquí, Boyacá. Allí creció en una humilde vivienda rural como parte de una familia dedicada a las labores agrícolas. Y fue allí, en las calles de este pequeño municipio donde ‘Mauro’ dio sus primeros pedalazos en una vieja y pesada ‘monareta’. 
 
Pero su verdadera pasión por las bielas comenzó cuando tuvo el privilegio de conocer, a la edad de 12 años, a quienes se convirtieron en sus héroes de juventud: los ciclistas Rafael Olano y Miguel Induraín.
 
Estos dos españoles se coronaron campeones del Mundial de Ciclismo en las montañas de Boyacá en 1995, más exactamente en Duitama, muy cerca del pueblo natal de Soler, quien al verlos triunfar, tuvo la certeza de saber qué quería ser cuando grande, uno de los mejores ciclistas del país.
 
Poco a poco fue construyendo la carrera de triunfos con la que soñó. El primer paso lo dio gracias al apoyo del municipio y de sus padres que le obsequiaron su primera bicicleta con la que empezó a materializar su deseo de ser ciclista.
 
Poco tiempo después se vinculó a la Liga de Ciclismo de Boyacá en la que empezó un fuerte entrenamiento que sumado a su “empuje” lo llevó a ingresar años más tarde al equipo profesional británico Barloworld.
 
Fue con este, con el que en 2007 vio materializarse uno de sus más grandes sueños, al conseguir el Premio de montaña del prestigioso Tour de Francia, título que le mereció el reconocimiento de deportista del año.
 
Sin embargo, desde Ramiriquí hasta el Arco del Triunfo, Soler ha enfrentado un sin número de adversidades, entre las que se retrata una adolescencia pedaleando contra las necesidades y varios accidentes que le han costado una parte importante de su carrera.
 
En el 2008 sufrió un percance que lo obligó a retirarse del Tour de Francia cuando pretendía revalidar su título. El 13 de enero del 2010 fue arrollado por un carro cuando le faltaba solo una cuadra para llegar a la casa que lo vio nacer.
 
En esa última oportunidad Mauricio Soler corrió con suerte, pues sólo recibió algunos raspones y moretones. Suerte que no lo acompañó en el accidente del pasado jueves. Hoy, a sus 28 años de edad, el país sigue de cerca el proceso de recuperación del pedalista colombiano más importante de los últimos años.