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OPINIÓN

Nadal, la geometría del talento

Rafael Nadal honra los beneficios del deporte como juego y fuente de esparcimiento, como competencia y fuente de perfeccionamiento y como notable medio de formación y disciplina.

Pablo de Narváez
15 de junio de 2012

“Ni en mis sueños hubiera imaginado esto”, dijo Nadal después de ganar su séptimo título en Roland Garros ante Novak Djokovic el lunes pasado. El español, un ganador nato, venía de perder las últimas tres finales de Grand Slam, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos en el 2011, y el Abierto de Australia en el 2012. ¿Y para qué está la vida si no para hacer los sueños realidad?
 
Un sector respetable de la prensa especializada asegura que Nadal es el mejor deportista de todos los tiempos de ese país europeo que cuenta con una riquísima baraja histórica. Rafa honra los beneficios del deporte como juego y fuente de esparcimiento, como competencia y fuente de perfeccionamiento y como notable medio de formación y disciplina. Cuando chiquito practicó varios deportes, entre ellos fútbol, pero a los 3 años su tío Tony detectó la chispa que poseía como tenista el hiperactivo muchachito, criado en una familia sólida, educada y protectora que le transmitió preciados valores -respeto, sacrificio, sencillez-, lo que explica desde otra perspectiva el porqué de sus hazañas. Hace unos meses, justamente desde Francia, fue acusado de dopaje por Canal Plus a través de un programa de sátiras con muñecos. Al ruedo difamatorio se sumó el diario deportivo L’ Equipe. ”Me entreno cada puto día desde hace muchos años para conseguir todo lo que conseguí y no voy a aceptar que duden de mí", respondió el tenista nacido en Manacor, Mallorca, el 3 de junio de 1986.
 
Con este nuevo título, el balear superó al sueco Björn Borg (6 Roland Garros), e igualó la marca de Pete Sampras (7 en Wimbledon) con más títulos en un Grand Slam. Nadal tiene 36 títulos profesionales sobre polvo de ladrillo, detrás de Guillermo Vilas, con 45, y Thomas Muster, 40. "Las pistas de tierra batida son ideales para quienes practican un juego defensivo y para quienes están en buena forma. El tenis es un deporte que exige la rapidez del velocista y la resistencia del corredor de maratón. Te detienes, arrancas, te detienes, arrancas...y no dejas de hacerlo durante horas. El factor aguante tiene más peso que en otras superficies. Los ángulos son más abiertos y hay que cubrir más terreno. Como dice mi preparador físico, Joan Forcades, el juego es más geométrico”, dice Nadal en su libro oficial, 'Rafa, mi historia', escrito por John Carlin.
 
"Para mí hay un principio fundamental: control de la situación, de la pelota, de cada cosa que hago. A Rafael siempre le decía: el golpe nunca va por delante de la cabeza. El trabajo fundamental se hizo de los 8 a los 17 años. Luego ya fue dejarse llevar. El deporte es un tema mental. Crearle la exigencia, las ganas, toda esa intensidad, se hace básicamente en los años juveniles", comentó su tío y entrenador Tony en una entrevista después de que su pupilo ganó el Gran Slam (los cuatro torneos de Grand Slam) con 24 años, el más joven hasta ahora. “Siempre he sido muy crítico con mi sobrino. Es mejor exagerar la crítica que aligerarla. Nunca acepté excusas a Rafael para justificar sus derrotas“, agregó Tony, quien empezó a pulir desde la niñez de Rafa, ese espíritu combativo y esas constantes ganas de superación.
 
El compromiso físico y moral del español al entrar a una cancha de tenis es proporcional a su intensidad en pista. Para miles de chicos es un modelo a seguir, un campeón que ilustra el deporte y al mismo tiempo lo crea. El tipo, a pura voluntad, ha construido en su ser una fortaleza a la cual se aferra, así como se aferra al talento, el arma con la que vence el miedo, y a una fe poderosa. Por eso, los trofeos de Nadal irradian un brillo ejemplar.
 
Twitter: @pablodenarvaez7