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Nairo Quintana hace dos años también fue líder de la Vuelta a España, pero una caída perjudicó sus aspiraciones. | Foto: AFP

CICLISMO

Dos de tres: Nairo ahora va por el Tour

Quintana no solo confirmó en esta Vuelta a España ser el mejor ciclista colombiano de todos los tiempos, sino que se convenció de que la carrera francesa no es una opción inalcanzable.

10 de septiembre de 2016

En el último Tour de Francia nadie atacó a Chris Froome, nadie lo retó, nadie le alzó la voz. Su dominio fue tan absoluto que la carrera llegó a los índices más altos de monotonía. Y los cronistas deportivos señalaron al colombiano Nairo Quintana, su gran rival, como uno de los responsables de ese estado: jamás trató de poner en jaque al campeón.

Pero el deporte siempre da revancha. Dos meses después, cuando nadie lo esperaba, el panorama cambió durante la Vuelta a España: Quintana atacó de todas las formas al ciclista británico del Sky y lo rezagó en varias etapas, de tal manera que en una de ellas escribió una página histórica. El pasado 4 de septiembre, en una que iba entre Sabiñánigo y Formigal, y gracias a la astucia de Alberto Contador, Nairo distanció a Froome cuando recién se dio la partida. En la línea de meta, después de casi 100 kilómetros de batalla, lo aventajó por más de dos minutos y se consolidó como líder aquel día.

Gracias a esa escapada de leyenda, Quintana se coronó campeón de la Vuelta a España e iguala así la hazaña de Lucho Herrera en 1987.Y, no solo eso, pues se convierte en el primer colombiano en ganar dos de las tres grandes del ciclismo mundial, tras su triunfo de 2014 en el Giro de Italia.

Sin embargo, su reto más grande sigue siendo el Tour de Francia, la carrera por etapas más importante del mundo. La ronda ibérica le mostró la ruta y le arrojó varias lecciones.

¿Qué cambió en esta carrera con respecto al tour de este año? Las críticas que le llovieron a Nairo y a su equipo, el Movistar, no tuvieron límites y causaron un efecto. Tildaron al ciclista de cobarde (así haya dicho que estaba enfermo), lo mismo que a su entrenador, Eusebio Unzué, quien, según los críticos, siempre ha sido conservador y es de los que espera “a ver qué pasa”. Sus defensores afirman que de todos modos ya ganó seis tours: cinco con Miguel Induraín y uno con Pedro ‘Perico’ Delgado.

La estrategia cambió, entre otras causas, por la presión. Apenas se asomó la primera cumbre en España, Nairo tomó la iniciativa y quiso despegar a su rival: los resultados se vieron con ataques cerca y lejos de la meta.

Otro elemento adicional fue el apoyo del equipo. Según le dijo a SEMANA David Marín, editor de Lacadenilla.com, a diferencia de Francia, Movistar hizo todo para que Nairo ganara en España. “En el ‘tour’ la intención de ellos siempre ha sido ganar el título por equipos y los ciclistas se enfocan en ese objetivo, pero Nairo es un ciclista tan excepcional que aun así ha podido pelearle a Froome en dos ocasiones. El objetivo del equipo era el mismo en la vuelta, pero cambió cuando Valverde se fundió”.

Incluso así, como todo lo del pobre es robado, algunos, antes que alabar a Nairo, aseguran que el Froome de la vuelta no fue el mismo del tour. Argumentan que el británico llegó ‘desgastado’ tras competir en los Olímpicos de Río y que el equipo de gregarios que lo acompañan en esta carrera no tienen la misma calidad que los de la ronda francesa. Sin embargo, la tesis de que estaba fuera de forma se fue al piso luego de presenciar la forma en la que voló en la contrarreloj del viernes, en la que trituró a sus rivales. Ningún corredor ‘desgastado’ hace semejante demostración ni gana dos etapas importantes en una carrera de tres semanas.

Lo cierto es que Nairo tiene las condiciones para alzarse en lo más alto el próximo año en los Campos Elíseos de París. Y se podría decir que las estadísticas también lo acompañan: en sus tres participaciones en el tour logró tres podios, un hito que solo han alcanzado otros seis ciclistas en toda la historia, como Ottavio Botecchia, Maurice De Waele, Eddy Merckx, Jan Ullrich, Greg Lemond y Joseba Beloki, solo este último no lo ganó.

Además, muchas de las leyendas que obtuvieron el maillot amarillo en varias ocasiones –como Miguel Induraín y el propio Froome– no ganaron su primer título hasta los 27 años, la edad que tendrá el colombiano el próximo año.

Pero se necesitará más que esto para ganar la gran carrera. No solo mantener una estrategia similar a la de esta Vuelta a España, sino reforzar el equipo.

Una de las principales ventajas del británico es pertenecer al Sky, que cuenta con un grupo de ciclistas que bien podrían ser capos en otros conjuntos, como Wout Poels, Mikel Landa, Sergio Luis Henao y Geraint Thomas. Todos ellos armaron una poderosa locomotora en las etapas de montaña en el pasado tour, que hizo, en buena parte, infructuoso cualquier intento de atacar a Froome. Movistar, entre tanto, no tiene ni la mitad de la calidad de su principal competidor. Se destacan Alejandro Valverde, Dani Moreno, Winner Anacona, Andrey Amador, otro par más y pare de contar.

La diferencia también es económica. En 2016 Sky tuvo un presupuesto de 36 millones de euros, mientras que el de Movistar solo llega a los 15 millones. El equipo de Froome utiliza gran parte de estos recursos en sistemas de información que permiten entrenar a cada ciclista de forma individual y en métodos científicos para mejorar su rendimiento. Uno de ellos es el potenciómetro, un instrumento controversial avalado por la Unión Ciclista Internacional (UCI), que Froome utiliza en su bicicleta y que le permite calcular la fuerza de sus pedalazos, los kilómetros que hacen falta y la velocidad a la que debe ir.

Algunos seguidores del colombiano piden en las redes sociales que Quintana cambie de equipo, pero algunos entendidos piensan que esa no es una buena idea. Movistar es el primero en el ranking de la UCI y tiene las herramientas para preparar bien a los ciclistas.

Además, como dice Marín, “si se ponen el objetivo de ganar individualmente el ‘tour’, hay altas posibilidades de que Nairo lo logre”. Y así coincide con el periodista español Andrés Cánovas, quien afirma: “Pocas estructuras tienen mayor experiencia en esta carrera como Movistar, desde la dirección técnica hasta corredores, forma uno de los bloques más fuertes del World Tour y uno de los pocos que puede discutir su supremacía a Team Sky”.

La opción es cada vez más lejana: el próximo lunes Telefónica renovará el patrocinio del equipo Movistar por 3 años más con la condición de que el colombiano sea su capo. Se espera que el ciclista reciba una oferta que supere los 3 millones de euros que gana actualmente al año.

Independientemente del ganador de la vuelta, se podría decir que el ciclismo reverdece sus laureles. Después de un tour flojo, sin emociones, en España se vivieron momentos inolvidables, algunos de gran calidad técnica y de gran coraje, una de las sustancias de este deporte.

¿Qué la hizo especial? Se reunieron factores como el deseo de revancha de Quintana y la aspiración de Froome de no solo convertirse en un hombre tour: quiere llegar a la misma gloria que alcanzaron ciclistas como Eddy Merckx, Stephen Roche, Fausto Coppi, Jacques Anquetil, Bernard Hinault, Miguel Induraín y Marco Pantani, quienes además de ganar el tour, coronaron en el mismo año giro o vuelta.

Y en esta edición de la Vuelta a España volvió a quedar claro que el ciclismo colombiano no solo es Nairo. Darwin Atapuma, del BMC, llevó la camiseta del mejor durante casi una semana. Y, como si fuera poco, Esteban Chaves alcanzó el podio en la penúltima etapa con el Orica, un equipo en formación que poco a poco descubre talentos (con los hermanos Yates y el propio Chaves), que hacen pensar que en un par de temporadas podrían ser tan fuertes como el Sky.

La competencia en 2017 se antoja mejor que nunca. Nairo ya demostró de sobra que es uno de los mejores ciclistas del mundo y que tiene con qué ganarle a Froome. Nunca un colombiano ha estado tan cerca de ser el mejor de un tour. Ojalá.