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Stephen Curry, Lebron James y Kyle Korver. | Foto: AP - EFE

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Las nuevas fuerzas en la NBA

La añoranza de un mejor pasado puede enceguecer a los fanáticos del baloncesto. La NBA de hoy tiene figuras y equipos que pueden hacer historia.

Alejandro Pérez, periodista de SEMANA
6 de febrero de 2015

Si se mira la tabla de posiciones de la NBA esta temporada se puede caer en un grave error. Se puede pensar que la liga pasa por un momento aburrido porque las escuadras taquilleras e históricas no figuran.

Pero si bien la puja por el mejor récord de temporada regular tiene a dos protagonistas poco usuales, como lo son los Guerreros de Golden State y los Halcones de Atlanta, ambos demuestran argumentos de sobra para merecer el lugar que ostentan. Estos dos ‘chicos’ lideran la parada este año, pero no juegan como chicos y tampoco son los únicos animadores.

Golden State tiene un récord de 39 victorias y 8 derrotas a la fecha, y es liderado por Stephen ‘Steph’ Curry. Curry es un armador bajito, flaquito, a quien muchos analistas, a pesar de un recorrido admirable en el baloncesto universitario (puso en el mapa a una universidad desconocida como Davidson), lo descartaron como potencial figura en la NBA. Su actitud ‘decente’ y su físico poco imponente siempre jugaron más a los ojos críticos que su talento.

Pero en su quinta y mejor temporada, es difícil encontrar alguien que dude de sus capacidades. A tal nivel de prominencia llega su juego que fue el más votado por los hinchas al juego de las estrellas de la NBA, que tendrá lugar el fin de semana siguiente en Brooklyn, Nueva York. Curry obtuvo 42.000 votos más que el ‘Rey’ Lebrón James.

Pero en un juego de equipo, una sola pieza no hace la diferencia. Ni siquiera Michael Jordan lo logró sin buen reparto. El éxito de los Guerreros de Golden State se fundamenta en varios detalles: por ejemplo, en la selección acertada de un exjugador ganador como director técnico.

Steve Kerr, uno de los actores de reparto en los títulos de los Chicago Bulls del 96, 97 y 98 y luego de los San Antonio Spurs en el 99 y en 2003 ha rendido más de lo esperado, y por ello dirigirá al equipo del Oeste en el juego de las estrellas. El otrora especialista en cestas de tres puntos, ha impuesto una cultura colectiva de juego vistoso, dándole el suficiente protagonismo a su estrella para que lidere, pero no cargue solo la responsabilidad.

Por eso es clave el rol de jugadores como André Iguodala, una presencia fuerte debajo de los tableros, y de Klay Thompson, un alero que complementa el juego de Curry a la perfección. Thompson y Curry se compenetran a tal nivel que se ganaron el apelativo de “Splash Brothers”. Los Guerreros son el séptimo equipo en la historia en tener dos jugadores que hayan anotado más de 50 puntos en una misma temporada. Thompson anotó 52 puntos la semana pasada, Curry anotó 51 hace dos días, eso después de jugar quizás sus tres partidos más flojos del año.

En el caso de los Halcones de Atlanta, más allá de que hay jugadores de gran calidad, es el conjunto el que sobresale. Si bien el equipo hace parte de la conferencia del Este, considerada la más débil de las dos que tiene la NBA, el equipo tiene el mejor récord de de la liga con 41 juegos ganados y 9 perdidos. No cabe duda de que han emulado el estilo sacrificado y cohesionado de los campeones defensores, los Spurs de San Antonio, pero lo hacen con piezas de menos renombre y mucho más juventud, hambre y velocidad.

El alero Kyle Korver es uno de sus jugadores más relevantes por su letalidad desde la línea de tres puntos (está en ruta a ser uno de los más efectivos de la historia), pero Atlanta reparte su juego ofensivo entre varios actores. Así define lo que es ganar como equipo.

Otros de sus jugadores estelares son Paul Millsap, Jeff Teague y Al Horford, los tres escogidos como reservas al juego de las estrellas. Ninguno de los Halcones promedia más de 17 puntos por partido, pero como conjunto anotan 7 puntos más que sus oponentes. Este es el mayor testamento al trabajo del entrenador Mike Budenholzer, que le aprendió las artes de la banca al campeón defensor de la NBA, el ya mítico Gregg Popovich.

Tanto Atlanta como Golden State tienen menos de 10 derrotas ahora que se ha jugado más de la mitad de la temporada de 82 juegos. Atlanta recién vio una racha de 19 victorias seguidas evaporarse, mientras Golden State hilvanó una de 16 triunfos consecutivos más temprano en la temporada. Cualquiera de los dos puede llegar a disputar un lugar entre los mejores equipos de la temporada regular. Los toros de Chicago de 1996, los de de Jordan, Pippen, Kukoc y Rodman, que vencieron en las finales a los extintos SuperSonics de Seattle, están en primer lugar con un récord de 72-10.

Pero en la sombra, como un caballo negro que ha ganado 12 partidos consecutivos y ha enderezado el camino, aparecen los Cavaliers de Cleveland. El equipo en el que milita Lebron James, y al que regresó después de su periplo triunfal en Miami (ganó 2 de 4 finales disputadas), empezó como favorito en el papel, pero su desempeño fue pobre en la primera mitad del año.

Sin embargo, sus piezas claves, Lebron James, Kyrie Irving y Kevin Love, han empezado a engranar y es difícil descartarlo como candidato. James sigue siendo la cara de la liga, y regresó a Cleveland para sacarlo campeón: ¿alguien se atreve a apostar en su contra ahora que ha tomado ritmo?

Los tres equipos necesitan validar su buen desempeño en lo que resta de la temporada, pero su lugar en la historia dependerá de lo que demuestren en la postemporada, el momento y el lugar en el que se cimientan las leyendas.