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El capitán de Independiente Santa Fe recibe el trofeo del torneo apertura 2012 luego de ganar la final ante el Deportivo Pasto en el estadio Nemesio Camacho "El Campín" de Bogotá. | Foto: Leonardo Muñoz/EFE

FINAL FÚTBOL COLOMBIANO

Ómar Pérez: el estandarte cardenal

El diez de Santa Fe se consagró como ídolo al liderar el equipo que consiguió la séptima estrella.

16 de julio de 2012

En este Santa Fe 2012 primó el sentido colectivo. Pero sin duda alguna su jugador más representativo es el argentino Ómar Sebastián Pérez.
 
El capital cardenal pertenece a esa clase de jugadores en vía de extinción: el volante de armado al estilo clásico, el enganche que acaricia la pelota, el diez que hace pausas en el vertiginoso fútbol del siglo XXI. El líder que pone pases milimétricos y cobra las pelotas quietas.
 
Pérez completa su cuarta temporada en Independiente Santa Fe. Se ha conocido que otros equipos del fútbol colombiano le han hecho millonarias ofertas que ha rechazado. Dice sentirse cómodo en la institución cardenal, por lo que incluso en el 2010 rebajó su suelo en medio de la crisis financiera que aquejaba al rojo para seguir en el club.
 
Pérez fue definitivo para resolver partidos enredados. Hizo una gran dupla con Jonathan Copete, a quien habilitó en varias ocasiones para convertir gol, como en el partido que definió el título. Y él mismo fue anotador en nueve ocasiones, con lo que se ubicó en la parte alta de la tabla de goleadores del torneo.
 
Luego de pasar por varios clubes, “El Bocha” parece haber encontrado su casa. Ha sobrellevado un problema de rodilla que parece haber superado por completo tras una operación a principios del 2011.
 
Pérez tiene 31 años. Nació en Santiago del Estero (Argentina) y debutó en el 2000 en Boca Juniors. Del club xeneize pasó a Banfield. En el 2004 llegó al fútbol colombiano a vestir la camiseta de Junior. También estuvo en Cartagena, Medellín y Jaguares de México.
 
Para el 2009 llegó a Santa Fe, equipo en el que ha cumplido un rol fundamental. Pérez fue el héroe de la final de la Copa Colombia de ese año. Aquejado por una molestia física, fue al banco de suplentes. Ingresó al segundo tiempo y anotó los dos goles que igualaron la serie, que se definió para el “Expreso Rojo” por penales.
 
Y si ya se había ganado el cariño de la hinchada, ahora se consagró como ídolo del club bogotano. Pasará a la historia como el diez que lideró la proeza de ganar la séptima estrella, esperada por 37 años. Y ocupará un lugar en el pedestal de las figuras santafereñas, junto con varios compatriotas suyos que hicieron historia en el primer campeón colombiano.