Home

Deportes

Artículo

Javier Mascherano es el capo indiscutible de Argentina en el Mundial. Foto: AFP.

SEMANA EN BRASIL

Mascherano, el capitán en la sombra

En Brasil el 'Jefecito' se volvió 'Jefezote'. Capo indiscutible del mediocampo argentino, su garra va a ser clave en la final.

Nathan Jaccard enviado especial a Brasil 2014
13 de julio de 2014

Cuando el partido se acaba, su voz se seca, se rinde por fin, se convierte en un hilito fino, casi que imperceptible. A los gritos, a los alaridos, a los rugidos Javier Mascherano comandó, motivó e impulsó esta Argentina finalista de 2014. Como explicó hace unos días, "no es por los festejos, que me quedo sin voz por lo que grito en los partidos".

Capitán sin brazalete, honor que le pasó a Lionel Messi en 2011, Mascherano nunca dejó de ser el patrón albiceleste. Con 30 años, tres Mundiales, 104 selecciones, es el gladiador del equipo de Alejandro Sabella, el alma de un equipo que se volvió más defensivo, se replegó para depender menos de la Pulga. En Brasil, el ‘Jefecito’ como era apodado, se volvió ‘El Jefe’.

Para los penaltis contra Holanda, le lanzó al arquero Sergio Romero: “Hoy te comés el mundo. Hoy te convertís en un héroe. ¡Dale, eh!”. Antes de enfrentar a Bélgica, en busca de una semifinal esquiva desde hacía 24 años para los argentinos, les gritó a sus compañeros: "Se los digo a todos, estoy cansado de comer mierda, quiero felicidad para los que nos quieren y para todos. Salgamos a jugar el partido de nuestras vidas". Cuando Lucas Biglia se lesionó el hombro contra los Oranje, no lo dejó pedir cambio y le ordenó “no podés salir, tenés que seguir”.

Arengas de capo futbolero, símbolo de su entrega, de su exigencia, de su garra. Pero ‘Masche’ es muchísimo más que eso. Referente de todo un equipo, juega unos pasos atrás de la línea del mediocampo y son pocos los que logran pasarlo.

O que lo diga Arjen Robben que no pudo fusilar a Romero en el minuto 90 por una increíble plancha de Mascherano. Un cierre impresionante, donde el argentino aceptó después que “en esa jugada me abrí el ano y por eso sufrí tanto dolor. No quiero ser grosero, pero fue así”.



El volante también sube, encara y se la entrega a Messi y sus cómplices para que hagan sus diabluras. En el Mundial recuperó 42 balones, entregó 478 pases (86 por ciento acertados), corrió más de 67 kilómetros y solo cometió siete faltas.

Construye, defiende, temporiza, para Bastian Schweinsteiger es “el líder de la jauría de lobos”, mientras que Diego Maradona dijo en 2010 que "la Selección es Mascherano y 10 más".

Venía de su peor temporada, en un Barcelona que naufragó, y por momentos pensó que él no estaba en los planes del necesario revolcón Blaugrana. Pero en Argentina ya es leyenda. Dicen que si lo mandan a renegociar la deuda del país, vuelve con vueltas, que no solo recupera las Malvinas, sino que también conquista Inglaterra. Y es que ‘Masche’ todo lo puede.