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T E M P O R A D A

Pisando duro

Juan Pablo Montoya llega a la última carrera del año para cerrar una temporada en la que su balance fue muy positivo.

5 de noviembre de 2001

Tomo unas cuantas carreras. Pero no hay duda, Juan Pablo Montoya está terminando su año de aclimatación a la Fórmula 1 en un punto bastante alto. Más alto inclusive que su experto compañero de equipo Ralf Schumacher si se mira la última parte de la temporada. Fue difícil, pero se puede decir que Montoya de alguna forma tomó el liderato dentro del equipo con su desempeño reciente.

Cuando se inició la temporada nadie esperaba que la superioridad que Juan Pablo había mostrado siempre sobre sus compañeros de equipo en otras categorías se viera reversada. Este año fue distinto pero ante el reto Juan Pablo respondió, especialmente en las clasificaciones, en las cuales al inicio de la temporada la diferencia promedio que le ponía Ralf era de medio segundo en contra.

A pesar de que en Estados Unidos la tendencia de superar a Ralf el día de la pole no continuó Montoya ha mostrado su más importante progreso en esta parte. Normalmente las clasificaciones no han sido su punto más fuerte a lo largo de su carrera pero, en el balance de las últimas cinco, Montoya ha superado a Ralf, quien estadísticamente ha sido el segundo mejor clasificado del año, después de su hermano Michael.

En las competencias la situación ha sido aun más contundente a pesar de que los resultados no lo muestran así por la gran cantidad de retiros de Montoya. Desde el Gran Premio de Europa, donde Ralf Schumacher anunció su millonaria renovación de contrato con el equipo BMW Williams hasta 2004, el colombiano ha sido superior que su compañero alemán.

Los puntos se entregan solamente el día de la carrera, y allí radica el éxito de un piloto, no solamente en ser rápido en clasificaciones sino también consistente además en carrera. De esto Montoya ha dado pruebas una y otra vez, la más reciente en Indianápolis precisamente.

Lo que se vio el domingo en la pista es básicamente el reflejo de qué tan buen o mal trabajo se hizo durante el fin de semana, pues los entrenamientos de viernes y sábado no son otra cosa que el momento de preparación para la carrera. En esto Montoya se puede decir que en general ha hecho mejor “la tarea”, como lo llama Patrick Head, que Ralf.

Todos los años le han dejado algo a Juan Pablo Montoya. Si hay que señalar algo sobre este año hay que decir que Juan Pablo ha mejorado aún más sus cualidades como corredor, y a eso le ha añadido el ser ahora un muy buen clasificador. Desde ese punto de vista lo mejor que le pudo haber pasado a Juan Pablo es haber tenido como compañero de equipo a alguien tan rápido como Ralf Schumacher.

Queda todavía una competencia para cerrar este año. En el papel, será una carrera difícil desde el punto de vista de las llantas, pues se juega como visitante en la casa de Bridgestone. Para Montoya será su primera visita, en un territorio que Ralf conoce muy bien, pues allí corrió muchas veces en 1996. Pero si lo superó en Alemania, ¿por qué no en Japón?