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PLATA PARA BELLINGRODT

Por segunda vez, el barranquillero logra su hazaña en los Juegos Olímpicos

3 de septiembre de 1984

"Estamos logrando buenos guarismos. Si se atraviesa una medalla, mucho mejor. Yo no prometo nada distinto a una buena actuación". Con esas palabras se despidió Helmuth Bellingrodt de los colombianos. Una semana más tarde se lamentaba por un par de disparos que le impidieron ser campeón olímpico. Por segunda vez, el tirador barranquillero de 36 años de edad obtenía una medalla de plata en Juegos Olímpicos. Helmuth Bellingrodt no solamente es el único deportista colombiano que ha logrado repetir una hazaña de esta naturaleza, sino que sigue siendo la mayor esperanza de Colombia cada cuatro años, cuando llegan los Juegos Olímpicos.
Su historial incluye, además de sus hazañas olímpicas en Munich 72 y en Los Angeles 84, un título mundial obtenido en Thun (Suiza) en 1974. Una medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Caracas de 1983; varios títulos en el torneo Benito Juárez, campeón de Las Américas, campeón Centroamericano y del Caribe, 14 títulos nacionales y récord mundial de tiro al jabalí logrado en 1974.
Si Bellingrodt fuera ciclista seguramente sería el personaje más popular del país. La cantidad de títulos que ha logrado a nivel mundial desde 1972 es realmente impresionante. Sin embargo su nombre ocupa los titulares una o dos veces al año, para caer en el olvido por un buen rato hasta que vuelve a sacar la cara por el deporte olímpico de Colombia.
En la actualidad Helmuth Bellingrodt es el primer secretario de la embajada de Colombia en Panamá. Para prepararse tuvo que viajar a Medellín durante muchos fines de semana y solamente unos días antes de iniciarse las olimpiadas pudo practicar con más continuidad. A pesar de estas dificultades que le impidieron una óptima preparación, Bellingrodt superó a rivales de gran categoría.
La competencia del Tiro al Jabalí o Blanco Móvil se lleva a cabo en dos jornadas. En la primera, el blanco es expuesto al tirador durante 5 segundos. Según Bellingrodt, su "floja" actuación en esta modalidad le impidió ser campeón olímpico. "Esperaba hacer 295 puntos en fuego lento pero sólo logré 293. Yo creo que perdí la medalla de oro en un par de disparos". Al otro día Bellingrodt dominó en la modalidad de fuego rápido en la que el blanco es expuesto durante 2 y medio segundos. Pero no alcanzó a descontar la ventaja que le llevaba el nuevo campeón olímpico, el chino Li Yuwei, quien acumuló 587 puntos sobre 600 posibles, tres más que el barranquillero Bellingrodt.
Bellingrodt está acostumbrado a ganar desde 1959. Tenía entonces 10 años y se proclamó por primera vez campeón nacional. 25 años después, con dos medallas olímpicas, Bellingrodt afirma que la disciplina y la consagración que siempre ha llevado son las principales responsables de su larga cadena de triunfos.
Bellingrodt se sintió muy cómodo en el polígono de Chino, situado a 130 kilómetros de Los Angeles, y lo encontró muy similar al de Munich. La temperatura alta, típica del verano de California, tampoco fue problema para él acostumbrado al calor tropical del Caribe. En 1976, durante los Juegos Olímpicos de Montreal, logró la sexta casilla, dando al traste con las aspiraciones de los colombianos que creían que revalidaría sus actuaciones anteriores de Munich y Thun. Sin embargo, las condiciones climáticas de Montreal afectaron no sólo al colombiano sino al resto de los competidores en las diferentes disciplinas del tiro. Un fuerte viento molestó a los tiradores y Bellingrodt logró apenas 567 puntos, 17 menos que los que obtuvo en Los Angeles.
La actuación de Helmuth Bellingrodt en estas olimpiadas alivia el pobre panorama presentado por la delegación colombiana. Colombia sigue dependiendo de individualidades como Bellingrodt para destacarse en las competencias de tipo olímpico a nivel internacional. Ni siquiera el ciclismo pudo aprovechar la ausencia de los verdaderos campeones mundiales, los rusos y los alemanes democráticos, para lograr posiciones de honor. Parece todavía muy lejano el día que el deporte olímpico colombiano despegue definitivamente. Cada día es más costoso preparar un deportista capaz de competir con los campeones de las grandes potencias. Esto, sumado a la improvisación crónica que aqueja la mayoría de las federaciones deportivas del país, hace que para Colombia sean indispensables sus "deportistas excelencia". Ellos son y serán por un buen tiempo los encargados de sacar la cara por Colombia. Uno de ellos, Helmuth Bellingrodt, así lo hizo en Munich, en Thun, en Caracas y ahora en Los Angeles.--