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¿Por qué Eduardo Pimentel se niega a jugar el partido que lo puede llevar a la A?

El máximo accionista del Boyacá Chicó amenazó con no presentar a su equipo si debe jugar el repechaje de la B. La interpretación al reglamento es la manzana de discordia entre Pimentel y la Dimayor.

26 de noviembre de 2017

Con las camisetas de América y Millonarios se destacó en los 80 y 90 por ser un volante con buena técnica, aguerrido y temperamental, que contagiaba a sus compañeros y que llevó a sus equipos a conseguir títulos, como el del 84 con el equipo vallecaucano y los del 87 y 88 con el cuadro embajador.

Sin embargo, su temperamento fuerte en la cancha también le trajo problemas y lo convirtió en el jugador con más expulsiones en la historia del fútbol colombiano, con 33 tarjetas rojas. Una marca que solo ha sido superada por Gerardo Bedoya, otro ‘pata brava’ de nuestro fútbol que militó en Nacional, Millonarios y Santa Fe, entre otros equipos, y que en 2015, con 39 años, llegó a las 44 expulsiones.

Ahora como dirigente del Boyacá Chicó, y antes como entrenador, Eduardo Pimentel no ha cambiado su forma de ser conflictiva. Su nombre siempre está relacionado con peleas, expulsiones y polémicas declaraciones en contra de los árbitros y la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), a la que ha acusado en reiteradas oportunidades de querer perjudicarlos a él y a su equipo.

Dentro de sus peleas más recordadas está la que tuvo en 2016, cuando el comité disciplinario de la Dimayor lo suspendió un año sin poder ingresar a un estadio y le impuso una multa de 34.472.700 por agredir al árbitro Luis Sánchez, en un partido de Liga entre Chicó y Atlético Nacional. “Me hala la camiseta a la altura del cuello y luego con sus manos empuñadas me golpea el abdomen”, fueron las declaraciones del pito vallecaucano que incriminaron a Pimentel.

Igualmente recordada es la sanción con 23 millones de pesos y tres meses de suspensión que recibió en noviembre de 2012, también de parte de la Dimayor, tras acusar en Twitter a los árbitros Wilmar Roldán y Francisco Peñuela de tener “una historia negra en el fútbol colombiano” y contar con “un padrino”.  

Ahora, otra declaración suya lo tiene, nuevamente, en el centro de la polémica. Tras el primer partido de la final de este segundo semestre, que le ganó Leones 4-1 a Llaneros, Pimentel aseguró que si Chicó, campeón en el primer semestre, perdía la final del año con Leones (su más probable rival), los dos equipos deberían ascender, pues, según él, así está estipulado en el reglamento. Y que si el conjunto ‘ajedrezado’ perdía la final y lo ponían a jugar con el segundo en la reclasificación, él no presentaba el equipo. “Nos vamos a pleito con la Dimayor”, dijo.

Debido a las declaraciones de Pimentel, la Dimayor emitió un comunicado en el que aclara cómo se debe definir el torneo. El parágrafo 2 del artículo 19 dice del reglamento del campeonato establece que “En caso que el club que pierda la gran final del Torneo Águila 2017 sea el mismo club que tiene mayor puntuación en la tabla de reclasificación del año, ascenderá directamente a la primera categoría”.

Esto quiere decir que si Leones es campeón en el segundo semestre, ascenderá sin importar lo que pase en la final del año con Chicó, por ser el primero en la reclasificación con 69 puntos.

De acuerdo a la información emitida por el ente que organiza al fútbol profesional si  el equipo antioqueño gane la final del año, le cederá su lugar en la reclasificación al segundo mejor del año que, por ahora, es el Cúcuta Deportivo, con 66 puntos, y este jugará el repechaje con Chicó.

“En este caso, si en los partidos de Ida y Vuelta de la Gran Final sale campeón Leones F.C. S.A., Deportivo Boyacá Chicó F.C. S.A. deberá disputar el repechaje contra el club que ocupe el segundo puesto en la Tabla de Reclasificación del Torneo Aguila 2017, que sería el club Llaneros F.C. S.A”, dice el comunicado.

Este es el vacío que Pimentel ha querido aprovechar y que la Dimayor ha salido a desmentir pues según lo que se estableció en la Asamblea con la que se modificó el sistema del campeonato, la intención siempre fue beneficiar al mejor de la Tabla de Reclasificación.

“La indicada es la interpretación obligatoria de las provisiones existentes que regulan el fenómeno del ascenso a la Primera Categoría, en consideración a los criterios que impulsaron a la Asamblea de la Dimayor, a modificar la forma de obtener el Segundo cupo de ascenso directo, que en este caso priorizó con claridad el criterio de la Tabla de Reclasificación”, finaliza el comunicado.

La respuesta de Pimentel no se hizo esperar y ratificó que el reglamento "se hizo mal". Aunque no se refirió a su amenza de no jugar el repechaje.

En el caso de que Llaneros, con 64 puntos en la tabla general del año, quedé eliminado, pero gana el partido de vuelta frente a Leones, llegará a 68 puntos, pasará al Cúcuta  y jugará el repechaje. Pero esto solo se sabrá el próximo domingo 28 de noviembre, cuando Leones y Llaneros definan al campeón partir de la 7:10 p.m.

Así, el único camino que le queda al Chicó a la luz de la interpretación del reglamento hecha por la Dimayor para ascender es vencer a Leones en la final del año o de lo contrario deberá jugar el repechaje con Cúcuta o Llaneros, así su dueño se niegue a reconocerlo.