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¿Por qué la hinchada de América está molesta con la dirigencia del equipo?

La salida de uno de sus jugadores con mayor proyección ha resultado en una avalancha de críticas. Además, el fantasma del descenso vuelve a acechar.

26 de julio de 2017

Las expectativas antes del inicio de la segunda temporada del América de Cali en su regreso a la A eran altas. Si con una nómina discreta alcanzó la instancia de semifinales en el primer semestre, con la contratación de nuevos jugadores la fanaticada tuvo motivos para ilusionarse. Sin embargo, disputadas las cuatro primeras fechas de la Liga Aguila 2017 (II), los resultados preocupan. 

Para esta segunda temporada, la dirigencia hizo el esfuerzo por contratar jugadores de mayor jerarquía, con el objetivo de que el equipo se despidiera del fantasma del descenso y tuviera con qué pelear la estrella de diciembre. Alejandro Bernal (Atlético Nacional), Olmes García (Real Monarchs – USA), Eisner Loboa (América Mineiro – BRA), Darío Botinelli (G.E La Plata – ARG), Fernando Fernández (Club Olimpia – PAR) y Luis Tipton (Independiente Medellín), fueron nombres que alimentaron las expectativas. 

Tras los dos primeros juegos todo era felicidad para los hinchas escarlatas que con victorias sobre Rionegro Águilas, de visitante 0 a 1, y Deportes Tolima por 3 a 0 en el Estadio Pascual Guerrero, tuvieron un arranque perfecto en la Liga Águila.

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Sin embargo, la estrepitosa derrota con el Junior por 3 a 0 en Barranquilla, y un empate 1 a 1 con Equidad en el Pascual Guerrero de Cali, prendieron las alarmas pues tras ese resultado solo están a 3 puntos de Jaguares de Córdoba, que ocupa la posición 19 en la tabla del descenso, que a partir de este año enviará directamente a los dos últimos del torneo.

Las críticas de la fanaticada aumentaron después de que se conoció que Jeison Lucumí, uno de los jugadores con más proyección del equipo, está cerca de llegar a Atlético Nacional. El más reciente campeón colombiano se haría al 70% de los derechos deportivos del jugador por 1,8 millones de dólares, mientras que ‘el club rojo’ ser reservaría el 30% para una futura venta al exterior.

Los hinchas han mirado con recelo está operación pues todo apuntaba a que se fuera a un equipo en el exterior y siempre se negó la posibilidad de que llegará a otro equipo del fútbol colombiano. Además el hecho de que se ponga la camiseta del equipo paisa es un motivo de malestar.

Lo que no sabe la mayoría de la afición americana es que el club estaba obligado a negociar al jugador en esta mitad de año, de no hacerlo, el jugador podía quedar libre para negociar sus derechos al final de 2017 dejando sin ningún rédito al equipo de Cali.

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Este jugador ha integrado varias selecciones Colombia en las categorías juveniles y llega para ser el remplazo natural de Andrés Ibargüen que dejo al club paisa por irse al Racing Argentino, transacción que rondó los 4 millones de dólares por el 80% de los derechos del talentoso puntero.

Otro fuerte golpe que recibieron los seguidores de los diablos rojos fue el anuncio del final del proceso que había iniciado el equipo femenino en 2017. De acuerdo a un comunicado del club esta decisión se toma por los altos costos que representa mantener el equipo.

Tulio Gómez, presidente del Club, justificó esta determinación en un comunicado, en el que la atribuyó "a lo oneroso que es sostener el proyecto hasta diciembre, máxime cuando no se tienen patrocinadores ni ingresos por taquilla que permitan la continuidad del proceso".

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La buena noticia para la nutrida hinchada americana es que aún falta gran parte del torneo y sí Hernán Torres logra hacer encajar las buenas piezas que la directiva le entregó para este semestre este es un equipo que seguramente va a estar entre los 8 mejores del torneo. Su principal reto, sin embargo, será alejar el fantasma del descenso que aún acecha, tras el purgatorio que supuso 5 años en la B.