¿Las barras bravas se tomarán Brasil?

“Apretar”. Eufemismo que en Argentina significa presionar, amenazar, intimidar. El verbo se aplica sobre todo al mundo de las barras bravas, que aprietan jugadores, dirigentes o políticos para que les den lo que quieren.

El martes pasado 300 hinchas, armados de bombos, trapos, sombrillas, rodearon la sede de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) en pleno centro de Buenos Aires. Sus exigencias son básicas, conseguir lo imposible a un mes del Mundial: boletas para ver a la selección. Y de paso, bloquear la transmisión de sus prontuarios a las autoridades brasileñas, que vienen los pidiendo desde hace ya varias semanas.

La apretada a la AFA.

Y es que Lionel Messi y su combo van a jugar en Rio de Janeiro, Belo Horizonte y Porto Alegre, tres ciudades que a máximo 30 horas de bus de Buenos Aires. La FIFA le asignó a la selección albiceleste casi 54.000 entradas y los barrabravas van a intentar todo lo posible para colarse.

Los brasileños no están tan “todo bem, todo bem”, pues los “barras” argentinos son los más violentos, organizados y poderosos del mundo. Sin contar con la presencia de hooligans ingleses, ultras europeos, barristas latinoamericanos y los “torcedores” brasileños, que pelearán de locales.

Es tal el peso de los barrabravas que hasta ahora han logrado obstaculizar la entrega de información judicial a Brasil. Hinchadas Unidas Argentinas (HUA), una asociación que reúne a las principales barras, presentó un amparo, invocando “la privacidad de información”, para que Brasil no tenga acceso a los antecedentes. Aunque en un primer momento la justicia les dio la razón, el escándalo revirtió la decisión y los brasileños esperan recibir pronto los datos.

Un barra argentino en Suráfrica 2010.

Pero es probable que la medida no sirva de mucho. En 2010 los barras argentinos se impusieron a sus anchas a pesar de que la policía surafricana tenía todos sus datos. Un grupo viajó en el mismo avión de la selección de Diego Maradona y un fanático murió en Ciudad del Cabo en una pelea entre varias hinchadas argentinas por una bandera.

El paquete turístico barrabrava

Trapo de Hinchadas Unidas Argentinas. La K y el pingüino revelan su adhesión al kirchnerismo.

En Brasil los barrabravas ya tienen el carnaval armado. Varias organizaciones de Ultras brasileños anunciaron que iban a ayudar a sus colegas y están finiquitando paquetes especiales. En una entrevista con el diario deportivo argentino Olé, Hernán Palavecino de HUA, dijo que van a viajar “En ómnibus. Y ya tenemos entradas y alojamiento”, que la plata sale de “rifas, siempre rifas”.

Lo que no dijo es que muchas barras venden droga, extorsionan jugadores y dirigentes, revenden entradas y tienen fuertes vínculos con políticos y sindicatos, que los usan como tropas de choque a cambio de dinero y favores. Es más Hinchadas Unidas Argentinas fue impulsado por Marcelo Mallo, un dirigente kirchnerista y en Sudáfrica la oposición acusó el gobierno de “gastarles” el Mundial a los barras.

En Porto Alegre los espera Jorge Roberto ‘Hierro Martins’, de Guarda Popular, la barrabrava de Inter, uno de los clubes de la ciudad. Le dijo a Terra.com que el combo “incluye transporte terrestre. Vamos a negociar con una empresa de ómnibus para brindar ese servicio. Esto para mí es un trabajo, la propia justicia determinó que tengo que trabajar. Tengo la estructura para proveer alojamiento y otras comodidades, y eso es una fuente de ingreso”. Aceptó que también lo han contactado ultras europeos.

Gilberto Giba Bitencourt Viegas, otro barra brasileño dijo que “los vamos a alojar en dos gimnasios en Sapucaia do Sul, que está en la gran Porto Alegre, a unos 20 kilómetros del centro y que tiene espacio para 1.200 personas. Y garantizo 200 entradas para cada partido de la Selección Argentina”. Los tiquetes, que están agotadas para cualquier mortal desde hace meses, las van a conseguir “por medios políticos. No los compro, me los regalan”.

Brasil ya montó con Interpol un plan de acción para vigilar las fronteras y las aduanas de los 2.000 kilómetros de frontera que tiene con Argentina y Uruguay. Incluso algunos federales argentinos viajarán al Mundial para colaborar con sus pares brasileños.

Hooligans, barristas y ultras

Torcedores brasileños.

Brasil también se prepara a la llegada de violentos de otros países. Se calcula que 1.000 fanáticos ingleses atravesarán el Atlántico, también hay miedo con los alemanes, holandeses, rusos, bosnios e italianos.

Los torcedores advierten a los hooligans ingleses que morirán:

En Colombia los días de partidos algunos jóvenes barristas recorren los alrededores de los estadios pidiendo monedas para “ir a Brasil” y en su cuenta en Twitter la barra Comandos Azules publicó este mensaje.

Para reducir los riesgos la policía federal y el ejército van a desplegar 170.000 hombres en las 12 ciudades donde se jugará el Mundial. Una operación que tendrá el “módico” costo de 1.000 millones de dólares. El festival está montado.

Ingleses en Alemania 2006.