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PERFIL

Quintana, presente y futuro del ciclismo colombiano

Nairo Quintana soñaba con la camiseta al mejor ciclista joven y terminar entre los 10 primeros en el Tour de Francia. Tendrá que conformarse con algo más que eso.

21 de julio de 2013

De niñez enfermiza y familia humilde, pero no pobre como los mismos padres de Quintana aclaran, el titán de 1,67 de estatura escribió una página aparte en la larga tradición del ciclismo colombiano al convertirse en el primer colombiano que conquista el subcampeonato del Tour.

Eso no es todo. El nacido hace 23 años en Tunja y criado en Cómbita, ambos pueblos en el departamento de Boyacá, se proclamó campeón de la montaña y mejor ciclista joven de la carrera más importante del mundo.

Nada mal para un joven que ni siquiera comenzó el Tour como líder de su equipo Movistar, que fue aquejado por diversas dolencias en su infancia y que empezó a dedicarse en serio al ciclismo hace siete años.

"Nairo se interesó por el ciclismo a los 16 años, cuando le regalé una bicicleta para ir al colegio. Era el mejor medio de transporte", recordó su padre, Luis Quintana.

Nairo, con la ayuda de la alcaldía de Tunja, viajó a Europa hace tres años, para seguir el paso de otras figuras en ascenso del ciclismo colombiano como Rigoberto Urán, medallista de plata en la prueba de ruta de los Juegos Olímpicos de Londres y segundo en el Giro de Italia de este año.

Quintana, Urán, Carlos Betancur y Sergio Luis Henao encabezan una nueva generación de "escarabajos" colombianos, que busca revivir los años de gloria de grandes como Fabio Parra y Luis Herrera.

Parra tenía hasta ahora el mejor resultado de un colombiano en el Tour, al llegar tercero en 1988, mientras que "Lucho" Herrera fue campeón de la Vuelta a España en 1987.

Quintana, apenas rayando el techo de su potencial y tras desplazar a Alejandro Valverde como líder de su equipo, ya toca a las puertas de ambos.

"Nairo Quintana tiene las condiciones para llegar a ganar un Tour de Francia", escribió en días recientes Parra en su cuenta de Twitter.

Tras ganar el sábado la penúltima etapa del Tour y apoderarse del segundo puesto en la general, Quintana avizoró esa posibilidad, aunque sabe que le falta mejorar en varios aspectos antes de competir por el título que, en esta ocasión, quedó en manos del británico Christopher Froome.

"Hay que aprender todavía mucho, mejorar en muchas partes como en la contrarreloj. Pienso que en unos dos años", contempló Quintana, con los pies sobre la tierra y con la certeza de que el tiempo está de su lado.

Luego de un desempeño inmejorable en su primer Tour, pocos dudarían de que Quintana tiene que ser considerado un candidato serio para alzarse pronto con la camiseta amarilla.

La progresión de Quintana ha sido constante. Debutó en 2009 con el equipo Boyacá es para Vivirla, y luego dio el paso al profesionalismo en 2010 con Café de Colombia. Escalador nato, en la misma línea de muchos compatriotas que le precedieron, ganó ese año el Tour del Porvenir, la competencia para jóvenes más importante del circuito colombiano.

El equipo español Movistar lo fichó en 2012, en primera instancia para desempeñarse como gregario de Valverde, aunque es difícil considerar que no se convierta en líder de la escuadra tras brillar en el Tour.

En abril ganó la Vuelta al País Vasco, un aviso de que estaba para cosas grandes que impulsó a Movistar a inscribirlo en el Tour.

"Las actuaciones de Rigoberto y Nairo, sin olvidar a Carlos Betancur, son increíbles y seguirán triunfando. Sus condiciones son excepcionales", comenta el entrenador colombiano de ciclismo, Raúl Meza. "El lugar de Nairo en este momento es maravilloso, espectacular, en su primera actuación en el Tour".

"Rigoberto, Nairo están entre los mejores ciclistas del mundo", agregó.

Aunque ahora vive en Pamplona, España, donde se entrena con su equipo, es clara la conexión que existe entre Quintana y su tierra natal.

El jueves, los residentes de Cómbita se reunieron en la plaza del poblado, de unos 16.000 habitantes, para ver en una pantalla gigante la decimoctava etapa del Tour, que culminó en el famoso puerto de montaña Alpe d'Huez.

Quintana culminó cuarto en esa fracción alpina y se metió, por primera vez en la carrera, en el podio general cuando trepó del quinto al tercer lugar. Entonces todavía tenía por delante al español Alberto Contador, al que desplazó el sábado sin muchos problemas para desatar los festejos en toda Colombia y, especialmente, en Boyacá.

La familia Quintana se trasladó el sábado de Cómbita a la vecina población de Arcabuco para festejar. La fiesta se improvisó en el salón de una cafetería en el centro de Arcabuco, donde Nairo terminó el bachillerato.

Todos los días recorría entre Cómbita y Arcabuco unos 36 kilómetros en bicicleta.

"Afortunadamente el corazón me funciona de maravilla, como a Nairo... Las emociones de estos días han sido inmensas y con un corazón enfermo", declaró el padre de Nairo que, junto con su esposa Eloisa, son dueños de una tienda de abarrote.

Humildes como muchas familias de la región, Luis, Eloisa y sus otros hijos Dayer, Willington Alfredo, Nelly Esperanza y Leidy Jazmín rehúsan ser catalogados como "pobres".

"Somos dueños de la casa en que vivimos, la familia ha cultivado la tierra, somos humildes, pero vivimos dignamente", afirmó Luis.

Nairo, en pleno Tour, se encargó salir al paso sobre las supuestas dificultades económicas de su familia.

"Nuestro sentido de pobre era que no teníamos para darnos lujos. Que haya ido en bicicleta al colegio no era porque no tuviese para el autobús, porque lo teníamos, o si no tampoco podría haber ido nunca al colegio", sostuvo.

Dayer, el menor de 20 años, también es ciclista y se vinculó esta temporada con el equipo español Lizarte.