Home

Deportes

Artículo

Santa Fe | Foto: David Amado

FÚTBOL

¡Con un señor golazo, Santa Fe logra su octava estrella!

Luis Carlos Arias marcó la soberbia anotación que le dio el empate del título, 1-1, ante Medellín.

21 de diciembre de 2014

Fue un balazo ardiente. Fuego puro en la fría tarde bogotana. Luis Carlos Arias le pegó con tanta potencia que en la instantánea se ve los jirones de agua y césped cuando su guayo estrella la pelota. El gol le dio a Independiente Santa Fe el empate, 1-1, ante Deportivo Independiente Medellín y la octava estrella en su historia.

Un resultado justo para un equipo que sacó provechó de su eficiencia táctica, su despliegue físico y la velocidad mental para definir en los momentos oportunos tanto en el Atanasio Girardot, en Medellín; como en el Estadio El Campin, en Bogotá. Allá Santa Fe perdía 1-0 y en un parpadeo le dio la vuelta al resultado. 2-1. Con ese resultado abría la puerta para una celebración ante su hinchada.

Durante este domingo en Bogotá, los cardenales vivieron una fiesta. El sol que brilló en la mañana les permitió mostrar sus camisetas y banderas con orgullo. Después de las tres de la tarde se desgajó un fuerte aguacero, granizo incluido en algunos sectores de la capital, que afectó el gramado del estadio de la calle 53.

El inició del encuentro se pospuso por varios minutos. Los jugadores en el camerino se mostraban tranquilos, serenos ante el encuentro de sus vidas. Varios de ellos trajeron a sus niños con la camiseta roja y el disfraz de león, la mascota del equipo que años atrás impusieron dos de sus más reconocidos hinchas y entonces directivos: Guillermo ‘La Chiva’ Cortés y Daniel Samper Pizano.

Eran otros tiempos. Aquellos en los que Santa Fe era considerado el sufrido equipo del pueblo porque siempre se esforzaba pero no ganaba, le faltaban los cinco centavos para el peso. Ahora es distinto. De una década para atrás, los cardenales ocupan siempre posiciones de privilegio.

Su triunfo de debe a un ordenamiento de su planificación deportiva, a una acertada política de contrataciones y al impulso de las divisiones inferiores. Por eso, ahora está en la cima.

Desde la solidez de los resultados, esperaban una victoria los miles de hinchas que este domingo anhelantes vieron la salida de su equipo. Al saltar a la cancha, una nube de humo y de papel picado, en medio de los cánticos, los recibió. Todo era un estado de dicha.

Atrás quedaban dos retos muy difíciles. Quitar del camino a un rival muy duro con el que creían no poder, Atlético Nacional, y luego Medellín. Dos victorias consecutivas en el Atanasio les sirvieron de aliciente a los jugadores para confirmar que el fútbol se juega con la cabeza más que con los pies. Una enorme autoestima era un valor añadido.

Eso lo supo desde el principio el técnico Gustavo Costas quien llegó a la dirección técnica del equipo con un estilo sólido, fuerte, ganador.

Y también los futbolistas. Entre ellos, Luis Carlos Arias, quien salió golpeado después del partido de ida en Medellín. Entonces se temió por la suerte del número 7 del “Expreso Rojo”. Durante estos días estuvo en duda pero su recuperación fue exitosa y sus deseos de jugar se impusieron.

Los cardenales salieron al terreno que estaba anegado, llovía aún. Empezó el partido y entonces los nervios se extendían porque Medellín estrelló una pelota en el horizontal. Hubo una corriente helada hasta que llegó Arias y sacó fuego puro. Un golazo. Santa Fe tocó el cielo y bajo su octava estrella.