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SANTA FE SIN MILLONARIOS

Nuevas caras y viejas dudas rodean el futuro del equipo de fútbol capitalino.

29 de julio de 1985

¿A dónde irá a parar Santa Fe, es la pregunta que se hacen hasta los más enfurecidos hinchas de millonarios. La prensa, la Dimayor, Coldeportes y otros, han tenido que ver en los últimos días con este interrogante el cual ni los mismos dueños, ni los jugadores ni nadie ha podido responder. Los que sí han respondido frente a esta situación son los hinchas santafereños, quienes después de ingeniar toda suerte de planes para salvar el equipo están pensando en la dolorosa posibilidad de tener que cambiar de camiseta porque su equipo está desahuciado. Aunque la pregunta no es nueva porque desde hace más de cinco años el equipo paso de ser uno de los mejores del fútbol colombiano, al renglón de los equipos chicos y la presentación en particular en los últimos tres campeonatos ha sido incalificable, el problema sí parece estar tocando fondo. Deudas por 150 millones de pesos, declaratoria de concordato, cheques chimbos y absoluta iliquidez son algunos de los aspectos que caracterizan el panorama económico de Santa Fe Corporación Deportiva, entidad a la cual pertenece el Club Independiente Santa Fe.

LA DANZA DE LOS MILLONES
La historia de la desgracia santafereña comienza en el año 1979 cuando se retira de la presidencia Guillermo "La Chiva" Cortés, y el equipo cambia de dueños y de rumbo. Ahora el "Expreso Rojo", aquel legendario conjunto que se coronara campeón en el primer torneo profesional colombiano en 1948, entraba a hacer parte de la bonanza millonaria que se había vuelto lugar común en el fútbol del país. Alfonso Rozo, Gabriel Camargo y finalmente en 1981 Fernando Carrillo fueron algunos de los nombres que se apoderaron de las acciones y le imprimieron un nuevo estilo al club. Para ellos lo más importante no era la vocación deportiva que había caracterizado al "santafesito lindo" como lo llamaban sus hinchas, sino la capacidad de traer jugadores costosos. Entrenadores de 200 mil dólares al año, jugadores de 150 mil y pases de 50 mil eran las cifras que se manejaban en el nuevo Santa Fe y en las que quienes hicieron su agosto fueron los argentinos. Futbolistas considerados en su país como vejestorios y quienes en las primeras presentaciones en Colombia hacían estremecer las tribunas, pasados algunos meses comenzaban a volverse paquetes. El resultado de esto era un "encarte" para el equipo que debía reemplazarlos en la cancha y seguirles pagando de acuerdo con el contrato normalmente firmado por varios años.
Las cosas para el cuadro cardenal, como se le conoce en el medio deportivo, se fueron oscureciendo. Los paquetes chilenos que le metían los argentinos orquestados desde la revista El Gráfico, se habían convertido en un verdadero desagúe para Santa Fe y aunque sus nuevos dueños fueran "magnates emergentes" como los califica en carta enviada a El Espectador el doctor Jorge Méndez, uno de los fundadores del Club, el equipo ya no aguantaba más goles financieros.

SIN REMEDIO
Los autogoles que se hicieron los directivos, sobre todo en los últimos tres años, colocaron al cuadro capitalino al borde de la quiebra. La entidad deportiva solicitó el concordato a principios de este año y aunque lo hizo discretamente provocó el comienzo del viacrucis para la fanaticada. Inicialmente Martín Zamudio, de la junta directiva, propuso a los aficionados hacerse a unos bonos que la Corporación lanzaria a manera de canje por boletas y pases para el estadio y otros que serían una especie de acciones. Esta medida resultó ser apenas un paño de agua tibia y es cuando surge la propuesta de los ex presidentes. En una tertulia convocada por El Espectador, Pacheco, Yamid Amat y Daniel Samper (conocidos hinchas santafereños), a la cual asistieron varios de los antiguos presidentes del Club, Jorge Ferro Mancera propuso la creación de una nueva entidad que se haría cargo del equipo, comprando sus derechos y adquiriendo su ficha, con el compromiso de pagar a la Corporación Santa Fe, a título de regalía, el 10% de los ingresos obtenidos por las recaudaciones del equipo. Según Ferro Mancera, tales regalías ascenderían en un término de 10 años, a 150 millones de pesos, suma que corresponde a la deuda actual de Santa Fe. Esta propuesta parecia haberse cristalizado al obtener el apoyo de César Villegas, actual presidente del Club y de la Alcaldía Disírital. Se ofrecía entre otras cosas, patrocinio de la Lotería de Bogotá, terrenos para canchas y la creación de la Asociación Santa Fe, entidad que adquiriría la ficha sin la cual no es posible intervenir en el torneo de la Dimayor.
Pero cuando todo parecía estar listo para que el equipo iniciara una nueva época, sucedió algo que en ese momento era inexplicable. Repentinamente el 26 de junio pasado amaneció vendido el Santa Fe pero no como se creía. Sus nuevos dueños, que sorprendieron incluso al presidente César Villegas, citaron a una rueda de prensa en la que se presentaron y explicaron cómo se había llevado a cabo la negociación secreta.

FE SANTA
Efraín Pachón, ex jugador de Santa Fe, formado en las barriadas del Samper Mendoza, hermano del actual jugador Moises Pachón y cuyos otros tres hermanos han pasado también por las filas de la escuadra capitalina, era quien hablaba a nombre de los compradores. Somos un grupo de 25 ex jugadores de Santa Fe que llevamos a nuestro equipo en la sangre y hemos adquirido el 70% de las acciones, que era el porcentaje controlado por el señor Carrillo". La sorpresa para los periodistas no pudo ser más grande. De dónde iban a sacar 40 millones de pesos, valor de los derechos de Carrillo y ¿cómo diablos unas personas aparentemente sin muchos recursos económicos, compraban una deuda de 150 millones de pesos? Las cosas se presentaban tan abruptamente y tan poco claras, que hubo quienes dijeron que se trataba de una auto compra por parte de Carrillo. "No somos testaferros de nadie y tampoco somos ningunos millonarios, hemos invitado a varios pequeños industriales para que salvemos al Santa Fe y vamos a democratizar los derechos de la corporación", dijo Efrain Pachón enfáticamente, pero en el ambiente quedaron flotando muchas dudas. Luis Fernando Salazar, apoderado de Carrillo, consultado por SEMANA, dijo que la propuesta de los ex presidentes no fue aceptada porque no solucionaba adecuadamente la situación de los acreedores. En cuanto al acuerdo que se logró en la alcaldía, afirma que Villegas no estaba autorizado para negociar.
Aunque los detalles de la negociación entre Carrillo y los nuevos accionistas no están del todo claros, SEMANA se ha enterado de que las condiciones fueron bastante generosas, ya que incluyen pagos a mediano y largo plazo sin cuotas fijas y libres de intereses. Todo indica que fue Carrillo mismo quien buscó esta fórmula porque lo que a toda costa se negaba a hacer era devolver el equipo a manos de quienes lo calificaban de "magnate emergente". Lo que si no se sabe es si la fórmula generosa le permitirá a Carrillo perpetuarse en el poder y con él los vejestorios argentinos, los pagos atrasados a los jugadores y la insatisfacción de la fanaticada. Mientras tanto se seguirá aumentando la fila de los hinchas a los que ya se les murió la Fe y la única esperanza que tienen es que se les vaya para el cielo y se convierta en Santa.