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Sergio Luis Henao vuelve a levantarse

El país recuerda la cara del ciclista antioqueño cuando perdió la medalla de oro en los Olímpicos de Brasil, tras una caída. Siete meses después estrena título de Campeón Nacional de Ciclismo.

1 de marzo de 2017

En agosto de 2016, Sergio Luis Henao puso a muchos colombianos a soñar frente a los televisores con una medalla de oro olímpica en el que para muchos es el deporte más glorioso del país, el ciclismo. En la prueba de ruta de los juegos de Río de Janeiro, el pedalista antioqueño se despegó del lote y fue uno de los tres pedalistas que se fugaron tras el brillo de la medalla. El italiano italiano Vincenzo Nibali y el polaco Rafael Majka, sus rivales, parecían doblegarse ante las fuerzas del colombiano. A 11 kilómetros de cruzar la meta, Sergio Luis Henao resbaló, cayó y no pudo volver a levantarse. La cresta iliaca fracturada y un trauma en el tórax que le impedía respirar. Había dolor en el cuerpo, pero las lágrimas se derramaron por haber perdido una medalla que parecía tener agarrada de las manos.

No era la primera caída de su carrera, y Henao sabe que tampoco será la última. Lo que sí tiene claro es que cada vez que bese el asfalto, el camino que elegirá será el de levantarse y seguir pedaleando. Si alguien sabe caerse para luego levantarse es este ciclista nacido en Rionegro, miembro del poderoso batallón del Sky, y quien se ha convertido en el gregario predilecto de Cristopher Froome, el mayor rival de Nairo Quintana.

Siete meses después, Henao se volvió a pasear por las calles de Bogotá montado en su bicicleta. El pasado domingo se le vio con la única expresión que le hizo falta en Rio de Janeiro, un año atrás. Sentado en el sillín de su bicicleta, la  mirada altiva y los brazos en alto. Así cruzó de primero la línea de meta en la prueba élite del Campeonato Nacional de Ruta. Este año, el mismo en el que pudo estar paseando la medalla de oro, correrá con el amarillo, azul y rojo en su camiseta, como señal de quien porta ese uniforme es el campeón colombiano de ciclismo.

Henao no se rinde. Esa palabra no está en su diccionario: “lo importante es no darse por vencido, pelear hasta el final, y nunca perder la fe. Si hubiera perdido la carrera también hubiera intentado llegar hasta el final”, dijo el domingo, agitado, pero emocionado por su nuevo título.  

El padre Pablo Andrés Quintero, capellán de la Universidad de la Sabana, es desde hace muchos años el consejero espiritual de Sergio Luis. Da fe de las duras pruebas que la vida le ha puesto en su camino, y tras enumerarlas admite que cualquier humano hace rato hubiera buscado otro camino. “Ante todos las obstáculos que se le han presentado yo ya hubiera tirado la toalla, sin embargo él no renuncia a su decisión de que el ciclismo es lo que lo hace feliz y en lo que está basado su proyecto de vida”.

En el 2008, Henao era la carta principal del Colombia es Pasión en el Tour de L’Avenir, en Francia. Una caída lo dejó fuera de competencia. Pero como si la vida quisiera reivindicarse, en la rehabilitación conoció a Carolina Caicedo, fisioterapeuta. Primero se encargó de su recuperación, luego se convirtió en el apoyo de su vida.

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Fue el inicio de una temporada sin sobresaltos, Henao escaló a ser Top 10 en el Giro de Italia, ganar varias etapas en diferentes pruebas del World Tour, y lo más importante, se ganó la confianza de Christopher Froome, corredor más ganador del último lustro.

Uno de los golpes bajos que recibió fue aquella suspensión de tres meses para competir en carreras de la temporada 2015. Quién sabe si por su lealtad a Froome, o por ser del equipo más poderoso del mundo, el colombiano ha estado bajo sospecha de presunto doping. Ese año fue investigado por sus valores biológicos que a la luz de los números podrían significar un dopaje pero que tras rigurosas pesquisas por parte de la escuadra británica se comprobó que sus lecturas eran propias de un deportistas que se preparaba en la atura, en el caso de Henao, en Rionegro.

Fue el comienzo de la pesadilla. Cuando preparaba la contrarreloj del Tour de Suiza, que iba a ser su regreso oficial a las carreteras, fue atropellado por un vehículo que le rompió su rodilla en ocho partes. Una lesión que puso su carrera en riesgo.

Con el alma rota y el cuerpo adolorido, el antioqueño no dudó en someterse a una cirugía, tan compleja que lo tuvo más de nueve horas en el quirófano. Ocho meses sin competir.

“Él (Sergio Luis) tiene mucha confianza en Cristo a pesar de todas las dificultades que ha tenido y las ha superado gracias a su fe y al apoyo de su familia” dice el padre Quintero, como quien quiere explicar un milagro incapaz de justificarlo por la ciencia.

En Pamplona, la ciudad donde sueltan los toros por la calle, Sergio Luis Henao volvió se recuperó para volver embestir. Por eso, en el 2016, se subió al podio en el Tour Santos Down Under (3), la Vuelta al País Vasco (2),  y la Paris-Niza (6).

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“sabemos lo que tuvimos que pasar, el dolor, las lágrimas, pero eso al mismo tiempo es gratificante porque ahora sabes que lo que conseguí y porque superé las adversidades con mucho trabajo”, dijo Henao el año pasado, cuando muchos era escépticos de su regreso.

Y como si el destino se ensañara con el antioqueño, las sospechas de dopaje volvieron a asomar. La UCI le abrió una indagación por lo que su equipo prefirió alejarlo de las competencias. Tenía el sueño de disputar el Giro de Italia, y tuvo que seguirlo por televisión.

“Menos mal se hizo justicia”, dice su madre, Cecilia Montoya, al recordar el momento en que se descartó el uso de sustancias prohibidas. La vida le reservó su lugar como escudero de Froome en el Tour de Francia.

La medalla de oro en los Olímpicos de Brasil parecía ser la recompensa a tantos sufrimientos. Pero no fue así. Se fue contra una baranda y con una expresión de tristeza en su cara vio cómo se iba la posibilidad de conseguir una medalla que muchos sueños pero contados alcanzan. Una de las más dolorosas escenas del deporte colombiano.

El pasado domingo ocho meses después de aquella caída, Henao dio una muestra de autoridad en las calles de Bogotá y se llevó el triunfo por el que portará la camiseta tricolor en las carreras del mundo. Lo hizo ante su familia encabezada por su hijo Emanuel que lo acompaño durante la premiación.

“Es bonito cuando ganas frente a tu familia. Subir con mi enano al podio es lo que más me llena de orgullo” señaló el ciclista.

Aunque la alegría de la victoria fue evidente para Doña Cecilia, la mamá de Sergio Luis, este es el momento en el que más recuerda las caídas que ha debido superar su hijo: “Son sensaciones muy encontradas a, a uno le brotan las lágrimas al ver que es el hijo de uno. Esta es la recompensa a tantos infortunios”.

Henao ya está de regreso en Europa donde va a correr Paris-Niza, Vuelta al País Vasco y las Clásicas de las Ardenas en su calendario de primavera. Además, volverá a ser el gregario de lujo de Froome en el Tour de Francia.  Sabiendo que si se presenta alguna dificultad seguramente la superará. Henao vuelve a levantarse.