El nuevo Babe Ruth, ¿japonés?

La expectativa y la decepción

Durante el llamado ‘Spring training’, el mes de preparación en el que los equipos de Grandes Ligas se ponen a punto para sus seis meses de acción ininterrumpida, parecía que toda la fanfarria alrededor de la nueva contratación de los Angels de Los Ángeles se había quedado en eso, fanfarria.

Shohei Ohtani, el joven japonés de 1,93 metros de estatura y 98 kilos de peso, llegó a las Mayores precedido de una expectativa gigante pues prometía la doble amenaza de sumar al ataque con su bate y a la defensa con su pitcheo, como ningún otro en la actualidad y como nadie desde Babe Ruth (entre 1915 y 1919). Pero rápidamente decepcionó. En un mes hizo lo que un gran jugador de béisbol puede lograr en una tarde inspirada, pues conectó apenas 4 sencillos en 32 turnos al bate. En cuanto al pitcheo, que siempre estuvo un escalón arriba que su bateo, Ohtani ofreció chispas de genialidad y muestras de flaqueza, un panorama poco concluyente.

La prensa especializada aseguró que no estaba listo para el gran escenario y sugirió que, quizás, debía pasar unos meses en las Ligas menores… Su entrenador Mike Scioscia opinaba distinto. Ohtani, por su parte, nunca mostró señales de pánico. El estoicismo puro, la educación, la calma.

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El estallido y el asombro

Cuánto ha cambiado todo, tan rápidamente. Desde que empezó la temporada 2018, parece que en ese mes de preparación el ‘Babe Ruth japonés’, el ‘Samurai de dos espadas’ (Nito-ryu), engañó a sus rivales. Desde su primera aparición lanzando, el domingo santo contra los Athletics de Oakland, descrestó y se llevó su primera victoria. Para verla había 240 periodistas japoneses acreditados. Japón tiene una fuerte cultura de béisbol, y un jugador como Ichiro Suzuki (fijo en el Salón de la fama) ha simbolizado la calidad y la seriedad de los jugadores orientales por años.

Pero este es otro estadio. En Japón quieren que Ohtani domine con su doble amenaza, con su versatilidad, y por lo que han visto de él últimamente, están extasiados. Esto quedó ratificado cuando su manager le dio la luz verde para poder salir a batear. Dejó esta memoria narrada por periodistas japoneses. Le suma la especial manera en la que su equipo festejó, también en el video.

El momento parecía insuperable. Pero una noche después, frente a Corey Kluber, el mejor pitcher de los Indians de Cleveland y uno de los pitchers más dominantes de la Liga Americana, repitió la faena. Los dos jonrones que conectó ya resultaron claves para su equipo. No solo se trata de golpear bien, sino de golpear cuando es más necesario y difícil.

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Lo que viene

Según su manager, Ohtani lanzará cada siete días, y seguramente bateará más de lo que se presupuestaba en un comienzo. Hay que dosificar sus esfuerzos para no quemarlo, pues la temporada de béisbol es larga, dura y cruel como ninguna, y su caso es particular, muy particular.

Con el paso de cada aparición se va registrando cada detalle, fortaleza, pero sobre todo, cada pequeña debilidad, y cuando esta aparezca, sus rivales buscarán explotarla al máximo. Por eso, si en cuestión de meses mantiene este ritmo, no es exagerado decir que el mundo celebra la llegada de un verdadero fuera de serie. Por ahora, parece ser un ‘unicornio azul‘, pero solo el tiempo y el éxito sostenido lo ratificará.

Babe Ruth, el ‘gran bambino‘, jugó entre 1914 y 1935. Fue un bateador legendario, que empezó con los Red Sox de Boston, pero con sus bombazos elevó la franquicia de los Yankees de Nueva York, a la que llegó en 1920. Entre 1915 y 1919 lanzó entre 130 y 330 innings.