El sorprendente ascenso del desconocido Tigres de Soacha

La última fecha del torneo de ascenso del fútbol colombiano fue dramática. Mientras en el estadio de Techo Tigres de Soacha cumplía con su deber de ganar (0-1 al Bogotá F.C.), en el municipio de Itagüí, Leones y Pereira empataban para completar la gesta de un equipo que apenas este año adquirió un nuevo nombre y una sede.

El drama del Pereira merece más que un párrafo. El equipo Matecaña llegaba con la primera opción para ascender. Faltando tres minutos logró ponerse en ventaja y, a falta de 30 segundos, no pudo resistir la presión y permitió el empate de Leones.

El equipo de Risaralda fue el mejor onceno de la segunda categoría durante todo el año y al final, como en los últimos dos periodos, se desinfló de forma inexplicable. Después de lograr 70 puntos, Pereira se quedó en segunda división y el entorno del fútbol volvió a cuestionar el modelo que impone la Dimayor.

Lo cierto es que termina un nuevo año del Torneo Águila y una vez más llega un equipo que se formó hace once meses, que no cuenta con infraestructura o divisiones menores, mucho menos con algo de historia o tradición.

Tigres llega a la primera división aprovechando un formato que para algunos luce injusto y se convierte en otro equipo comodín para los supuestamente grandes. Eso sí, lo que logró Tigres se lo ganó en franca lid. Y es una verdadera hazaña.

La historia del nuevo integrante de la A se remonta a enero de 2003. El equipo se llamó inicialmente Expreso Rojo y tenía como sede Cartagena. Dos años más tarde migró a Sincelejo. Allí no duró mucho tiempo.

A raíz de diversas coyunturas, incluso económicas, el Expreso también tuvo fugaces pasos por Fusagasugá, Zipaquirá, Facatativá, para finalmente aterrizar en Soacha, allí donde en enero de este año cambió de nombre y hasta de color de camiseta. De rojo pasó a gris.

Los de Soacha disputaron su primer partido oficial el 13 de febrero de este año, cuando empataron en casa por 1-1 con el Pereira, rival al que privaron de ascender.

Tigres nació con una nómina modesta, que de la mano del técnico Jhon Jairo Bodmer Restrepo, se puso la meta de hacer historia. Y sí que lo logró.

Sin tantos pergaminos, este equipo, junto al América de Cali, tendrá el chance de codearse con los grandes y con otros de no tanto renombre que se han ido quedando en la liga más importante del fútbol colombiano: Fortaleza, Patriotas, Águilas de Rionegro, entre otros.