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Nairo Quintana Rojas buscará derrotar a Chris Fromme. | Foto: Tim De Waele / DPPI

CICLISMO

Tour de Francia: comienza el “sueño amarillo”

La edición 103 de la competencia tiene a los colombianos esperanzados en una victoria para Nairo Quintana, pero lo mejor es dejar que el boyacense corra tranquilo y sin presiones.

1 de julio de 2016

Este sábado, en la costa de Normandía, comienza la edición 103 del Tour de Francia y el oriundo de Cómbita, Boyacá, Nairo Alexander Quintana Rojas, parte como uno de los favoritos para conquistar la mítica Grande Bouclé. Con 26 años, el “capo” del Movistar buscará derrotar a su principal adversario de los últimos años, el británico de origen keniata Chris Fromme, del Sky, dueño de los títulos de 2013 y 2015, años en los que Nairo fue segundo.

Sin embargo, y pese a que los antecedentes recientes muestran al colombiano como uno de los corredores más fuertes de la temporada, con triunfos en la Vuelta a Cataluña, la Vuelta a Romandía y Ruta del Sur, no es bueno poner sobre él todos los reflectores y presionarlo para que obtenga el preciado título en los Campos Elíseos.

Y es que ganar el Tour no es fácil, ni siquiera para leyendas como Froome o Alberto Contador (Tinkoff), puesto que cada vez hay más y mejores rivales.

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Este año por ejemplo, estarán en la partida de Mont Saint Michel, en la región de la Mancha, una verdadera pléyade de ciclistas. Además de Froome, Contador y Quintana, estarán Fabio Aru (Astana), campeón de la Vuelta a España 2015 y subcampeón del Giro 2015; Vincenzo Nibali (Astana), campeón del Tour en 2014, vigente campeón del Giro de Italia y campeón de la Vuelta a España 2010; Thibaut Pinot (FDJ), tercero del Tour 2014 y reciente campeón del Critérium Internacional y del campeonato de Francia de contrarreloj; Romain Bardet (Ag2r), sexto del Tour el año pasado y noveno en 2014; Rafal Majka (Tinkoff), tercero de la Vuelta a España 2015 y tres veces top 10 del Giro de Italia; Tejay Van Garderen (BMC),quinto del Tour en 2012 y 2015; Mathias Frank (IAM), top 10 el año pasado en el Tour; Joaquín Rodríguez e Ilnur Zakarin (Katusha), Daniel Martin (Etixx), Pierre Rolland (Cannondale) y Wilco Kelderman (Lotto Jumbo).

En un segundo renglón hay que nombrar a Sergio Luis Henao, Mikel Landa y Wout Poels (Sky), Bauke Mollema (Trek), Richie Porte (BMC), Tom Dumoulin y Warren Barguil (Giant), Tony Gallopin (LottoSoudal), y el tándem Rui Costa y Louis Meintjes (Lampre).

Pensar en que Nairo puede derrotar a tantos y poderosos rivales es optimista y sí, hay que mantener la fe, pero de ahí a exigirle que lo haga hay un solo paso, y es en ese frívolo triunfalismo en el que no debemos caer los colombianos. Tomemos como ejemplo el caso de Lionel Messi, en Argentina, quien acaba de renunciar a la selección de fútbol de ese país por la presión insólita de los hinchas, quienes no le perdonan que no gane un título con la albiceleste.

Los ídolos no tienen ninguna obligación con sus hinchas. Su único compromiso en representar bien a su equipo, a su patrocinador. A los grandes deportistas hay que admirarlos, nada más. Si Nairo vuelve a casa con otro segundo lugar, o con un top 5, o lo que sea, habrá que celebrarlo igual que si lograra el primer lugar del podio.

Mesura, mucha mesura es la que hay que tener con Nairo en estos momentos. El ciclismo es un deporte difícil y en una carrera de tres semanas pueden ocurrir muchas cosas: caídas, enfermedades, cortes por viento y demás calamidades.
El Tour de Francia inicia este sábado con 198 corredores repartidos en 22 equipos. Recorrerán 3.519 kilómetros a lo largo de tres semanas (21 etapas). Pasarán por Francia, España, Suiza y Andorra. Serán nueve etapas planas, diez de montaña y dos contrarreloj (Una de 37,5 kilómetros y otra de 17, ambas con pasos montañosos).

El Tour, este año, no dará espacio para el bostezo. La primera etapa, entre Mont Saint Michel y Utah Beach Sainte Marie du Mont, de 188 kilómetros, nos deleitará con la primera gran batalla de los velocistas. Resulta curioso que se haga en las costas normandas, donde el 6 de junio de 1944 se produjo el desembarco de los soldados estadounidenses que derrotaron a los Nazis alemanes. Y resulta curioso porque los principales candidatos para vencer en esa primera etapa, son precisamente los alemanes: Marcel Kittel (Etixx), John Degenkolb (Giant) y Andre Greipel (Lotto Soudal). Claro que en la discusión también estará el francés Bryan Coquard, del Direct Energie. En competencia también está el legendario Mark Cavendish, del Dimension Data, y sería una irresponsabilidad dejarlo por fuera de la baraja.

La segunda etapa, entre Saint-Lô  y Cherbourg en Cotentin, de 183 kilómetros, presenta un primer obstáculo montañoso, la Cote de la Glaciere, a 3 kilómetros de la meta y con rampas de hasta el 13 %. Un muro parecido al de Bretaña. Peter Sagan (Tinkoff), Daniel Martin (Etixx) y Alejandro Valverde (Movistar), son favoritos para dicho recorrido.

Luego viene Granville – Angers, 223,5 kilómetros, un manjar para los velocistas, quienes seguramente desaparecerán del mapa hasta el primer día de descanso, pues desde el martes de la próxima semana el Tour se encaminará rumbo a los Pirineos.

Primero Saumur – Limoges, 237.5 kilómetros sobre un terreno quebradizo y con descensos. Luego Limoges – Le Lioran, 216 kilómetros con siete premios de montaña. Y las cuestas no pararán hasta el día de descanso en Andorra, el lunes 11 de julio. La etapa seis, entre Arpajon-sur-Cère y Montauban, de 190,5 kilómetros, es un serrucho con tres premios de montaña y descensos estilo Vincenzo Nibali. La séptima, entre L’Isle Jourdain y Lac de Payolle, de 162,5 kilómetros, termina en el magnífico Col de Aspin. La octava, entre Pau y Bagneres de Luchon, de 184 kilómetros, es una delicia, pues tiene cuatro premios de montaña, uno de categoría especial: el Tourmalet, dos de primera y otro de segunda. La novena es otro descaro, 184,5 kilómetros desde Vielha Val d‘Aran (España), hasta Andorra Arcalis. El menú de semejante etapa presenta cinco premios de montaña y final en alto de categoría especial, Andorra Arcalis.

Después del día de descanso llega la etapa 10, ya en territorio alpino entre Escaldes-Engordany y Revel, sobre 197 kilómetros. Los primeros 24 kilómetros son subiendo, hasta Port de Envalira, en Andorra, y luego un infernal descenso de 60 kilómetros para conectar con un terreno de columpios bastante peligroso. Por fin, el miércoles 13 de julio, una etapa plana para que los favoritos respiren: Carcassonne - Montpellier, 162,5 kilómetros. Y entonces, así porque sí, llega el Mont Ventoux. La etapa 12, muy esperada por los aficionados, irá de Montpellier a Mont Ventoux, sobre 184 kilómetros, con esa subida tremebunda de 16 kilómetros con rampas de hasta el 22 %, hasta llegar hasta casi 2.000 metros sobre el nivel del mar.

La etapa 13 significará el primer duelo contra el cronómetro. 37,5 kilómetros entre Bourg Saint Andéol  - La Caverne du Pont d‘Arc, donde ya tienen puestos sus ojos los especialistas Tom Dumoulin (Giant), Fabian Cancellara (Trek) y Tony Martin (Etixx), entre otros.

Luego, en la etapa 14, Montélimar  - Villars-les-Dombes Parc des Oiseaux , 208.5 km, una merecida tregua para el pelotón.

El 17 se abre nuevamente la batalla con la fracción entre Bourg en Bresse y Culoz, de 160 kilómetros, con un circuito en la Grand Colombier, que implica un premio fuera de categoría y otro de primera, antes de un descenso muy inclinado hasta la meta.

El 18 de julio el Tour llega a Suiza. La etapa 16, entre Moirans en Montagne y Berna, de 209 kilómetros, les dará vuelo a los amantes de las fugas y permitirá a los favoritos recuperar fuerzas. Al día siguiente, un nuevo descanso y luego, en la etapa 17, de nuevo al combate.

La fracción entre Berna y Finhaut-Emosson, de 184,5 kilómetros, tendrá cuatro premios de montaña y final en alto de categoría especial: Finhaut, a 1.960 metros sobre el nivel del mar.

Al día siguiente, la cronoescalada entre Sallanches y Megeve, de 17 kilómetros, donde se espera que Nairo ponga tierra de por medio entre él y sus rivales. Contador es otro de los candidatos para ese día, al igual que Rafal Majka.

El 19 de julio un nuevo final en alto, Albertville - Saint-Gervais Mont Blanc, de 146 kilómketros, con cuatro premios de montaña entre los que destaca el Montee Bissane, a 1.723 metros de altura sobre el nivel del mar.

El 20 de julio llega una etapa echa a la medida de Nairo Quintana, quien ya sabe lo que es ganar en Morzine, pues lo hizo en el Dauphiné Liberé de 2012. Por allí también rondan los espíritus de Martín Ramírez, Francisco Rodríguez, Fabio Parra y Lucho Herrera. Megeve - Morzine-Avoriaz, de 146,5 kilómetros, presenta los retos de Col des Aravis (2), Col de la Colombiere (1), Col de la Ramaz (1) y Col de Joux Plane (Categoría especial).

Para el final, el mítico “paseo de la victoria”, Chantilly – París (Campos Elíseos), de 113 kilómetros.

El “sueño amarillo” de Nairo es posible, pero dejemos que el boyacense vaya paso a paso, sin presiones, sin triunfalismos dañinos. Cuidemos a nuestra joya, que todavía tiene mucho que ofrecer en el ciclismo mundial.