"En este puesto nunca se puede cometer un error"

William Torres es el utilero de Santa Fe desde hace 15 años, y en todo este tiempo nunca había contado con algún inconveniente como el del pasado domingo con el uniforme del equipo. “Es un puesto donde uno nunca puede tener un error porque mire lo que pasa. Lo mío fue por confianza, y bueno, gracias a Dios se ganó el partido, eso tapa un poquito todo”, enfatiza William.

Su alarma se produjo al llegar al estadio La Independencia de Tunja dos horas antes del partido, como lo hace habitualmente para organizar todo previo a la llegada de los jugadores y el cuerpo técnico. 

En el camerino se encontró con el utilero del Boyacá Chicó. Al preguntarle sobre la indumentaria con la cual iban a jugar, el hombre de Chicó le hizo saber que la Dimayor había planteado que Independiente Santa Fe saliera con el uniforme blanco, pues el conjunto local lo haría con la camisa naranja de cuadros negros que obligaba al conjunto visitante a vestir el uniforme alternativo. 

William no le había preguntado de ello a Julio, el gerente deportivo, al que acompañó durante sus días iniciales y finales como jugador. El árbitro Roldán fue enfático: no pito con dos colores tan similares. 

El utilero del cuadro ajedrezado se mostró dispuesto a ayudar y aseguró que contaban con un juego alterno, pero condicionó todo a la respuesta del presidente del club, Eduardo Pimentel. Según Torres, este afirmó en primera instancia que la Gobernación les exigía portar el primer uniforme, o si no les ponían “problemas”, y más adelante le manifestó simplemente que no tenían esa segunda prenda, a pesar de lo expresado por el utilero del club local. 

“De pronto, como dice él, que la Gobernación les ponía una multa si cambiaban…Pues bueno, ya que hablen ellos. Si a mí me dicen que juegue con el azul, juego, y voy y lo traigo en un momentico. Ellos tenían más tiempo que uno. Yo estaba en Tunja y ya no podía hacer nada sobre el partido”, afirma Torres. 

Después de que el presidente del Chicó le dijera que no se podía cambiar por cuenta de la multa, William le informó a Julio, quien a su vez buscó la colaboración del cuadro de Tunja, que de nuevo se negó. Acto seguido el exguardián del pórtico de Santa Fe se comunicó con el presidente César Pastrana, quien tomó la decisión de probar las camisetas grises que llevaron de calentamiento, a las cuales comenzaron a hacerle los respectivos números a punta de esparadrapos. 

“Fue un momento para no olvidar, más familiar…aunque para uno es algo que no puede dejar pasar”, relató William al ver que todo el equipo se reunía en torno a un mismo oficio que a muchos jugadores les recordó cuando sus comienzos en los partidos de barrio. Uno de ellos fue Anchico, quien no pudo evitar expresarle a Torres su extrañeza por lo sucedido:   “Willy, a mí se me hizo raro que fuera a pasar eso, a usted nunca le pasa nada así”.

Apenas los jugadores saltaron a la cancha, el utilero Torres salió en búsqueda de otras camisetas que pudieran remplazar las que usaran en el primer tiempo, pues temía que por la misma transpiración de esta los esparadrapos pudieran caerse. 

El utilero de Chicó le ayudó para que de una tienda le trajeran nueve camisetas, cada una a 56.000 pesos. Las otras cinco las consiguió en la calle por $20.000 para completar 14. Los vendedores nunca se enteraron de su fin inmediato. 

“Ya queda la camiseta como anécdota”, dice William con una risa ligera. Desde el camerino hizo fuerza para que el plantel santafereño consiguiera la victoria, pues no quería pensar que por un descuido propio, un error, pudiera afectar el resultado del propio club. 

Este lunes fue día de descanso. Mañana se reúnen y sabe que el grupo lo molestará algo por lo sucedido. "Pero al final son cosas positivas, tampoco nada negativo”.