Nairo Quintana sobrevive a la contrarreloj

El británico Chris Froome arrasó este viernes en la 19ª etapa de la Vuelta a España, una contrarreloj de 37 km entre Jávea y Calpe, pero el colombiano Nairo Quintana se mantuvo como líder con más de un minuto de diferencia a dos días del final.

Froome, segundo de la ronda española, se impuso en la meta con un tiempo de 46:33, sacando 44 segundos de ventaja al segundo, el español Jonathan Castroviejo (Movistar) y 1:24 al tercero, el sueco Tobias Lludvigsson (Giant), mientras que Quintana fue 11º a 2:16.

El colombiano retuvo el maillot rojo de líder de la general con una cómoda ventaja de 1:21 sobre Froome de cara a la última jornada de montaña del sábado, antes de llegar a Madrid el domingo, en una etapa tradicionalmente dedicada a los velocistas.

"Quintana tiene todavía más de un minuto de ventaja, pero vamos a luchar hasta el final", dijo el británico tras la fracción.

Froome "realmente ha volado, ha sacado mejores tiempos de lo que nosotros preveíamos", reconoció Nairo tras la etapa.

Quintana ya había dicho al inicio de la Vuelta que necesitaría tres minutos para poder defender el maillot rojo en esta contrarreloj, "lo hemos cumplido y tenemos algo de ventaja que juega ahora a nuestro favor".

"Lo importante es que sigo teniendo buenas piernas para defender mañana que es un día muy importante", insistió el colombiano, que ya adelantó que no le va a quitar el ojo de encima a Froome.

Por otra parte, Esteban Chaves no consiguió defender su tercer puesto y perdió su lugar en el podio ante el español Alberto Contador.

Contador hizo el octavo mejor tiempo de la jornada a 1:57 del ganador de la etapa, mientras que Chaves, ahora cuarto en la general, sólo pudo ser 24º, a 3:13 de Froome.

El español, tres veces ganador de la Vuelta (2008, 2012, 2014), cuenta ahora con más de un minuto de ventaja sobre Chaves, lo que debería permitirle defender su puesto en el podio.

Este sábado tendrá lugar la penúltima etapa de la Vuelta de 193,2 km entre Benidorm y el Alto de Aitana, en la que antes de llegar a la meta situada en un alto de categoría especial, los ciclistas deberán superar cuatro puertos de segunda categoría.