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A. Latina reducirá la cifra de desnutridos en 2010, pero menos de lo esperado

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) pronostica que la economía latinoamericana crecerá este año a un ritmo del 5,2 por ciento, profundizando la recuperación iniciada en la segunda mitad del 2009.

13 de octubre de 2010

Latinoamérica reducirá este año en 600.000 el número de personas desnutridas respecto al 2009, una cifra considerada "insuficiente" por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que presentó un informe sobre la seguridad alimentaria en la región.

La FAO pronostica que el número de hambrientos en la región se situará en 52,5 millones en el 2010, lo que revierte la tendencia al alza que se registraba desde el 2006.

"La reversión del hambre en el 2010 es importante, pero insuficiente para la única región que iba en camino de erradicarla", dijo el representante regional de la FAO, José Graziano, al presentar en Santiago el "Panorama de la Seguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe" 2010, que analiza las principales tendencias de la lucha contra el hambre en la región.

Aunque Graziano calificó la reducción de "positiva", lamentó que América Latina y el Caribe sea la única región en el mundo en la que la cifra de personas con hambre permanece prácticamente inalterada con respecto al 2009, cuando alcanzó 53,1 millones.

En este sentido se refirió a la región de Asia y el Pacífico, donde la reducción será este año de 80 millones de personas, y a la región de África Subsahariana, donde habrá 12 millones menos de hambrientos.

Las estimaciones de la FAO apuntan a que, después de alcanzarse en el 2009 una cifra de un billón de personas con hambre en el mundo, el número descendería este año a 925.000 personas.

Según el estudio, el aumento de los precios internacionales de los alimentos a partir del 2006 y la crisis financiera y económica en el 2009 son los principales factores que explican el aumento de la malnutrición en la región en los últimos años.

El representante regional de la FAO explicó que aunque América Latina estaba mejor preparada para afrontarla, la crisis económica fue más profunda de lo inicialmente previsto y tuvo graves consecuencias en el empleo y en los ingresos de los hogares más vulnerables, lo que prolongó la crisis alimentaria.

Además se refirió al gran número de personas de la región "flotando en torno a la línea de la pobreza" y que, tras la crisis, pasaron a ser considerados pobres, así como a la falta de recursos financieros de los gobiernos de la región para enfrentar la difícil coyuntura económica.

En este sentido, indicó que los países que lograron sortear mejor las situaciones de pobreza extrema y hambre fueron aquellos que contaban con instituciones mejor preparadas para instrumentar políticas anti-cíclicas, como Colombia, Brasil y Perú, y en menor medida Argentina y Chile.

Sin embargo, otros países, como México, que son muy dependientes de la economía estadounidense, no lograron recuperarse, a lo que tampoco ayudó el impacto del cambio climático en la zona que afectó a las cosechas y consecuentemente a la volatilidad de los precios.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) pronostica que la economía latinoamericana crecerá este año a un ritmo del 5,2 por ciento, profundizando la recuperación iniciada en la segunda mitad del 2009.

Pese al regreso al crecimiento económico en la región y aunque se consiga reducir el hambre, la FAO prevé que las cifras de personas hambrientas sigan siendo altas en la región en los próximos años.

Para la superación del hambre, el organismo sugiere una agenda a medio plazo de políticas públicas para la seguridad alimentaria que vincule el crecimiento económico con la inclusión social.

"Sólo vinculando el crecimiento económico con la inclusión social se pueden obtener resultados de largo pazo, que tengan un impacto más profundo que las acciones de emergencia", indicó el coordinador del grupo de políticas de la oficina regional de la FAO, Fernando Soto Baquero.

El organismo de Naciones Unidas además llamó la atención sobre la importancia de revalorizar el papel de la agricultura familiar en el abastecimiento de alimentos para que los países tengan mayor autonomía en momentos de crisis y sobre la necesidad de erradicar la desnutrición crónica infantil y la obesidad.
 
EFE.

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