Home

Economía

Artículo

APOSTANDO AL FUTURO

El equipo económico del gobierno viaja a Washington en busca de una buena calificación del Banco Mundial

22 de octubre de 1984

Y siguen las buenas noticias para la economía colombiana. Después de los descubrimientos de petróleo en Arauca que alivian el futuro energético del país, el director del Departamento Nacional de Planeación, Jorge Ospina Sardi, reveló en rueda de prensa concedida el jueves pasado, que las perspectivas sobre el desempeño de la economía en 1984 son mejores de lo que se creía en un principio. En opinión del funcionario, las cifras obtenidas hasta agosto permiten que el crecimiento del Producto Interno será en 1984 de un 2.3%, lo cual es superior a lo observado en los dos últimos años.
El cálculo de Planeación es, hasta cierto punto, sorpresivo, dados los problemas fiscales y de contracción externa que afronta Colombia. Según lo ocurrido en el primer semestre del año, el mayor ritmo de crecimiento le corresponde a la industria que, con respecto al mismo período de 1983, mejoró en un 10% en términos reales, indicando que, por lo menos temporalmente, se ha salido del sótano.
Con todo, sería demasiado optimista esperar que el ritmo del primer semestre se mantenga durante el resto de 1984 y el gobierno estima que, para el año completo, el sector crecerá en 4.5%. Un comportamiento aún mejor es el que se espera de la minería que, como resultado de los proyectos en curso, debería incrementarse en 8.7%0 durante el período. El resto de las actividades productivas mantendrian un ritmo menor destacándose la agricultura con 2.2% y el comercio con 1.3%. Las cifras de Planeación, contrastan con las del Banco Mundial el cual a comienzos de la semana habló de una tasa de crecimiento del 1.5% para toda la economía en 1984.
Sin embargo, parece que en este caso quien tiene razón es el gobierno.
En opinión de la mayoría de los gremios económicos, los síntomas de reactivación que se viven son ciertos, especialmente en el caso de la industria. "El ascenso empezó en el último trimestre de 1983 y continuó hasta junio, con un intermedio en abril debido al IVA, confirmó un economista estudioso del tema. Las discrepancias que existen se concentran en torno al crecimiento del sector agrícola, pues la SAC habla de un aumento del 1.5%, y en lo que hace al sector comercio el cual ha sido, sin duda, uno de los más duramente golpeados por la recesión y el cierre de importaciones.
El gran interrogante, sin embargo, tiene que ver con la permanencia de la recuperación y las perspectivas para 1985. Si bien este año ha resultado mejor de lo esperado teniendo en cuenta las condiciones de la economía, existen dudas serias en varios sectores respecto al futuro. Principalmente, hay indicios respecto a una nueva caída en la producción industrial a partir de julio, debido al difícil clima económico. Tal opinión es expresada por Juan Luis Londoño, investigador de Fedesarrollo, quien afirma que "el clima empresarial es otra vez pesimista". Según parece, los recortes hechos al gasto del gobierno con el fin de reducir el déficit fiscal, se han dejado sentir en la demanda de productos industriales.
Con todo, todavía es demasiado prematuro para saber si el buen comportamiento de la producción se detuvo en junio, o ha continuado. Los analistas del gobierno sostienen que las políticas adoptadas han dado sus frutos y que las perspectivas para un mejoramiento sostenido se mantienen. Lamentablemente, la recuperación vivida no ha sido lo suficientemente fuerte para disminuir los índices de desempleo debido a que las empresas demoran el proceso de reenganche de operarios hasta ver si el crecimiento se mantiene. Igualmente, se dice que lo que se ha buscado es aumentar la productividad de los trabajadores empleados, sin tener que contratar más mano de obra.
Las nuevas sobre el crecimiento de la economía colombiana en este año serán presentadas al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional esta semana por el ministro de Hacienda, buscando que esas entidades respalden la gestión económica del país con el fin de abrir las compuertas de la banca internacional, para evitar la presencia de una crisis cambiaria en 1985. Según los cálculos de Planeación, la deuda pública externa se incrementará entre 1984 y 1987 en un 40% con el fin de financiar proyectos del gobierno nacional en varios sectores (ver cuadro). Las iniciativas propuestas serán financiadas en su mayoría con la banca de fomento, pero se requiere el concurso de la banca comercial. Si ello se logra, se recibirían en el país los dólares necesarios para que éste atienda sus compromisos externos, antes de que el carbón y el petróleo empiecen a dar resultados a mediados de 1986.
Aunque los mercados de dinero están todavía muy limitados debido a la prevención de los bancos privados, se considera que si Colombia recibe una buena calificación en Washington, no le será muy difícil contratar nuevos préstamos. Algunos economistas destacan cómo las recetas fiscales que se han ensayado y propuesto (reduccion de gasto y aumento de ingresos) deben ser bien miradas por el FMI ya que "ellos exigirían medidas así, si nos estuvieran prestando". Pese a lo duro del camino, el país supera con creces el comportamiento de la mayoría de economías latinoamericanas y ello debería ser suficiente justificación ante el exterior para conseguir los préstamos necesarios.
No obstante, hay que tener en cuenta que se requiere un manejo conservador de la deuda para no repetir de aquí a un tiempo la situación de estrechez de ahora. Para 1987 el servicio de la deuda pública externa será superior a los 2.100 millónes de dólares y si a ello se agregan las proyecciones de la deuda privada, se requerirían casi 3.000 millónes de dólares al año, sólo para el pago de amortizaciones e intereses. En semejantes circunstancias, un mal comportamiento de las exportaciones o un crecimiento rápido en las importaciones pondrían en jaque la estabilidad económica del país, pese a contar con los ingesos provenientes del petróleo y el carbón. -