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ASAMBLEA DE SOBREVIVIENTES

El BID se reune en Panamá para fijar nuevos criterios de crédito.

18 de abril de 1983

Durante la presente semana se llevará a cabo en Panamá la Asamblea de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo durante la cual se presentará el informe anual de operaciones correspondiente a 1982. Esta reunión ha sido denominada en algunos circulos "la asamblea de los sobrevivientes", debido a las innumerables crisis que ha tenido la banca latinoamericana en los últimos dos años. La situación actual es caótica; un alto número de estos países se encuentra en una bancarrota no declarada y precisamente cuando se hallan más necesitados de fondos, la banca internacional privada sólo se dirige a ellos para cobrarles. No quiere ni siquiera oír hablar de nuevos créditos.
Esta asamblea del BID es el encuentro entre "los banqueros del norte y los banqueros del sur" en busca de una solución racional desde el punto de vista financiero para la revitalización económica tanto de los países desarrollados, como de aquellos en desarrollo. Existe plena conciencia de que el hundimiento de los primeros implica el hundimiento de los segundos y por eso es innegable la importancia de entidades de planificación concertada como es el Banco Interamericano de Desarrollo. Las perspectivas del BID durante los próximos cuatro años son bastante favorables, ya que los fondos prestables observarán un fuerte incremento.
Durante el cuatrienio anterior se realizaron préstamos por un valor aproximado a los 9 mil 500 millones de dólares y para el cuatrienio que comienza este año se proyecta aumentar esta cifra a 15 mil millones de dólares.
La importancia no radica tan sólo en el monto de la cifra, sino en los costos, los plazos otorgados y la canalización que se le da a estos recursos. En cuanto a los costos, la tasa de interés fijada por el BID es, por lo general, considerablemente menor a aquella fijada por la banca privada internacional. Los plazos son más largos, lo cual permite una maduración normal de los proyectos y una forma de amortización accesible al usuario. El criterio que se sigue en la canalización de los recursos no es tan sólo el de la rentabilidad (aunque evidentemente es importante) sino también la relevancia que tengan los proyectos financiados en la solidificación de la estructura económica del país; la dirección de la canalización es fijada de acuerdo con las prioridades que indique el gobierno central. Esta política constituye una eficiente forma de fomento para aquellos sectores que, por su baja rentabilidad en el corto plazo o por su falta de garantías bancarias, difícilmente obtendrían créditos privados.
Para Colombia la posibilidad de tener un mayor acceso a estos fondos será bastante importante durante los próximos años, ya que la caída que se observa en las exportaciones implica que la escasez de divisas se irá acrecentando, haciéndose necesario acudir a préstamos de la banca internacional.
Siendo esta la situación, lo óptimo es utilizar aquellos fondos de menores costos, en los cuales el gobierno tenga injerencia en la canalización de los recursos.
Pese a las condiciones favorables de estos créditos, sus costos siguen siendo altos para el país,por lo cual su utilización debe optimizarse; hay quienes opinan que estos recursos tan sólo deberían ser utilizados para gastos en el exterior, para suplir déficits de divisas, y no para capital de trabajo en el interior ya que esto implica presiones inflacionarias por ampliación en la base monetaria. Por otra parte, se han hecho algunas críticas respecto a los sesgos en la colocación que han tenido las corporaciones financieras, a las cuales el gobierno les dio la función de intermediarios de los recursos BID. Esto, afirman los analistas de crédito internacional, de ser estudiado de inmediato, ya que los intermediarios financieros son parte fundamental del proceso.-