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ATERRIZO EL "CONCORDE"

Con menos equipaje del calculado, llegó el crédito de los mil millones de dólares

11 de enero de 1988

"Siquiera dejamos de rodar por este mundo, tocando las puertas de los bancos" advirtió con voz de alivio la jefa nacional de Planeación, María Mercedes Cuéllar de Martínez, durante la rueda de prensa que anunció la aprobación de 103 bancos del mundo de un paquete crediticio por US$ 1.000 millones para Colombia. Se trata del anunciado préstamo "Concorde" que sufrió serios tropiezos durante los últimos dos meses y que aterrizará sin parte de su equipaje inicial, unos US$ 60 millones.

Para conseguir los recursos, ahora o nunca, los negociadores colombianos, especialmente el director de crédito público Mauricio Cabrera debieron renunciar a US$ 60 millones porque de lo contrario la autorización de la banca comercial se hubiera demorado un mes más, el primer desembolso sólo habría llegado a mediados de 1988 y el Plan Nacional de Rehabilitación continuaría paralizado como hasta el momento, según reconoció el gobierno. La parte no conseguida del "Concorde" se buscará a través de la emisión de pagarés de tasa flotante que serían colocados en el mercado internacional.

A diferencia del famoso crédito de la administración Betancur, el "Jumbo", los nuevos US$ 1.000 millones que representan casi una cuarta parte del Presupuesto Nacional, no requieren la monitoría del Fondo Monetario Internacional para ser desembolsados, es decir, no se exige que el país esté al día en el pago de la deuda externa. En el caso del "Jumbo" la banca internacional no entregaba un centavo, por ejemplo, si alguna pequeña empresa del sector descentralizado debia US$ 100.000 de un abono, lo que llevó a que el Fondo de Monedas Extranjeras, Fodex, acudiera a pagar por los que no podían, con lo que se generó una gran controversia sobre su manejo.

El "Concorde" fue concedido con plazo de 10 años y medio, con periodo de gracia de 5 años y medio y una tasa de interés del 1416, casi un punto (0.94%) por encima del Libor ingles para la mayoria de las monedas. De los US$ 1.000 millones, un total de US$ 600 millones se destinarán al programa de economía social de la administración Barco, especialmente el Plan Nacional de Rehabilitación; US$ 200 millones para Carbocol (El Cerrejón) y US$ 200 millones para la Financiera Eléctrica Nacional que irán a la vez hacia empresas del sector eléctrico que sigue desajustado y que requiere no sólo unos US$ 150 millones extras sino someterse a otro plan de ajuste, porque el que está en aplicación no se cumplió.

DESEMBOLSOS
Los bancos comerciales de Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón, se comprometieron a desembolsar el crédito de acuerdo con el siguiente cronograma: US$ 495 millones en el primer trimestre de 1988; y US$ 350 millones entre el segundo y tercer trimestre de 1988 y US$ 155 millones en lo que reste de ese año. Para el ministro de Hacienda, Luis Fernando Alarcón Mantilla, el hecho demuestra "la fe, confianza y buena actitud de la banca mundial hacia Colombia", al tiempo que advirtió que quedó superado el enfrentamiento que se presentó durante la negociación con la banca francesa debido al caso Papelcol.
Como en el caso del "Jumbo" ahora el gobierno no dejó de tener sus sustos. Lo que si es cierto es que e "Concorde" cumplió con sus habilidades de "vuelo rápido", aunque en los dos últimos meses la negociación casi se paralizó debido esencialmente al "lunes negro" que afectó al mercado bursátil mundial. Pero hubo otros detalles que "empantanaron" por períodos las conversaciones con la banca comercial, como los viajes paralelos de delegados de la banca francesa y del equipo económico del gobierno.
Mientras los primeros aconsejaban a sus colegas no prestar, Colombia tocaba y tocaba puertas, hasta tal punto de que en la última etapa de las discusiones debieron intervenir los directorios del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional a favor del prestatario.

Los observadores de lo que ocurre con la política económica oficial, especialmente la oposición, aseguran que con este caso el ministro de Hacienda perdió su segunda materia. Lá primera fue la de la inflación, que aseguró sería de entre el 20 y 21% en 1987, pero ya bordea el 24°70. La otra fue la renuncia a los US$ 60 millones del paquete crediticio, más cuando el funcionario se abstuvo de hablar durante los últimos 20 días de la negociación con el fin de culminarla exitosamente.

También lo que se fustiga del "Concorde" es el sometimiento de una de sus cláusulas. El crédito será declarado vencido y se hará automáticamente exigible si Colombia inicia "negociaciones con sus acreedores a fin de conseguir un reajuste o reestructuración de su deuda externa, o una moratoria en el pago de ésta, o celebre acuerdos de renegociación en beneficio de sus acreedores". Expertos en el sector externo explican que Colombia se dejó atar las manos y que el manejo soberano de su política de endeudamiento fue entregado sin vacilación al extranjero.

Así las cosas, la deuda externa colombiana sobrepasa ya los US$16 mil millones, en obligaciones contraídas preferencialmente con Chemical Bank, Chase Manhattan Bank, Swiss Bank Corporation, Industrial Bank of Japan, Bank of America, Lloyds Bank, Sumitomo Bank, Banco do Brasil y First Wisconsin Bank. El Chemical, al que van casi la mitad de los giros por servicio de la deuda externa de Colombia, es el agente de la negociación, en la que los canadienses aportarán US$ 150 millones. Lo irónico del caso "Concorde" es que los franceses (fabricantes del avión) estuvieron en desacuerdo con su aterrizaje en Colombia. --