Avianca: ¿y ahora qué?

La acogida que tuvo la emisión de acciones realizada por Avianca-Taca dejó varias cosas claras. Primero, que en el país hay suficiente liquidez y apetito para invertir y que lo que falta son más empresas que se lancen al ruedo; y segundo, que se demostró que los colombianos tienen un gran sentido de pertenencia hacia la compañía, lo cual permite soñar con futuras emisiones.

¿Qué sigue para Avianca-Taca, que ya tiene el 10 por ciento de sus acciones en manos de más de 50.000 nuevos dueños? Lo más importante será defender su liderazgo en el país y, en segundo lugar, fortalecer su posición regional. Los analistas del mercado dicen que la siguiente jugada de Efromovic será robustecerse en Latinoamérica y llegar a otras bolsas como la de Brasil o Wall Street para alcanzar una dimensión más internacional.

Lo cierto es que la exitosa emisión dejó el dinero necesario para los planes inmediatos de crecimiento y mucho ánimo para enfrentar la aguerrida competencia. "No conozco antecedentes de una emisión de acciones donde los viajeros frecuentes de una aerolínea hayan tenido preferencia en recibir los títulos. En Avianca-Taca quisimos premiar la lealtad de nuestros clientes y nos entusiasma la gran respuesta que recibimos de su parte", dijo emocionado Fabio Villegas, presidente de la empresa.

A pesar de que a muchos les quedó la sensación de que Avianca se quedó corta con esta emisión de 500.000 millones de pesos, la verdad es que, frente al monto, los intereses de la empresa no iban más allá de conseguir recursos para renovar su flota, conformada hoy por nueve familias de aviones, circunstancia que le puede restar competitividad frente a sus rivales directos en el país (LAN y Copa Airlines Colombia). Los recursos conseguidos servirán para centralizar toda la operación en solo tres tipos de aeronave: Airbus, Embraer y Fokker 50, tal como explicó el presidente de la compañía cuando reveló los términos de la emisión.

Mauricio Hernández, analista de Corredores Asociados, firma comisionista que estructuró el proyecto de salida al mercado, considera que el medio billón de pesos es suficiente para el programa de expansión y otras necesidades corporativas que la entidad tenía definidas "desde el mismo momento en que empezó el proceso de fusión entre Avianca y Taca", dijo.

Pero el otro gran reto que tiene la aerolínea es mantener el buen servicio que ha mostrado en los últimos años. La calidad es un factor determinante en la aviación comercial, máxime ahora cuando al mercado colombiano llegaron jugadores de gran peso y aerolíneas nuevas que ofrecen bajas tarifas. Ahora, además de precios, a los clientes se les conquista con un buen servicio y se sabe que todo proceso de fusión encara traumatismos y es cuando hay que reforzar esta área. En el caso de Avianca, se han presentado algunas molestias desde que empezó la fusión con Taca el año pasado, a lo que Villegas señala que "se está homologando la plataforma tecnológica para presentarse al mercado como una única marca de servicios". Es apenas natural que un proceso tan complejo como el de integración de dos grandes compañías, de países diferentes, presente dificultades en su inicio.

También hay que reconocer que las compañías aéreas en Colombia enfrentan inconvenientes propios de la infraestructura aeroportuaria nacional, que en el caso del aeropuerto El Dorado de Bogotá genera traumatismos, como demoras e incumplimientos en los vuelos.

La nueva aerolínea también tiene el desafío de fortalecer otras fuentes de ingreso, como el transporte de carga, que hoy le representa el 14 por ciento y donde LAN Chile ha entrado con fuerza. En esta área se concentrarán muchos esfuerzos e inversiones en el futuro. Por lo pronto, mientras los planes cogen vuelo, lo relevante es que Avianca se midió en el mercado y comprobó que los colombianos siguen sintiendo a esta aerolínea como suya. Y eso es muy importante para cualquier empresa.