Home

Economía

Artículo

Isagén participa con el 16 por ciento del sistema interconectado del país . | Foto: Cortesia Isagen

PRIVATIZACIÓN

Batalla por Isagén

Argos y la Empresa de Energía de Bogotá están dispuestos a jugársela por Isagén, la tercera generadora de energía del país. Tres inversionistas extranjeros entrarían en la puja.

25 de enero de 2014

La decisión de la Superin-tendencia de Industria y Comercio (SIC), que condiciona la participación de Argos en el proceso de privatización de Isagén, aumentó las expectativas sobre quién se quedará con una de las últimas joyas de la corona que le queda al sector público colombiano.

Desde ya se anticipa que los inversionistas nacionales y extranjeros darán una dura batalla para quedarse con este valioso activo. La carrera tomó impulso la semana pasada cuando concluyó la primera etapa en la que se ofrecieron las acciones de Isagén al sector solidario, fondos de empleados y trabajadores, entre otros. Todo indica que este primer proceso no tuvo mucha acogida ya que, con la información disponible hasta el viernes pasado, se habría vendido menos del 1 por ciento de la oferta.

Ahora despega la segunda fase, en la que participarán las grandes empresas dispuestas a invertir más de 5 billones de pesos para quedarse con el 57,6 por ciento de las acciones de Isagén que están en manos del gobierno.

Y entre esas grandes se encuentran dos compañías colombianas. Una de ellas es el Grupo Argos, que participará a través de sus empresas de energía: Celsia, Epsa, Cetsa y la Zona Franca Celsia. La otra interesada es la Empresa de Energía de Bogotá (EEB).

Aunque a Argos se le atravesó en el camino la resolución de la SIC, el Grupo Antioqueño anunció que analizará en forma detallada las condiciones que le fueron impuestas y definirá si considera o no procedente interponer los recursos legales pertinentes. Las cuatro compañías del grupo responden por menos del 10 por ciento de la energía que se genera en Colombia, pero al incluirle a Isagén –que participa con el 16 por ciento en el sistema interconectado del país– se superarían los topes fijados por la SIC.

Por eso Argos tendrá que definir si está dispuesta a desprenderse de alguna de estas compañías para participar en el proceso. Y dará la pelea porque quedarse con Isagén le significa entrar en las grandes ligas del sector eléctrico y competir con Empresas Públicas de Medellín (EPM) y Engesa, que se marginaron por tener una alta participación en este mercado, con el 23,83 y el 21,06 por ciento, respectivamente.

Por su parte, la Empresa de Energía de Bogotá, que actualmente tiene el 2,5 por ciento de las acciones de Isagén, también está a la espera de un visto bueno de la SIC. Su presidenta, Sandra

Fonseca, asegura que “Isagén se va a quedar en Colombia porque va a presentar la oferta más competitiva”. Según la directiva, con esta compañía cerrarían el ciclo de participación en toda la cadena del sector eléctrico y de gas del país.

La EEB cuenta con una chequera grande para ofertar. El plan financiero para este año contempla inversiones por 7.500 millones de dólares. Recientemente anunció la compra del 23,6 por ciento de la Transportadora de Gas del Perú y del 100 por ciento de la Compañía Operadora de Gas del Amazonas por 650 millones de dólares. Si se le suma Isagén a su portafolio, se fortalecería en el país y el exterior.

Además de las dos empresas colombianas, no se descarta que jugadores internacionales se presenten en la puja. Tres firmas extranjeras están mirando la privatización. Se trata de Duke Energy, la empresa de energía eléctrica más grande de Estados Unidos; GDF Suez, una compañía eléctrica y de gas de Francia, y la estadounidense AES, que está en Colombia desde hace varios años porque es la dueña de la central hidroeléctrica de Chivor, la quinta generadora de energía del país.

Lo cierto es que este promete ser uno de los negocios más interesantes del año, no solo por el monto sino porque, dependiendo de quién se quede con Isagén, habrá un reacomodo en uno de los sectores más estratégicos para el futuro del país.