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El sector de vivienda seguirá muy dinámico . El año entrante culminará la construcción de las 100.000 casas gratis y arrancará el plan de las 86.000 de interés prioritario. El sector petrolero prevé aumentar la producción actual del millón de barriles de crudo diarios mientras que las compañías de ingeniería estarán a la espera del arranque de la cuarta generación de concesiones con la aprobación del primer paquete de nueve proyectos. | Foto: Luis Angel Murcia - Cortesia Puerto Boyacá - Concesión Ruta del Sol

SECTORES

Vivienda e infraestructura, cambio de líder

La construcción de vivienda y la infraestructura impulsarán el crecimiento, tomando el liderazgo que tuvo la locomotora minero-energética. Pese al repunte del agro hay dudas porque persiste la baja rentabilidad. Así se ven los sectores el próximo año.

7 de diciembre de 2013

Hay un sector en el que están puestas todas las esperanzas del país. Se trata de la infraestructura de transporte. Las expectativas no son solo de largo plazo, para hacer más competitivo al país y a sus empresarios, sino de corto, para impulsar la economía en los próximos años.

La noticia positiva es que arrancando 2014 –hacia febrero– se adjudicará la licitación de los primeros nueve proyectos de iniciativa pública de cuarta generación de concesiones (4G). Este primer paquete demandará inversiones por 8 billones de pesos. Para entender la magnitud de esta cuantía basta decir que hoy toda la cartera de la banca colocada en el sector de infraestructura asciende a esa misma suma.

A mitad del año entrante los consorcios ganadores que van a realizar esos nueve proyectos deberán adelantar el cierre financiero antes de finalizar 2014. En el segundo semestre del año se abriría otra licitación para un nuevo paquete por otros nueve proyectos.

El gobierno estima que la cuarta generación de concesiones representará en su desarrollo un crecimiento adicional de 0,7 por ciento en el PIB y del 1,5 por ciento en los años pico del plan, esto es 2015 y 2016. Una vez esté completo, el programa le aportará permanentemente a la economía un punto más.

Con el fin de impulsar este sector y quitar varios obstáculos de la vía se aprobó la Ley de Infraestructura que entrará en vigor el año entrante y que facilita la adquisición de predios, aclara la responsabilidad en la instalación de las redes de servicios públicos y agiliza el otorgamiento de licencias ambientales.

Algunos analistas señalan que el verdadero empuje de la infraestructura se sentirá a partir de 2015, pero el gobierno cree que la dinámica arrancará más temprano. De hecho, las esperanzas no solo están en el despegue de 4G. El próximo año se avanzará en la construcción de carreteras que llevan años en ejecución. Ese es el caso de la doble calzada Bogotá-Girardot que por fin se terminará en 2014. A su vez, se espera acelerar la entrega de dobles calzadas en la Ruta del Sol, que comunica el centro del país con la costa Atlántica, así como en las vías Cartagena-Barranquilla y en la transversal de las Américas, que se extiende por cinco departamentos de la costa Atlántica y que facilitará la movilización entre Colombia y Venezuela.

Vivienda en el lote de punta

Hay otro sector que jalonará de manera importante el crecimiento. Se trata de la construcción de vivienda, que viene muy dinámica este año. En el tercer trimestre de 2013, el inicio de área construida creció en un 45 por ciento, lo que es una buena noticia para 2014, porque se mantendrá el impulso.

Sandra Forero, presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), afirma que las bajas tasas de interés, los programas de vivienda gratis y el subsidio a la tasa dinamizarán el sector. En efecto, el próximo año termina el plan de las 100.000 casas gratis y comienza la construcción de otras 86.000 viviendas de interés prioritario, y paralelamente se mantendrá el subsidio a la tasa de interés que se otorga para inmuebles entre 80 millones y 200 millones de pesos.

En este sector, persiste la incertidumbre por las revisiones de los planes de ordenamiento territorial (POT), particularmente en Bogotá, que es la ciudad que mayor participación tiene en el sector con cerca del 25 por ciento. Y preocupan los altos precios de las viviendas, especialmente en los estratos 5 y 6, donde algunos analistas ya están viendo síntomas de una burbuja, aunque otros lo atribuyen a la escasa disponibilidad de terrenos.

Si los planes de infraestructura y vivienda se ejecutan como están previstos, es posible que el sector vuelva a registrar en conjunto tasas de crecimiento superiores al 10 por ciento.

Acelerador al sector minero

La locomotora minero-energética, que lideró el crecimiento en años anteriores con tasas del 14 por ciento, ha dejado el lote de punta. Algunos pronostican que este año estará alrededor del 4 por ciento. El derrumbe en los precios del carbón y los paros en el Cerrejón y la Drummond llevaron a incumplir la meta que se había fijado de producir 94 millones de toneladas (hoy llega a 85 millones).

Un punto a tener en cuenta en la perspectiva de esta locomotora es que este año el impacto de esos paros le quitó cerca de 1.000 millones de dólares a las exportaciones de carbón. Es decir, retirado este efecto, en 2014 la producción tendrá que mejorar.

No menos inquietante es la extracción de petróleo. Según la Anif, preocupan las continuas rebajas en las metas oficiales del sector: un millón de barriles diarios frente a los 1,2 millones programados años atrás. Además, hay otro elemento importante y es el comportamiento de los precios del crudo. En este sentido, los analistas creen que al final del próximo año, el barril de petróleo Brent estará en unos 105 dólares y el WTI, entre 95 y 100 dólares. En cualquier caso, es un precio bastante favorable para esperar flujos importantes de inversión extranjera directa hacia el sector petrolero e ingresos para la nación.

El gobierno es el más interesado en que esta locomotora no se detenga. El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dice que el país no puede dejar de recibir los ingresos millonarios de un sector que tiene un alto impacto en las regiones por la vía de las regalías. Entre regalías e impuestos genera el 25 por ciento de los ingresos fiscales del país.

Para ponerle ritmo a este sector, las grandes mineras se comprometieron a meterle el acelerador al carbón y las petroleras a incentivar la exploración de crudos (en 2014 se explorarían 150 pozos, una cifra récord). El ministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, reconoce que las reservas de petróleo alcanzan para abastecer al país durante menos de siete años –tiene 2.200 millones de barriles–, por lo que es necesario extender esta frontera a por lo menos diez años.

En ese sentido, una de las grandes decisiones para 2014 es si Colombia comienza a buscar hidrocarburos no convencionales, que están a mayor profundidad atrapados en rocas de esquisto. Ya hay varias compañías interesadas en comenzar, pero se necesita que las autoridades ambientales les den vía libre a los proyectos. Se sabe que el Ministerio de Medio Ambiente ya tiene listo el borrador de la normatividad en esta materia. Colombia es –después de Argentina y Brasil– el tercer país de América Latina con las mayores reservas de combustibles no convencionales.

Pero también la autoridad ambiental debe decidir el año entrante qué camino cogerá en torno a la situación de los grandes proyectos mineros que están frenados. Según Claudia Jiménez, directora del Sector de Minería a Gran Escala, como consecuencia de la incertidumbre que pesa sobre el sector este año las compañías redujeron en un 47 por ciento sus planes de inversión, al pasar de 13,4 a 7,7 billones de pesos. “El entorno nacional ha sido francamente desfavorable para el desarrollo de la minería formal en el país”, sostiene Jiménez, quien pide una regulación ambiental y tributaria clara, estable y abierta a la inversión.

Industria, a salir del saldo en rojo

Después de dos años de pobres resultados, el gobierno y algunos analistas esperan que en 2014 los indicadores de la industria vuelvan a entrar en terreno positivo y se comience a revertir la tendencia de desindustrialización que vive el país. Fedesarrollo cree que se llegará a un punto de quiebre que permita esperar un crecimiento positivo en los próximos meses.

Las razones para el optimismo son varias. Para el director de Fedesarrollo, Leonardo Villar, la devaluación de la tasa de cambio podría ayudar a la industria. Según la encuesta de opinión empresarial que realiza este centro de estudios, por primera vez en muchos años, en septiembre y octubre la confianza de los industriales estuvo en terreno positivo. Igual sucedió con las expectativas sobre la creación de empleo.

El presidente de la Andi, Bruce MacMaster, afirma que las millonarias inversiones en infraestructura, el buen comportamiento de la vivienda y el impacto del Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo (Pipe) generan un escenario más favorable para el sector.

Sin embargo, reconoce que se necesitan grandes esfuerzos para volver a poner la industria en los primeros lugares del crecimiento económico y para darle dinamismo a varios sectores que están golpeados. Este año, de los 48 subsectores económicos que analiza el Dane, 35 registraban a septiembre un descenso en la producción, siendo más notorios los casos de vehículos (-18 por ciento), hierro y acero (-10 por ciento) y confecciones (-9,5 por ciento).

En el caso de vehículos, el gobierno aprobó una baja en los aranceles para importar bienes intermedios y materias primas para la fabricación de autopartes y el ensamble de carros, que entrará a regir en 2014, año en el que se espera ventas similares a las de 2103, es decir, menos de 300.000 unidades. Uno de los problemas para los que el sector espera una solución es eliminar las restricciones para la venta de camiones y vehículos de carga pesada.

Además de las ayudas puntuales para los sectores con cifras en rojo se requiere una política integral que elimine los cuellos de botella que les impiden a los industriales ser más competitivos. En la Encuesta de Opinión Industrial que realiza la Andi, los empresarios dicen que los principales obstáculos son la deficiente infraestructura y los altos costos logísticos. Estos últimos representan, en promedio, el 13,3 por ciento de los costos de producción y el 7 por ciento de las ventas de las empresas.

Precisamente, Miguel Ángel Espinosa, presidente de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos (Fitac), dice que para reducir los costos logísticos es fundamental actualizar la regulación aduanera, que lleva tres años en estudio, y facilitar el comercio exterior ahora que están en marcha varios tratados de libre comercio (TLC).

En efecto, esta es otra de las mayores preocupaciones de los empresarios. Ya no hay tiempo que perder porque al país se le vino encima una mayor competitividad tras los acuerdos con Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y los que se pondrán en marcha en 2014 como de Corea del Sur y la Alianza Pacífico. En este sentido, MacMaster coincide con Espinosa en el sentido de que el tema aduanero es crítico, así como en la mayor inversión en ciencia y tecnología, la reducción de trámites y las medidas de defensa comercial.

El año del campo

La actividad agropecuaria comenzó a repuntar en el segundo trimestre pero hay muchas dudas de que esta tendencia se mantenga, pues los precios bajos siguen afectando la competitividad del sector.

Muchos creen que 2014 será el año de las definiciones para el agro, que contará con una inversión de 5 billones de pesos adicionales, una cifra histórica. Dentro de esta suma hay una partida para asegurar el Programa de Apoyo al Ingreso Cafetero (PIC) y evitar que los caficultores sigan trabajando a pérdida. En 2013, la producción del grano creció en un 40 por ciento al llegar a una cifra récord de 11 millones de sacos, después de cuatro años de estancamiento.

Hay muchos temas pendientes para el año entrante en materia agropecuaria. Entre ellos, la Ley de baldíos que el gobierno deberá presentar al Congreso. Hasta que eso se defina está prácticamente congelada la inversión en la altillanura, donde se estima que hay proyectos por 1.000 millones de dólares.

Para el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía, es necesario que el gobierno tome medidas adicionales para evitar que el país se vea nuevamente inundado de productos de contrabando o de importaciones de alimentos, que están causando estragos en varios sectores productivos, al tiempo que pide revisar temas tan críticos como la baja rentabilidad y los altos precios de los insumos.

Tecnología, la de mostrar

Pero hay un sector que sí logró tomar un gran impulso y que está mostrando resultados. Es el de las tecnologías de la información y comunicaciones que ha estado muy movido gracias a la labor del Ministerio TIC, que ha puesto en marcha programas para conectar los sitios más apartados del país y brindar nuevos servicios a los colombianos.

Entre ellos se destacan la ampliación del plan de fibra óptica. Este año quedarán conectados 777 municipios y para el entrante la meta es llegar a 1.078. El Ministerio TIC está instalando Kioscos Vive Digital, que llegarán a 5.500 el año entrante. En las zonas rurales, gracias a estos centros las personas de bajos recursos tienen acceso a internet, pagos de servicios por vía electrónica y capacitaciones.

También están en alza las conexiones de internet de banda ancha, que se cuadruplicaron en los últimos tres años al pasar de 2,2 millones a más de 7,2 millones. Hoy tiene servicio de internet el 60 por ciento de las pequeñas y medianas empresas.

Para el año entrante estará en pleno la tecnología 4G o internet móvil de alta velocidad. Varias compañías como Movistar y Tigo se lanzaron al agua con planes en las principales ciudades del país. Aquí el reto será garantizar una mejor calidad para los usuarios teniendo en cuenta que el número de suscriptores llegó a 47,3 millones, es decir, hay una penetración del 100 por ciento.


Los operadores tendrán que hacer millonarias inversiones en la ampliación de sus redes, un tema que estará candente en el primer trimestre de 2014 cuando el gobierno defina la renovación de las concesiones para Claro y Movistar, las dos grandes de la telefonía celular.