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Los pavimentos de concreto sirven en toda clase de carreteras desde las de alto tráfico hasta las de circulación vehicular residencial.

PROPUESTA

Cemento, alternativa para el desarrollo vial

En Colombia, más del 90 por ciento de la carga se mueve por carretera. Estos son los materiales con los que se construirán las nuevas vías y autopistas.

12 de septiembre de 2015

Para construir los más de 8.000 kilómetros de vías que se harán en la Cuarta Generación de Concesiones (4G), que sin duda mejorarán la productividad y la conectividad de las ciudades con los puertos marítimos y las fronteras, es fundamental tener en cuenta los costos y durabilidad de las carreteras.

Tradicionalmente, para pavimentar las vías en Colombia se ha usado el asfalto, un material que se obtiene al mezclar una sustancia derivada del petróleo con arena y grava. Hoy, el asfalto es fundamental para sostener el programa de las 4G. Según la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), entre 2015 y 2020 el país requerirá, aproximadamente, 1,4 millones de toneladas.

Sin embargo, Tomás Restrepo, ingeniero y vicepresidente de la compañía Argos, cree que, si bien en Colombia hay una cultura del asfalto muy arraigada, existen otras alternativas para pavimentar carreteras que, en el largo plazo, presentan más ventajas para la competitividad del país. Algunas involucran el cemento, cuyo uso no solo presenta mayor durabilidad y sostenibilidad sino que es más rentable tanto para el Estado, como para los concesionarios y constructores.

El cemento se puede usar de diferentes formas para la construcción de carreteras. Por un lado, se puede emplear para hacer losas de concreto, alternativa que se conoce como pavimento de concreto. Además, se puede aplicar en las capas de soporte del pavimento, las cuales comúnmente se elaboran en bases granulares, con lo que se mejora el desempeño estructural de las vías y las hace menos susceptibles al efecto del agua, pues dota de una superficie más estable y homogénea al pavimento, bien sea de asfalto o de concreto.

Ambas alternativas se han afianzado mundialmente hace más de un siglo por su óptimo funcionamiento en carreteras con alto flujo vehicular y cargas canalizadas. También por ser menos dañinas para el medioambiente, debido a que duran más y a que se requiere explotar menos las fuentes de materiales. Por otro lado, si se consideran los valores de construcción y los de operación y mantenimiento, las vías hechas con alternativas de cemento representan menores costos en su ciclo de vida.

En países de Norteamérica y Europa, estas soluciones con cemento para infraestructura tienen una amplia aceptación, pues allá se evalúan carreteras para vigencias de entre 50 y 100 años. También en Colombia este material ha ganado protagonismo para el desarrollo vial en los últimos 15 años. Por ejemplo, en grandes concesiones como la Ruta del Sol, Autopista de las Américas y Autopistas del Café se han utilizado bases tratadas con cemento y, además, se ha empleado el pavimento de concreto en más de 700 kilómetros de vías del orden nacional y local en el mismo lapso. En Colombia, hoy en día los costos de construir una vía en concreto son muy similares en muchos casos a los del asfalto.

Sin embargo, a la hora de elegir hay que tener en cuenta las características de los suelos, que en Colombia son altamente diversos (geología inestable, altas pendientes, suelos meteorizados). Por eso, las empresas que construirán las vías deberán decidir, entre otras cosas, el material más adecuado para cada corredor vial, teniendo en cuenta los costos futuros de operación y mantenimiento. Por eso, las vías en concreto pueden ser una solución eficiente tanto para el concesionario, como para el Estado y los usuarios.